Aires acondicionados, uno de los principales enemigos para la piel en verano

Marta López Ogando Publicado · 7 de julio de 2025, 13:50 h

Con la llegada del verano, el aire acondicionado se convierte en un aliado esencial para soportar las altas temperaturas. Ya sea en casa, en la oficina o en el coche, nos proporciona confort inmediato, pero su uso constante también puede tener efectos no tan beneficiosos para nuestra piel. La sequedad, la tirantez e incluso afectar a nuestra función barrera son algunas de las consecuencias que pueden aparecer con su uso continuado.

Prestar atención al cuidado de la piel es muy importante, sobre todo, porque durante los meses de verano estamos expuestos a otro tipo de agresiones en la piel como pueden ser la radiación UV, el salitre o el cloro de las piscinas. Contrastes, que añadidos a la exposición al aire acondicionado hacen que las pieles reaccionen y debamos de saber cómo cuidarlas, teniendo en cuenta también nuestro tipo de piel.

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El aire acondicionado es un gran aliado para el calor extremo del verano y alivia la excesiva subida de temperatura. El doctor Carlos Morales Raya, dermatólogo y director médico de la Clínica Morales Raya explica que «disminuye de forma significativa la humedad ambiental. Esta sequedad ambiental aumenta la pérdida transepidérmica de agua (TEWL), lo que significa la piel que la piel pierde más agua hacia el exterior». El profesional destaca que, «como resultado, se puede experimentar tirantez, descamación, picor o sensación de incomodidad», por tanto, «las pieles con alteraciones de la barrera cutánea pueden presentar brotes inflamatorios o irritaciones».

Otro factor que influye en la exposición al aire acondicionado es «el contraste térmico con el exterior, pasando por una menor oxigenación de ambiente en espacios cerrados» destaca Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode. Que también añade que «en los meses que se abusa tanto del aire acondicionado, necesitamos una rutina de skincare a medida».

Cada piel tiene una serie de particularidades y, por esta razón, el aire acondicionado les afectará de distinta manera, al igual que ocurre con otros factores medioambientales. Morales Raya considera que «no todas las pieles reacciones igual. Las pieles secas, sensibles, maduras o con dermatitis son especialmente vulnerables». La causa de esto lo explica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, «el cambio brusco de temperatura y la continua exposición al aire frío pueden afectar también a la función barrera y la piel», por ello, «aparece la irritación la descamación y el ardor».

¿Qué ocurre con las pieles grasas? Estas tampoco se benefician en absoluto del aire acondicionado. El dermatólogo explica que, tanto en estas, como en las mixtas, «puede deshidratarse en superficie, lo que en ocasiones desencadena una respuesta compensatoria de sobreproducción de sebo, alterando el equilibrio cutáneo y favoreciendo la aparición de imperfecciones». Esto es, en palabras de Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8, «un efecto rebote: al perder agua, la piel produce más sebo para compensar y la microbiota de la piel se desequilibra». Por ello, Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme considera que «no debemos descuidar la hidratación y la protección de la piel cuando se pasan muchas horas con aire acondicionado».

Por tanto, debemos de buscar activos que cuidan la piel y que protejan esa microbiota y función barrera de alterarse, tengamos el tipo de piel que tengamos. Explica el doctor Morales Raya que «lo ideal es elegir productos que ayuden a hidratar, retener el agua y reforzar la barrera cutánea». Estos deben de contener «activos humectantes como ácido hialurónico, glicerina o pantenol, así como emolientes que suavicen y aporten elasticidad». Otros ingredientes a tener en cuenta son los «reparadores de la barrera como las ceramidas, escualano, niacinamida o ectoína». En definitiva, «fórmulas tipo crema barrera o los hidratantes adaptativos son excelentes aliados frente a entornos deshidratantes como el aire acondicionado».

Dentro de estos ingredientes cosméticos el dermatólogo destaca dos. En primer lugar, «la niacinamida por su capacidad para mejorar la barrera cutánea, reducir la inflamación y favorecer la síntesis de lípidos esenciales». En segundo, la ectoína «que protege frente al estrés osmótico y la deshidratación ambiental, así como los derivados de la centella asiática o bisabolol, con propiedades calmantes y regeneradoras».

Por su parte, Raquel González incide que, en el caso de climas extremos o aires acondicionados muy fuertes, es importante recurrir a los antioxidantes: «los radicales libres generados por el estrés térmico pueden acelerar el envejecimiento de la piel. La niacinamida, la vitamina C o los retinoides aportar una protección extra frente a este tipo de agresiones».

La mejor forma de aplicarlos la detalla el doctor Morales Raya, considerando «una capa de hidratación por la mañana y por la noche, insistiendo en zonas vulnerables como mejillas, labios o contorno de ojos». Si el ambiente es muy seco opta por «usar brumas hidratantes o reaplicar productos ligeros durante el día». En el caso de la noche, apostaremos por «fórmulas más densas y nutritivas que ayuden a restaurar el equilibrio perdido durante el día».

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Más allá de nuestra rutina, existen otro tipo de recomendaciones que debemos de seguir. Morales Raya destaca que «es fundamental mantener una correcta hidratación oral, incluso en ausencia de sed». Considera que «si se pasa mucho tiempo en espacios climatizados, el uso de humidificadores o colocar recipientes con agua cerca de las salidas de aire puede aumentar ligeramente la humedad ambiental». Por último, advierte sobre «el uso de limpiadores agresivos o con alcohol y optar por fórmulas suaves que respeten el pH cutáneo».

En el caso de Estefanía Nieto, esta considera importante «sellar la hidratación con una crema oclusiva ligera que mantenga el agua dentro de la piel. Las texturas en gel – crema con escualano o manteca de karité en baja concentración son una excelente opción para el verano, ya que no resultan pesadas, pero son eficaces para conservar la humedad en la piel». La nutricosmética puede ser también una gran aliada «con suplementos dermocosméticos que sean ricos en ácido hialurónico, ceramidas u omega3» concluye Marta Agustí, directora dermocosmética de Advanced Nutrition Programme.

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