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Las tendencias de belleza son a veces impredecibles, un ejemplo claro de ello son las pecas. Durante años fueron consideradas una imperfección que siempre se trataba de cubrir con maquillaje. Hoy en día, es una de las tendencias más buscadas, lejos de esconderlas, cada vez más personas no solo buscan resaltarlas, si no que las maquillan para crearlas desde cero y resaltarlas más que si fuesen naturales.
Así vemos cómo las redes sociales se llenan de looks con pecas falsas, aportando un toque fresco y juvenil, que ha conquistado hasta las alfombras rojas. Muchas celebrities y creadores de contenido ya la han incluido en sus looks diarios y lo mejor de todo es que no hace falta ser una experta para conseguirlo. Tan solo necesitas saber la técnica adecuada y las herramientas correctas para lograr un acabado hiperrealista en pocos minutos.
Para ayudarnos con ello, hablamos con la maquilladora María Verano que nos desvela los trucos más sencillos para dominar esta tendencia. Su consejo número uno es elegir el producto correcto para que quede realmente natural, y aquí el detalle importa: «Es importante buscar un producto cuya punta sea redondita, que no sea como tipo boli, porque entonces lo que te hace son rayitas en lugar de puntitos. Quedan como lunares», comienza explicando. Para ello, ella misma nos propone el lápiz de la firma Nabla, que destaca por su formato y por un tono que se camufla de forma natural en la piel.
Una vez tengas el producto adecuado, llega el momento de crear las pecas, lo que muchas personas consideran complicado, pero ella misma es quien nos convence de lo contrario. La clave está en la aleatoriedad y la ligereza: «Hay que dar pequeños puntitos, cuanto más aleatorio mejor. Dejar la mano suelta, que fluya», recomienda la maquilladora. «No se trata de seguir un patrón exacto, sino de imitar la forma en la que aparecen de manera natural: dispersas, irregulares y con intensidades distintas», concluye la experta.
Otra de las dudas que más se repiten es cómo hacer para que no parezca «dibujadas», María nos desvela que hay un gesto sencillo pero esencial: difuminarlas con la yema del dedo justo después de aplicarlas. «Das tres toquecitos y te lo llevas como a otra zona. Así vas construyendo el efecto poco a poco, por zonas», nos cuenta. Este paso suaviza los bordes de cada punto y los funde con la base, logrando ese acabado difuso tan característico de las pecas reales.
¿Dónde colocarlas? Ella nos responde que aquí no existen reglas, sino que entra el gusto personal. Algunas personas prefieren concentrarse en la zona de la nariz, como si fueran pecas naturales de exposición solar. Otras optan por extenderlas ligeramente hacia las mejillas y los pómulos, o incluso por toda la cara para un look más fantasioso y artístico. «Depende de en qué zona lo quieras —dice—. Hay gente que las concentra sobre la nariz, otros en la zona de nariz y pómulo, o por toda la cara si te apetece».
¿Qué hacer si se notan demasiado? La artista nos responde que si ha quedado demasiado marcada no hace falta borrarla o empezar de cero. «Un truco rápido es usar una beauty blender o una brocha con los restos de base o corrector que hayan quedado tras maquillar. Pasarla suavemente por encima ayuda a camuflar el exceso sin eliminar completamente el trabajo», nos explica.
Otro de los consejos de la maquilladora es aplicar fijador de maquillaje en spray o incluso una ligera capa de polvos traslúcidos para sellar las pecas y así evitar que se difuminen con el paso de las horas. Un paso importante para que el look dure toda la jornada laboral o en ese evento más importante donde no queremos que desaparezcan.
En definitiva, dibujar pecas falsas es un pequeño gesto que transforma cualquier look de maquillaje, aportando naturalidad y frescura y que, como nos ha confirmado la maquilladora, con la técnica adecuada no solo es fácil, si no que también duradero. Un efecto luminoso y favorecedor a cualquier edad y en cualquier época del año, no solo en verano.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.