Los peligros de los retoques y cirugías estéticas low cost: a qué se enfrenta el paciente con las ofertas en un aumento de labios o una rinoplastia

Aumento de labios, neuromoduladores, rinoplastia, lifting facial... el auge de la cirugía estética ha dado lugar a una alta demanda en retoques estéticos low cost que aunque parezca que democratizan este sector y lo hacen más accesible para todos los bolsillos, la realidad es que existen ciertos problemas que pueden afectar a la salud del paciente.

¿Qué hay detrás de los retoques estéticos de bajo coste? ¿Por qué hay centros de estética que pueden permitirse bajar los precios de un aumento de labios o una rinoplastia? ¿Cómo se puede diferenciar un buen centro médico de uno que no lo es?

Hablamos con el Dr. Iván Mañero, fundador de IM Clinic y miembro de Institución Gournay, una institución de médicos cirujanos especializados con años de experiencia, que nace de la necesidad de salvaguardar la profesión con rigor y excelencia, pero también la salud y seguridad del paciente.

«La existencia de una oferta de cirugía estética a precios radicalmente bajos sólo es posible recortando en elementos fundamentales. La metáfora del coche es perfecta para explicarlo», nos cuenta el doctor Mañero cuando le preguntamos por este fenómeno.

«Imaginemos dos coches idénticos por fuera. Uno cuesta el doble que el otro. El vendedor del coche barato insistirá en que son iguales. La diferencia no está en el aspecto, sino en todo lo invisible: el coche barato carece de airbags, de sistema de frenos de calidad, de control de estabilidad, de materiales ignífugos y de una estructura de protección en la carrocería. Es decir, ha ahorrado en todo lo que proporciona seguridad al ocupante en caso de accidente», sentencia.

Pero, concretamente, ¿por qué es posible que se produzca? El primer punto que destaca el experto, es sobre los propios profesionales. «Se suelen contratar a personas sin la formación MIR, con experiencia escasa o con titulaciones no verificadas, que lógicamente cobran menos», argumenta. Como paciente, exige siempre la titulación y el número de colegiado de profesional.

Ante la duda, verifica la información en el Consejo General de Colegios de Médicos o en los colegios oficiales de médicos de cada provincia o comunidad autónoma.

Por otro lado, hay que tener en cuenta los materiales. Para ejemplificarlo, el Dr. Iván Mañero habla de las operaciones de pecho de bajo coste. «Se utilizan implantes mamarios de marcas con niveles bajos de exigencia, hilos de sutura de baja calidad (que pueden provocar reacciones alérgicas o dehiscencias), y productos de relleno poco fiables o de resultados poco duraderos. Debemos pensar que un buen hilo de sutura puede costar 20 veces más que uno malo, y la diferencia en el resultado es abismal. Lo mismo pasa con cualquier otro material utilizado».

Entre los siguientes puntos a tener en cuenta, son las instalaciones. En muchas ocasiones, ciertos centros estéticos realizan retoques en «quirófanos no acreditados, sin el equipamiento de reanimación necesario ni los protocolos de seguridad exigibles».

Por otro lado, un detalle muy importante que se nos olvida: el médico debe hacer un seguimiento después de una operación estética. «Es tan importante como la cirugía o el tratamiento. Cuando el paciente se va a operar a países con menos exigencias de calidad como Turquía, pagará menos por muchas razones (materiales, personal cualificado, etc.) pero también porque se elimina por completo el postoperatorio».

«En estos centros, el acto médico termina cuando el paciente sale por la puerta. Las complicaciones cuando aparecen acaban en nuestro sistema público de salud. Este es un punto crucial: muchos pacientes que viajan a otros países (Turquía, Europa del Este, Sudamérica, etc.) por precios bajos, regresan sin seguimiento y si aparecen complicaciones, deben ser atendidos en urgencias de hospitales públicos españoles».

Y para terminar, el especialista destaca la innovación: «El desarrollo de nuevas técnicas y la formación continua son extremadamente costosos. El «low cost» vive del statu quo y de técnicas obsoletas o mal implementadas. Son los buenos profesionales, los que llevan a sus espaldas horas y horas de estudio, de investigación, de sacrificio los que hacen avanzar las técnicas», sentencia Iván Mañero.

1. Exige un seguimiento continuo por parte del profesional antes, durante y después de la intervención. El médico debe ser quien de soporte a cualquier complicación, así como cualquier duda que pueda surgir.

2. El médico especialista debe ser siempre quien de la primera valoración, nunca un comercial o un enfermero. Lo mismo para utilizar la aparatología médica o las diferentes herramientas necesarias.

3. Si vas entrar en quirófano, es importante saber si es propio de la clínica o en qué hospital se va a realizar la operación. Es obligatorio que, además, exista una sala de reanimación.

4. Exige siempre un consentimiento informado, el profesional debe siempre mostrarte un documento en el que se explica el procedimiento o los efectos secundarios, por ejemplo.