Adoro estos perfumes afrutados, ligeros y frescos

Los perfumes afrutados ligeros son, sin lugar a dudas, uno de los grandes placeres del verano. Frescos, chispeantes y con ese punto goloso que recuerda a piel bronceada y fruta recién cortada, se convierten en el básico final que completa cualquier look.

Son ideales para quienes buscan una fragancia que acompañe sin abrumar, al mismo tiempo que evoca alegría, movimiento y libertad. Y lo mejor: funcionan a cualquier hora del día, desde una mañana de paseo hasta una cena al aire libre.

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A la hora de escoger un perfume afrutado para los meses de calor, lo fundamental es fijarse en su salida: los cítricos como la mandarina, el pomelo o la bergamota aportan ligereza y energía, mientras que frutas como la pera, la grosella o el melocotón dan ese punto jugoso y femenino sin resultar demasiado. Otro buen truco es buscar combinaciones con notas verdes, acuáticas o almizcladas, que suavizan el dulzor y ayudan a que el perfume respire sobre la piel.

Alegre, fresco y absolutamente ligero, se convierte en un clásico de verano que nunca falla. Su combinación de notas cítricas —mandarina, pomelo rosa, manzana verde— con un corazón floral lleno de orquídeas, lirios y magnolia, lo hacen perfecto para quienes buscan una fragancia que acompañe los días largos y soleados con naturalidad.

Inspirado en México y en los veranos infinitos, su aroma a Tequila Sunrise con un corazón floral de dalia y fondo de sándalo logra un equilibrio perfecto entre diversión y sofisticación. No solo huele a vacaciones, sino que consigue transportar con un solo gesto a una plaza llena de color, a un día de risas con amigas o a esa sensación despreocupada que tanto anhelamos.

Es el perfume de los nuevos comienzos. Con una frescura floral suave y delicada, resulta ideal para quienes disfrutan de fragancias discretas pero con personalidad. Las notas de peonía, lino y almizcle crean una sensación de limpieza envolvente, como una camisa blanca recién planchada o una sábana tendida al sol. Su capacidad para combinarse con otras fragancias de la casa Loewe lo hace muy versátil, actual, refinado, emocional y sorprendentemente moderno.

Tiene ese punto rebelde y encantador que gusta a todas las edades, especialmente cuando lo que se busca es frescura con un toque de personalidad. El arranque especiado de pimienta rosa y naranja amarga da paso a un corazón floral delicioso, con notas de té verde, jazmín y violeta. Al final, el almizcle y el ámbar dejan un rastro suave, casi empolvado. También puede ser una declaración de actitud: alegre, ligera y juguetona.

Es elegancia parisina pasada por el filtro de la espontaneidad. Una fragancia pensada para mujeres que adoran los clásicos pero no quieren oler como todo el mundo. El combo de grosellas negras, manzana acaramelada, jazmín egipcio y vainilla logra un equilibrio delicioso entre dulzura y sofisticación.

Tiene esa capacidad de adaptarse a distintos momentos del día sin resultar empalagosa, y su frasco con lazo mil rayas deja claro que este perfume es alta costura embotellada, pero con un toque diferente que dura todo el día.

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