Ya está aquí el buen tiempo y el sol. Y aunque esperábamos su llegada como agua de mayo y estamos deseando de disfrutar del calorcito, lo cierto es que el sol es un gran enemigo para nuestra piel -ficha el protector solar ultraligero que recomiendan los expertos-, pero también para nuestro pelo. Y si a ello le sumamos otros factores como el calor, el sudor o el cloro, el resultado puede ser un completo desastre. Y como más vale prevenir que curar, es importante que prepares tu melena para esta época dejándola sana y fuerte, de esta forma evitarás tener que cortar al terminar el verano. Y para ello puedes usar ingredientes como el agua de rosas o hacerte un tratamiento como el bótox capilar.
Hablamos de un tratamiento que hacen en los salones Llongueras y que ha conquistado a famosas como Lucía Rivera e influencers como Paula Gureta porque los resultados conseguidos son diferentes a cualquier otro tratamiento de hidratación para el cabello. Y es que, «el bótox respeta la textura y la refuerza, sin aportar nada de peso ni modificar la esencia del cabello. Cuando la clienta se hace una coleta, siente que tiene más pelo porque se le ha rellenado todo. Así, otro de sus beneficios es el grosor, un plus muy importante que otros tratamientos de hidratación no tienen», explica el experto Alberto Sanguino.
Es un tratamiento que realizan en los salones de peluquería de Llongueras y que, aunque su nombre así lo indica, no tiene nada que ver con la toxina botulínica ni se inyecta de ninguna manera en nuestra piel ni, en este caso, en el cuero cabelludo. Su nombre se debe a que el resultado conseguido tras su aplicación se alcanza un efecto bótox que viene dado por su habilidad de rejuvenecer el cabello. Alberto Sanguino, experto de la firma, explica que: «el tratamiento se enfoca en los medios y puntas, los cuales sufren mechas, tintes, secador, exposiciones al sol, etc. Ese cabello se ha envejecido y la cutícula se ha abierto. Aquí es donde entra en acción el bótox, dejando esos medios y puntas con la misma calidad que el cabello que está en las raíces. Es decir, recién nacido». En definitiva, es un tratamiento antiedad que le devuelve la juventud al cabello.
Los viales en los que viene el producto tienen una explicación y es que contienen unos principios activos puros que, al mínimo contacto con el oxígeno, se pueden estropear. «Esos principios, a base de colágeno, aceite de caviar, vitaminas y pantenol, lo que hacen es aportar hidratación y agua -lo primero que el cabello pierde-, sobre todo en las capas más externas. Con estos ingredientes, se rellena la cutícula y se vuelve a tener esa capa de colágeno, de brillo y de flexibilidad que deberían tener siempre. Eso es lo que le da ese efecto más suave al cabello», explica el experto.
Sus resultados son inmediatos, se notan al instante tras habérselo hecho. En cuanto a su duración, desde Llongueras explican que depende de la porosidad y de lo estropeado que esté el cabello. Para prolongar sus efectos, recomiendan utilizar champús sin sulfatos o parabenos para que nos limpien el pelo sin arrastrar el producto, pues éste se queda en las capas más externas. También aconsejan no lavarlo en exceso.
El tratamiento de efecto bótox está recomendado a aquellos cabellos lisos, finos, sin volumen, apagados, envejecidos y debilitados que quieran devolverle la vida a sus melenas sin sufrir ningún químico o cambio drástico.