Si hay un ingrediente capaz de transformar la piel mientras duermes, ese es la vitamina C. Para las pieles maduras, un buen sérum con vitamina C es el mejor aliado, ya que aporta luminosidad y combate el tono apagado y la falta de firmeza.
La clave está en elegir una fórmula estable y efectiva –preferiblemente con derivados como el ascorbil fosfato de sodio o el ácido etil ascórbico–, que resultan más eficaces y no irritan la piel. Además, el truco de experto es que busques fórmulas que también contengan ácido ferúlico o vitamina E, para un efecto antioxidante mucho más potente y rápido.
Eso sí, es fundamental fijarse en la concentración de vitamina C, y lo ideal es que tenga entre un 10-20% para lograr un efecto visible sin sensibilizar el cutis. Ahora bien, en cuanto a la experiencia, lo mejor son las texturas ligeras y de rápida absorción, que no dejen sensación pegajosa y permitan seguir con la rutina sin complicaciones.
Finalmente, nos encanta este sérum para pieles maduras porque usa una forma estable de vitamina C (ácido etil ascórbico) que no se oxida fácilmente, combinada con superóxido dismutasa y ácido ferúlico para potenciar la acción antioxidante.
Los expertos lo recomiendan para pieles de más de cincuenta años porque ayuda con la firmeza, las manchas y la protección contra el daño ambiental. Además, su efecto se empieza a ver desde la primera aplicación por lo que es rápido y muy agradecido de ver.
Ya es un clásico, pero es un clásico que funciona y muy bien. Su fórmula con un 10% de vitamina es ideal para pieles sensibles o maduras que pueden tener problemas con concentraciones más altas.
Además, algo que juega a su favor es que también incluye ácido salicílico para una ligera exfoliación y neurosensina para calmar la piel y que se vea bonita, saludable y con un brillo natural que es perfecto para despertar por las mañanas.
Es uno de los más recomendados por dermatólogos para pieles maduras porque combina vitamina C con vitamina E y ácido ferúlico, lo que mejora la estabilidad y potencia los efectos antioxidantes.
Su secreto es que seas constante (y paciente). Es un sérum que ayuda a reducir arrugas, reafirmar la piel y mejorar la luminosidad desde su primera aplicación. Además la sensación es muy agradable, rápida de absorber y para nada pegajosa.