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Quien me conoce lo sabe: tengo pelazo y me gusta presumir de él. Sin embargo, no siempre dispongo del tiempo necesario para cuidarlo como me gustaría. Y a pesar de que uso dos veces mascarilla a la semana, la media hora de reposo recomendable… suena más a fantasía que a rutina realista. Pero entonces, apareció él: Jose, mi peluquero de confianza desde hace seis años en Llongueras, y me compartió un truco que, desde que lo descubrí, ha transformado mis rituales capilares.
Lo mejor es que es tan fácil, simple y eficaz que parece magia, pero no lo es. Simplemente tienes que aplicar la mascarilla de medios a puntas (como siempre) y cubrir el cabello con una toalla caliente. «El calor abre la cutícula del pelo y permite que los nutrientes penetren mejor y más rápido», me explicó un día en el salón. Lo probé, y sorpresa, funciona.
Y lo hace tan bien porque el calor actúa como un acelerador de belleza. Mientras tú te lavas el cuerpo o simplemente cierras los ojos durante esos cinco minutos que sí tienes, la mascarilla está trabajando a toda velocidad. El resultado es evidente: el pelo queda más suave, más hidratado y con ese brillo que solo consigues tras un buen tratamiento profesional.
Además, es un truco sostenible y zero waste: no necesitas gorros térmicos, ni aparatos eléctricos, ni nada que no tengas ya en casa. Solo una toalla y un microondas. Lo puedes hacer una vez a la semana o cuando tu melena pida un poco de mimo exprés. Y aunque parezca un ritual de cinco estrellas, lo cierto es que en menos de diez minutos tendrás el cabello como nuevo.
¿Y qué sería este truco sin un buen producto con el que hidratar la cutícula de nuestro cabello? Mi peluquero es claro: hay que fijarse (y muy bien) en los ingredientes para que nuestra expectativas coincidan con lo que queremos conseguir. Para ello, me recomienda dos:
Es una joya dentro del universo clean beauty si tienes el cabello seco. Su enfoque holístico cuida tu cabello y también tiene en cuenta tu bienestar sensorial. Está formulada con mango y albahaca, una pareja de ingredientes naturales con beneficios contrastados. El mango aporta antioxidantes y una hidratación duradera, mientras que la albahaca calma y purifica el cuero cabelludo, lo que es ideal si notas tirantez o tienes la piel sensible.
Además, su textura ligera permite que incluso los cabellos más finos puedan disfrutar de hidratación sin renunciar a volumen. Y, por si fuera poco, su formulación vegana, libre de siliconas, parabenos y sulfatos, la hace perfecta si buscas una rutina respetuosa y consciente.
Es todo un clásico que nunca decepciona. Especialmente pensada para cabellos de normales a gruesos, su fórmula enriquecida con aceite de argán —el oro líquido de la cosmética capilar— proporciona una hidratación profunda en tiempo récord: solo cinco minutos de exposición bastan para notar el cabello más suave, elástico y brillante.
Esta mascarilla tiene ese efecto inmediato que tanto nos gusta cuando buscamos resultados visibles al instante. Es ideal si tu cabello ha perdido vitalidad por el uso de herramientas de calor o procesos químicos, ya que ayuda a restaurar la fibra capilar sin sobrecargar.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.