BELLEZA
BELLEZA
Ver fotos
De toda la vida, quien tiene el pelo liso lo quiere rizado y viceversa. Siempre hemos deseado lo que no podemos conseguir, aunque en este sentido sí podemos modificar la apariencia de nuestra melena, con una permanente rizada. Este tratamiento capilar profesional tiene la capacidad de conseguir transformar el cabello liso, para que tenga tirabuzones con un acabado muy natural.
Es ideal para aquellas que buscan ese volumen y cuerpo del que presumen las melenas rizadas, pero no quieren depender siempre con herramientas de calor como tenacillas. Además, su resultado es básicamente como si hubieras nacido con bucles. Pero, antes de someterte a ningún procedimiento, tienes que informarte bien en qué consiste la técnica de la permanente de pelo rizado, las recomendaciones a seguir, cuánto dura y otras dudas que resolverás aquí mismo.
La permanente rizada es una técnica profesional dirigida a rizar el cabello liso o redefinir las melenas con rizos irregulares y poco marcadas. Para conseguirlo, se aplica un producto sobre el cabello, capaz de abrir la cutícula y penetrar en el interior para cambiar la estructura natural de la fibra. Para obtener la forma del tirabuzón, se usan bigudíes en diferentes tamaños (según el tipo de pelo y lo que le favorece a cada una).
Entran muchos factores en juego a la hora de llevar a cabo este método, ya que se pueden alcanzar resultados muy diferentes como ondas abiertas y deshechas tipo surferas y a partir de ahí, todo tipo de rizo hasta bucles cerrados. El diámetro del bigudí variará según esto, así como si tu pelo es fino o grueso o la definición deseada (para usar más o menos producto y por cuanto tiempo esperar antes de aclarar y fijar).
Siempre depende de la fuerza con la que se haya realizado y el tipo de pelo. Pero, más o menos la permanente rizada dura entre tres y cuatro meses. Esto ocurre porque se empieza a notar el crecimiento del pelo que hará que por la zona de la raíz se vaya desvaneciendo el rizo e irá bajando poco a poco hasta volver a su forma natural.
De todas formas, con una rutina de cuidado adecuada puedes mantener la forma, alargando un poco ese margen de tiempo en el que el bucle se suaviza. Así que, procura seguir las indicaciones del profesional para preservar el acabado, así como para hacer que esté saludable y bonito después de este tratamiento.
Lo más recomendable es realizar esta técnica en cabellos naturales, que no se hayan sometido a coloración y que estén saludables y fuertes. En el pelo fino o dañado puede resultar agresivo, de igual forma que en las melenas teñidas o con mechas, en las que no se aconsejaría someterse al método. Aunque, siempre que el profesional considere que tienes el pelo en buenas condiciones, no habría problema en realizarlo.
Hay que tener en cuenta que es un procedimiento químico que puede debilitar mucho la melena y sensibilizar la fibra capilar. Así, se volverá más seca y frágil. Por eso es importante cuidarlo a posteriori con muchos productos hidratantes, nutritivos y reparadores, así como usar protectores. Pero, no daña más el pelo que otras técnicas.
Existen varios métodos para hacer las permanentes. Uno de los más novedosos es la permanente con rulos. Se trata de una técnica que no emplea los productos químicos para conseguir formar rizos, sino rulos de silicona o bodys moldeables como los que has visto cientos de veces en Tiktok e Instagram. Para fijar el resultado se usa una fórmula menos agresiva que en el tipo tradicional que se dejará durante unos 15 minutos.
Como ya hemos explicado, la permanente clásica consigue en aplicar el producto que abre la cutícula y dar forma con bigudíes. Pero, hay otra forma de ejecutarla y es la permanente parcial, que tan solo ondulará o se enfocará en crear rizos en una parte de la melena, como de medios a puntas. Ideal si no quieres lidiar con el pelo rizado pero sí conseguir su volumen o tienes cabello corto.
La forma de cuidar la melena tras haberte realizado una permanente rizada es básicamente lo mismo que si tuvieras el cabello rizado natural. Utilizarás productos diseñados para este tipo de pelo, como champús definidores o cowash, acondicionadores ricos muy nutritivos y mascarillas para reponer la hidratación y suavidad, una vez por semana.
También tienes que evitar el uso del secador lo máximo posible, dejando secar la melena al aire para no resecarla en exceso o dañarla más. Además, de esta forma se potenciará el brillo. Y, para la definición, emplea fórmulas como geles, cremas de peinado, acondicionadores sin aclarado o aceites que no añadan peso. También se recomienda no lavar el pelo al menos pasados dos días tras haberte hecho la permanente.