Hialuronidasa, la enzima que sirve para retirar el ácido hialurónico si te arrepientes

La medicina estética se encuentra en pleno pico de popularidad y cada vez son más las personas que recurren a los rellenos con ácido hialurónico. Un auge que apuesta también por la naturalidad, dejando atrás esos rostros artificiales con exceso de volumen. Estar en las manos de un buen profesional es esencial para conseguir los resultados deseados, pero, podemos recurrir también a la hialuronidasa para retirar y disolver un resultado que no nos convence.

Corregir los excesos del ácido hialurónico es, por tanto, posible, así como posibles encapsulamientos que se pueden producir del ácido que hacen que se produzcan bultos que estéticamente pueden ser muy desagradables. Descubrimos el funcionamiento de la hialuronidasa de la mano de la doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica de Eleca Clinic; la doctora Flavia Bonina, médico estético experta en naturalidad y directora médica de Clínica Doctora Bonina y la doctora Camino Guallar, médico estético KOL de Teoxane Iberia.

¿Por qué cada vez más gente está pidiendo la retirada del ácido hialurónico? La doctora Jiménez considera que «hemos estado durante unos años con que los únicos componentes que disponíamos a nivel facial eran para aportar volumen, existiendo una pérdida del mismo desde los 25 en unos compartimentos profundos». La doctora destaca que, por ello, «se iba aportando ese volumen como si fuera la única solución o el único sistema mediante el cual vamos a hacer una regeneración».

Esto ha cambiado, explica la profesional, con la llegada del concepto de la medicina regenerativa . En palabras de la doctora, la medicina regenerativa «combina técnicas y con estos nuevos tratamientos, muchas pacientes han decidido retirar su ácido hialurónico y trabajar con otro tipo de componentes o factores con los que conseguir unos resultados más naturales».

La doctora Flavia Bonina considera que «cada vez estamos viendo más excesos en consulta, todavía hay muchos pacientes que quieren ponerse volúmenes excesivos sin pensar en las consecuencias». Explica que «en labios (que es el lugar donde la gente más se retira el hialurónico) cuando aplicamos más cantidad de la que el propio labio admite, el producto tiende a migrar al labio blanco, haciendo que se vea ese aspecto de labio de pato o proyectado».

La profesional también menciona que se suele retirar el ácido hialurónico «en la zona de las ojeras, ya que se está observando que, con el tiempo, cuando se aplica en una ojera poco pronunciada puede migrar viéndose una especie de bananita en la zona, así como cuando se aplica fuera de zona, se observa una bolsita poco estética».

En estas zonas y puntos coincide también la doctora Guallar que, además menciona que otra de las razones es «seguir tendencias que han estado de moda años anteriores que no son muy naturales». Para la profesional es importante «no seguir las modas en medicina estética» porque «cada paciente tiene su armonía y hay que pensar en ella y en el envejecimiento de cada paciente».

Un punto en el que coincide también la doctora Elena Jiménez y menciona a «actrices como Lindsay Lohan o Demi Moore que han cambiado por completo su cara porque se han retirado el ácido hialurónico, sometiéndose a tratamientos que trabajan también otras zonas más profundas y reestructuran la cara de una forma más especial». Para la experta la clave de esto es que «ahí es donde se ve que el rejuvenecimiento es mucho más natural y que no es sólo cuestión de dar volumen, sino calidad de piel y reposicionamiento de tejidos, viendo un resultado más natural».

Conocemos el funcionamiento del ácido hialurónico y cómo actúa en nuestra piel con el efecto rellenador, pero ¿cómo actúa la hialuronidasa? La doctora Jiménez detalla que es «una enzima que tenemos en nuestro cuerpo. Dicha enzima lo que hace es eliminar el ácido hialurónico rompiendo las moléculas del mucopolisacárido hasta que lo elimina». Añade la doctora Guallar que «deshace o parte el hialurónico en partículas más pequeñas para que nuestro cuerpo lo metabolice, como hace con el hialurónico libre que tenemos en nuestros tejidos».

La doctora Jiménez profundiza sobre la hialuronidasa y destaca que, en la actualidad, con los ácidos hialurónicos que utilizamos, «se han buscado métodos para que la hialuronidasa natural que tenemos tenga dificultades para eliminarlos». Considera que «por eso, hemos tenido ácidos hialurónicos que nos sirven de soporte profundo, otros que son más superficiales y flexibles y la hialuronidasa natural que tenemos en nuestro cuerpo no puede eliminarlos a la velocidad que elimina el ácido hialurónico normal que tenemos». Por este motivo, «cuando aplicamos hialuronidasa externa aumentamos localmente esa enzima y entonces sí que es capaz de empezar a ejercer su función sobre el ácido hialurónico que hemos aportado en muchos más sitios y lógicamente desmonta las cadenas».

Una vez hemos utilizado hialurodinasa, ¿es posible volver a aplicarse ácido hialurónico? Cierto es que estamos recurriendo a ella para disolver el ácido hialurónico, pero esto puede ser porque teníamos un exceso, se había movilizado o no nos gustada el acabado. Las tres doctoras están de acuerdo en que no habría ningún tipo de problema. Para la doctora Bonina es clave «aplicarlo en plano y de forma natural con una técnica adecuada. De esta manera el resultado será mucho más bonito».

Por su parte, la doctora Guallar recomienda «respetar cierto tiempo para volver a hacerlo, para que el tejido se recupere» y añade que «nosotros recomendamos esperar un mínimo de 10 a 15 días». Por último, la doctora Jiménez considera que «si hemos hecho un hiperllenado, una de las opciones que puede hacer el médico, si tiene cierta habilidad, es quitar ese hiperllenado que sobra».

¿Existen otro tipo de recomendaciones a la hora de aplicar la hialuronidasa? La médico estético Guallar afirma que «hay que tener paciencia y confianza en el proceso, porque a veces no es todo lo rápido que nos gustaría, porque para que el resultado final sea óptimo siempre necesitaremos respetar los tiempos que marque el médico estético». La doctora Bonina destaca que suele realizarlo «poco a poco para no pasarnos (en esto soy muy conservadora) y necesitar el mínimo retoque en la revisión posterior». Además, asevera que «a las pacientes que vienen pensando que se aplican ácido hialurónico y si no les gusta se lo quitan, siempre les digo que esto no es juego, es un acto médico».

Concluye Bonina que «al final es bueno saber que existe un antídoto, pero no por lo tengamos nos da vía libre para hacer locuras. El tratamiento hay que hacerlo con cabeza, por eso siempre recomiendo que la gente se trate con un médico cualificado, con demostrada experiencia y que su filosofía de trabajo esté alineada con la del paciente y así construir una adecuada relación médico – paciente, de confianza mutua, con mucho diálogo… ¡así se alcanzan mejor las expectativas deseadas!».

En cuanto a las tendencias actuales en aplicación de ácido hialurónico, la doctora Jiménez menciona que «son parecidas a las que había antes. Evitar el sobrellenado quizás sea una de las ideas o de los conceptos que no sólo ha calado entre los médicos, sino también entre la población general».

Por este motivo, «el ácido hialurónico hoy día se respeta mucho más, de modo que si tenemos ácidos hialurónicos que son poco deformables, se van a colocar en zonas de soporte profundos y, en cambio, en los ácidos hialurónicos más flexibles se van a colocar en zonas de mayor movilidad. Se va a evitar lo que se llama el relleno directo de la ojera y se hará un relleno indirecto, que evitará el sobrerrelleno en ciertas zonas».

En cuanto a la doctora Flavia Bonina, menciona que sobre todo en Europa «la tendencia actual es la máxima naturalidad, practicar el menos es más». Prosigue destacando «ahora combinamos cada vez más tratamientos para conseguir los resultados más naturales posibles, sin sobrecargar caras y antes casi todo se hacía con ácido hialurónico y esos excesos provocaban una inflamación importante y las caras se veían a veces inflamadas o deformadas».

Por último, la doctora Guallar cree que debemos de partir de la base de que «no deberíamos de seguir tendencias en medicina estética, sino basarnos en diagnósticos médicos para realizar tratamientos naturales, sobre todo pensando en el envejecimiento de nuestros pacientes». En el caso del hialurónico, la experta considera que «la tendencia va a ser no sólo pensar en el antes y después inmediato, sino en el antes y después a 5 años, a 10 años».

El ácido hialurónico se puede combinar con otro tipo de tratamientos. Para la doctora Jiménez una opción es «hacer un lifting de plano profundo. Hoy en día, se sabe perfectamente qué zonas y qué tejidos hay que trabajar, se minimizan muchísimo los hematomas, se trabaja el cuello con mucha más exactitud y, sobre todo, la zona central de la cara se puede acceder a ella cuando antes no se accedía tanto a esta zona central».

Es destacable también para la cirujana plástica la medicina regenerativa, «la grasa autóloga en la cara a distintos niveles. Es una de las grandes opciones porque de verdad lleva una regeneración, que va a quitar arrugas y dar volúmenes». Eso sí, considera que «hay que saberlo hacer, pero sí que va a dar unos volúmenes que van a ayudar a que la cara tenga esa jugosidad que tenía antes».

Matiza que «es cierto que la grasa no es un relleno fuerte o un relleno potente que soporte, luego en ciertas zonas la grasa se puede quedar un poco corta de ahí que se pueda complementar fantásticamente con ciertos ácidos hialurónicos». Concluye la experta que existen «otro tipo de tratamientos complementarios como los polinucleótidos y los exosomas».

En el caso de Flavia Bonina, ella destaca «los bioestimuladores de colágeno». La razón de esto es que «ayudan a recoger la cara, trabajar correctamente la flacidez y, de esta manera, después necesitaremos poner (sólo donde haga falta) menos cantidad de ácido hialurónico para conseguir el resultado que queremos». Considera la doctora Guallar que estos tratamientos que se pueden «complementar con todos los tratamientos en medicina estética, desde los energy based devices, peelings, neuromoduladores (y lo mismo con la retirada del ácido)».