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¿Silicona en el pelo? Haz una cura detox de melena

Es lógico que muchos productos para el cabello contengan siliconas: hacen que las texturas sean más fluidos, reducen el frizz y dan mucho brillo. Sin embargo, también se acumulan sobre la fibra capilar, haciendo que el pelo se ensucie con más rapidez.

Pincha sobre la imagen para ver cuáles son los siete mejores aceites capilares que le darán un brillo a tu pelo. / maison eduardo sánchez

Stefanie Milla
STEFANIE MILLA

Usar productos capilares con silicona es uno de los atajos más cortos para tener un pelo brillante y libre de encrespamiento. Pero… ay, la salud del pelo lo paga, y lo paga caro. Y es que la silicona se acumula, capa a capa, sobre la fibra capilar. ¿El resultado? Acaba pesando demasiado, se engrasa con facilidad, pierde cuerpo y volumen y, paradójicamente, se deshidrata por dentro, ya que la silicona actúa como una capa impermeable que hace que parezca suave por fuera, mientras que al interior no llega ni nutrición ni hidratación. ¿Cómo actúan las siliconas sobre el cabello y, lo que es más importante, cómo nos libramos de ellas?

Las siliconas son un derivado del petróleo (como la vaselina, otro cosmético muy popular) que cubren y envuelven la fibra del cabello, creando una capa que repele el agua, cierra la cutícula y la hace impermeable, dando brillo y suavidad. Suena bien, ¿verdad?

Lo cierto es que ese brillo y esa suavidad son falsos. Por un lado, impiden que los activos verdaderamente hidratantes penetren en la fibra capilar, y, por otro, son como un imán para la suciedad. Además, se van acumulando sobre el cabello, capa sobre capa. Así que el ingrediente mágico que dejaba el pelo sedoso provoca que se ensucie, pese demasiado y caiga sin gracia.

¿Cómo evitarlo?

En primer lugar, reduciendo la cantidad de siliconas utilizadas localizándolas en tus productos para el pelo. Del champú al acondicionador, sin olvidar los productos de styling, puedes encontrarlas en casi todos ellos. Es más: los cosméticos que no las llevan suelen anunciarlo a bombo y platillo…  Si en la fórmula encuentras ingredientes con terminaciones “-siloxano” o “-cona”, ¡ahí las tienes! Dimeticona, amodimeticona, ciclometicona… son solo algunos de los nombres.

Y no todas las siliconas son iguales: la ciclometicona, la dimeticona copoliol y las siliconas que comienzan por peg- son más ligeras y más fáciles de eliminar con agua, pues son hidrosolubles. Otras, como la amodimeticona y la dimeticona, frecuentes en productos para cabello muy rebelde o grueso, apenas son solubles y se agarran al pelo como Trump a su maquillaje. Lo que, además, tiene un efecto secundario paradójico: como el pelo se ensucia antes, lo lavamos más. Y al aumentar la frecuencia de lavado, dañamos más la fibra. Y como está más castigada, usamos más acondicionadores o aceites de peinado. Y… ¡ahí tenemos el ciclo de la silicona!

Maison eduardo Sánchez

La primera estrategia para eliminarlas del cabello es usar, de forma regular, un champú purificante. Este tipo de limpiador apenas contiene agentes hidratantes y tiene una acción de arrastre que ayuda a retirarlas. Pero… (¡ay, ese es un pero importante!) arrastra las siliconas, pero también la hidratación y los pigmentos de los cabellos coloreados. Sinceramente: a no ser que se tenga un cabello resistente, es mejor dosificar mucho ese tipo de champús de arrastre.

Mucho mejor es usar un aceite (¡siempre natural!) para el prelavado. Y es que la mayoría de las siliconas no son solubles en agua, pero sí en aceite. Así que cubrir el cabello, sobre todo medios y puntas, con un aceite vegetal y dejarlo actuar al menos media hora –o toda la noche– no solo lo nutre e hidrata, sino que además, en el lavado posterior, ayudará a arrastrar toda esa silicona agarrada al cabello.

Es importante no excederse en la cantidad de aceite aplicada, para evitar que quede tan oleoso que luego no haya champú suficiente en el mundo como para retirarlo, y sea peor el remedio que la enfermedad. El truco está en ir muy poco a poco y extenderlo sobre cabello peinado y desenredado, peinando luego con un cepillo de púas finas para asegurarnos que se reparte bien. Después, se aplica primero agua caliente, se empapa bien el cabello y ya se lava, aclarando también con agua caliente.

Es posible que, al pasar de una rutina capilar con siliconas a una sin el cabello haya de realizar una especie de travesía del desierto, pareciendo que se seca y deshidrata. Esto sucede al retirar la silicona que lo ahogaba y mostrar su propia cara… Pero una vez se recupere ese cabello con aceite prelavado más mascarillas (sin silicona…) el pelo no solo estará más fuerte desde el interior, sino también tardará más en ensuciarse.

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