Estos perfumes me tienen enamorada: no empalagan y duran todo el día

Con la llegada del verano, todo se vuelve más ligero: nuestros básicos son más frescos, nuestro maquillaje más invisible y nuestros perfumes más suaves. Decimos adiós a las fragancias densas y empolvadas del invierno para dar paso a aquellas que sentimos como una brisa fresca sobre la piel.

En esta época del año, los perfumes que mejor funcionan son aquellos que acompañan sin invadir, que dejan una estela delicada pero con carácter, y que saben equilibrar elegancia y frescura sin perder intensidad. Los acordes florales, afrutados o ligeramente ambarados se convierten en nuestros aliados, siempre que estén formulados con la sutileza necesaria para mantenerse durante horas sin volverse abrumadores.

La clave está en encontrar esa fragancia que, incluso con temperaturas altas, sea cómoda, ligera, pero irresistible. Una que nos dé ese aire de seguridad despreocupada tan propio del verano que generalmente, es fresca, minimalista y siempre deja huella.

Este perfume se inspira en el momento de abrir un libro antiguo en una biblioteca silenciosa de París: una historia que se despliega en la piel con acordes de bergamota, flores blancas, canela y pachulí. 1826 no es solo una fragancia; es un retrato olfativo de Eugenia de Montijo, última emperatriz francesa, y una carta de amor a la sofisticación de otras épocas. No satura, no empalaga, sino que acompaña con una estela que huele a nobleza, pero también a modernidad atemporal.

Love Delight es dulzura elegante, con esa chispa juguetona que nunca resulta excesiva. Su salida de frutos rojos tiene el equilibrio justo entre la alegría golosa y la ligereza afrutada; la flor de azahar le da aire y feminidad, y el fondo de vainilla y almizcles la ancla sin hacerla pesada. Es como una tarde de sol que se alarga sin prisa.

Con una rosa turca majestuosa como protagonista, esta fragancia tiene el aplomo de quien sabe quién es. El clavo, el incienso y el pachulí la convierten en una firma olfativa profunda y sofisticada que no compite, sino que se impone. No necesita artificios ni florituras: dura todo el día y se queda contigo incluso cuando ya no la hueles.

Nirmala es una escapada a lo exótico sin perder el acento francés. El maracuyá y el mango abren el baile con una sensualidad que no abruma, seguida de un corazón de jazmín que aporta feminidad y cuerpo. Pero lo que lo hace especial es ese fondo de vainilla y cedro que equilibra lo dulce con lo profundo. Es un perfume sutil, minimalista y muy elegante.

Palatine es ese perfume que lleva nombre de mujer segura y alma de revolución silenciosa. Su salida cítrica de pera y bergamota es alegre, pero no frívola. Luego llegan los pétalos de violeta, el helecho y un fondo de sándalo y vainilla que abraza como terciopelo.

Es un perfume que huele a confianza, a audacia con clase, a mirada firme que no necesita levantar la voz. De esos que, al pasar, hacen que alguien se gire y piense quién es ella y a qué huele. Es el mejor aliado de esos días en los que necesitas algo que te diferencie.