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Los mejores aceites faciales para nutrir las pieles maduras y secas en otoño

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Los mejores aceites faciales para nutrir las pieles maduras y secas en otoño

Las pieles maduras se vuelven más tirantes con la llegada del otoño. Adelántate con estos aceites faciales que nutren en profundidad.

Carla Domínguez
Carla Domínguez

El otoño es una estación de cambios: las temperaturas bajan, el aire se vuelve más seco y nuestra piel suele resentirse. Especialmente a partir de los 50, cuando la producción natural de lípidos disminuye y la piel tiende a perder elasticidad y luminosidad. Es justo en esta época del año cuando los aceites faciales se convierten en auténticos aliados con fórmulas concentradas que actúan como nutriendo y devolviendo la jugosidad a la piel.

Más allá de lo que se pueda pensar, los aceites no engrasan ni resultan pesados si eliges la textura adecuada para tu tipo de piel. Al contrario: se funden con la dermis, refuerzan la barrera cutánea y aportan un brillo saludable que, en los meses más fríos, marca la diferencia.

¿Por qué las pieles maduras necesitan un aceite en otoño?

Con la edad, la piel pierde lípidos y colágeno, lo que se traduce en mayor sequedad, líneas de expresión más visibles y una sensación de tirantez. El aire frío y la calefacción intensifican este proceso, provocando deshidratación y falta de confort. Los aceites faciales, ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes, ayudan a mantener el equilibrio hidrolipídico, mejoran la elasticidad y favorecen un acabado más luminoso y uniforme.

La clave está en la aplicación. Lo ideal es hacerlo sobre la piel ligeramente húmeda —tras la limpieza o después del sérum— para potenciar la absorción. Puedes utilizarlos de noche, como tratamiento reparador, o de día mezclando unas gotas con tu crema hidratante habitual para un extra de confort. Y no olvides aplicarlo también en cuello y escote, zonas que suelen mostrar antes los signos de la edad.

No todos los aceites faciales son iguales. Los de textura ligera, como los que contienen escualano o aceite de jojoba, son perfectos para quienes buscan hidratación sin sensación grasa. Los más nutritivos y densos, con aceites como el de argán o rosa mosqueta, funcionan de maravilla en pieles muy secas o que necesitan un plus de elasticidad. Y si lo que quieres es luminosidad inmediata, los aceites con extractos botánicos y acabado satinado son la clave para recuperar el famoso glow otoñal.

Los aceites faciales son mucho más que un gesto de hidratación: son un ritual de autocuidado que envuelve la piel, la protege de las agresiones externas y le devuelve esa luz y confort que tanto agradecemos en los meses fríos.

Los aceites faciales recomendados para pieles maduras en otoño

Aceite facial de sándalo de Clarins. Clarins.

Aceite facil con sándalo de Clarins (39,55 euros)

Una de nuestras primeras recomendaciones es este aceite de sándalo de Clarins. Se trata de un aceite facial que nutre y calma la piel. Es ideal para pieles secas que necesitan un extra de hidratación. Cuenta con sándalo, cardamomo y lavanda que calman también la piel.

Aceite facial Age Recovery de Mádara. Mádara

Aceite facial Age Recovery de Mádara (59,95 euros)

Otro aceite facial bastante recomendable es de la firma Mádara. Se trata de un aceite facial antiedad que ayuda a restaurar la barrera cutánea. Es un aceite que combina 10 extractos de plantas y aceites secos. Hidratan la piel y deja un acabado muy luminoso.

Aceite facial The Ritual Of Namaste de Rituals. Rituals

Aceite facial The Ritual Of Namaste de Rituals (35,90 euros)

Por último, otro aceite facial que querrás probar es este de la firma Rituals. Se trata de un aceite facial que se absorbe rápidamente y deja un brillo muy bonito en la piel. Reduce las líneas de expresión y arrugas. Además, huele increíble y es perfecto para llevar en el bolso.

Temas

Piel
HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.