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Los inductores de colágeno son unos de los grandes aliados estéticos de las pieles más maduras ya que ayudan a mejorar la apariencia de la piel, consiguiendo un aspecto más rejuvenecido. Un producto que cada vez está más demandado en las clínicas estéticas y que es biocompatible, por lo que no suelen causar reacciones alérgicas en la piel.
Hidroxiapatita o ácido poliláctico son dos de estos inductores de colágeno que van cobrando más protagonismo, pero ¿por qué son tan beneficiosos para pieles maduras? Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto de la Clínica Mira + Cueto; la doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica de Eleca Clinic y la doctora Pilar de Frutos, cirujana plástica y directora de la Clínica Pilar de Frutos explican por qué son una de las grandes tendencias.
«Los inductores de colágeno son productos biocompatibles que inducen la respuesta en el tejido, estimulando la producción de colágeno en grandes cantidades» explica la doctora Pilar de Frutos. Una de sus grandes ventajas es que «se reabsorben completamente y son reemplazados por colágeno producido por nuestro propio tejido». Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz destacan que engloban a «todos aquellos procedimientos que estimulan la formación de colágeno: inyectables, aparatología e incluso cosmética, como los retinoides, teniendo en cuenta que no todos realizan esa estimulación en el mismo grado y calidad de colágeno».
Para las doctoras, «existen inductores de colágeno que actúan de forma directa e indirecta sobre el fibroplasto, que es la célula que forma el colágeno. Otra forma de verlo son los inductores químicos como los inyectables y físicos como la aparatología».
Si hablamos de cómo actúan en la piel, la doctora Jiménez destaca que «cuando se produce una actuación del fibroplasto y este genera más colágeno local, una de las cosas que se van a producir es justamente que el colágeno de la dermis va a aumentar y, por lo tanto, las arrugas se van a rellenar no desde fuera, como estamos acostumbrados, sino desde nuestro propio interior».
Añade la doctora de Frutos que «al aumentar la producción de colágeno, mejoran el grosor, turgencia, calidad y firmeza de la piel». Y es que, en sus palabras, los inductores de colágeno «contribuyen a la elasticidad y reducen la flacidez, gracias al engrosamiento del tejido. Aunque pueden aportar algo de volumen, este efecto es muy leve».
Para Jiménez es importante ser cauto «porque si colocas un depósito de inductor de colágeno muy cerca de la piel, en una densidad muy alta, puedes generar un bulto que se vea externamente». La cirujana plástica y estética menciona que «es muy importante saber que en ciertas zonas de la cara o en ciertas zonas del cuello, la concentración del inductor de colágeno tiene que ser completamente distinta».
Conociendo cómo funcionan, lo siguiente es conocer cuáles son las grandes ventajas de realizarse tratamientos con los inductores de colágeno como protagonistas. Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto afirman que son «biocompatibles (suelen ser seguros y presentar menos reacciones alérgicas) y bioabsorbibles (se absorben y no dañan al organismo».
Destacan también porque «estimulan la producción natural de colágeno y elastina, lo que mejora su textura y firmeza. Reducen la aparición de líneas y arrugas finas. Incrementan la elasticidad de la piel, ayudando a prevenir la flacidez y el descolgamiento, dando a la piel un aspecto más joven y firme». Y es que uno de los mayores beneficios de los inductores de colágeno es, tal y como afirman las doctoras, que «se logran resultados más naturales y duraderos, lo que hace que requieran los tratamientos con menos frecuencia. Los cambios al ser más graduales son menos notorios y presentan una transición más suave».
El daño solar y su reparación también se encuentra dentro de sus ventajas, ayudando a «regenerar la piel dañada por el sol, restaurando su apariencia más joven y saludable». Igualmente, la valoración de cada caso de manera individual es un punto a tener en cuenta. Porque, como inciden las expertas de la Clínica Mira + Cueto, «se debe realizar una evaluación previa para determinar si el paciente es un buen candidato para el tratamiento».
El término inductores de colágeno es un genérico para referirse a diversas sustancias que hacen que se active el fibroplasto. Afirma la doctora Jiménez que «existen varios muy conocidos como el ácido poliláctico y la hidroxiapatita cálcica». Para la experta esta última es «la que tiene el uso más extendido».
Las doctoras Mira y Ruiz del Cueto dividen a los inductores de colágeno en inyectables y aparatología. Dentro de los inyectables encontramos la hidroxiapatita cálcica, el ácido poliláctico, la policaprolactona y la polidioxanona (en forma de geles o de hilos). En el caso de la aparatología, las profesionales mencionan «toda la que produzca una lesión tisular controlada como la radiofrecuencia, ultrasonidos microfocalizados de alta intensidad (HIFU), láser e IPL». Destacan que «según la penetración e intensidad producirán más o menos colágeno y de una manera superficial, profunda o en varios planos».
Profundizando en los inyectables, las expertas explican que, en el caso de la hidroxiapatita cálcica, «encontramos microesferas en una matriz de carboximetilcelulosa que se termina reabsorbiendo». Destacan que «las esferas de hidroxiapatita cálcica son las que estimulan el fibroplasto y generan el colágeno, pero la matriz del producto ocupa algo de volumen». Las doctoras mencionan que «se suele hiperdiluir con suero para efecto únicamente bio-estimulador o se utiliza en una mezcla de ácido hialurónico conformando los rellenos híbridos, durando su efecto hasta unos 12 o 18 meses».
El ácido poliláctico, prosiguen las expertas, «se utilizar hiperdiluido en agua bidestilada para evitar la agregación de cristales de ácido poliláctico». Lo describen como «un excelente estimulador de colágeno a nivel corporal, obteniendo muy buenos resultados en glúteos, cara interna de brazos o abdomen». En el caso del rostro, se puede utilizar «para estimular colágeno sin aportar excesivo volumen». En cuanto a su duración, «puede durar hasta dos años, pero según el efecto que se quiera conseguir puede ser necesaria más de una sesión».
Por último, las doctoras Mira y Ruiz del Cueto desgranan la policaprolactona y la polidioxanona explicando que «en general, forman parte de la composición de los hilos tensores». Por este motivo, «son sustancias reabsorbibles que generan colágeno alrededor de todo el trayecto del hilo. La tensión inicial del hilo se pierde con su reabsorción a las pocas semanas, pero el colágeno que genera perdura en torno a un año». Otra aplicación de la policaprolactona es «en microesferas dentro de un gel de carboximetilcelulosa, usándose como bio-estimulador facial y corporal, que aporta cierto grado de volumen».
Los beneficios de los inductores de colágeno son múltiples, pero, muchas veces, a la hora de decantarse por un tratamiento analizamos su aplicación. La doctora Pilar de Frutos considera que «la aplicación es sencilla y se realiza en consulta mediante infiltraciones en la capa del tejido donde se desea estimular el colágeno, ya sea a nivel subdérmico o más profundo, según la técnica y el área a tratar».
Considera la doctora Jiménez que «se puede aplicar con cánula o con aguja. Si bien es cierto que si lo que queremos es un volumen más general, en el caso de utilizar la cánula, la mejor indicación es realizarlo en el rostro mediante movimientos trazantes que hacen como un abanico en la zona». La doctora tiene en cuenta también que «en muchos casos conviene hacer una dilución del producto inicial con anestésico local». Esto es porque «facilita la colocación, para la paciente es prácticamente indoloro y realiza la distribución del producto de forma más homogénea, puesto que no genera zonas de más acumulo».
En el caso de los inductores de colágeno consideran las doctoras Mira y Ruiz del Cueto que «se debe de individualizar cada caso, ya que la tasa de producción de colágeno varía dependiendo del tipo de inductor utilizado». Si hablamos de tratamientos por aparatología, destacan que como «realizan una inducción indirecta, su efecto se logra con más sesiones y menos tiempo entre ellas».
La doctora Jiménez considera también que depende del tipo de piel de cada persona y de su capacidad de reabsorción, pero, que en general, en el caso de la hidroxiapatita «suele ser entre un año y 18 meses, para el mantenimiento». Recomienda la experta también realizar «una dieta con procolágenos de los tres aminoácidos que generan el colágeno y asociarlo a los nuevos tratamientos con polinucleótidos». Esto es, en palabras de Jiménez porque «la unión de un mismo tratamiento o un tratamiento muy cercano consigue una activación celular que va a conseguir que ambos tratamientos tengan un resultado mejor».
¿Cuándo comenzaremos a notar los resultados? Considera la doctora Pilar de Frutos que «comienzan a notarse aproximadamente un mes después del tratamiento y se completan en seis meses, tiempo necesario para la producción de colágeno». Eso sí, inciden las expertas de Mira + Cueto que «no es lo mismo la capacidad de producción de colágeno de una persona de 30 años, que la síntesis de colágeno que existe tras la menopausia, unido a que la velocidad de destrucción del colágeno aumenta con la edad».
¿Cómo podemos maximizar el uso de los inductores de colágeno? Existen diversas opciones tanto para realizar en casa como con otros tratamientos. Para la cirujana estética Pilar de Frutos se puede combinar con «retinol tópico, que también engrosa y mejora la calidad de la piel. Además, puede complementarse con tratamientos como polinucleótidos o Morpheus». Este último es un «protocolo que combina radiofrecuencia fraccionada e inductores de colágeno, siendo altamente efectivo contra la flacidez».
Por su parte, afirma la doctora Jiménez que debemos de buscar «una rutina que produzca una activación, por ello, trabajaría con alfahidroxiácidos y derivados del retinol». Cree que son claves porque «son capaces de llegar a zonas más profundas de la piel y producir una activación tanto de las células basales de la piel como en los propios fibroplastos». Por esto, concluye que «estas rutinas de cuidado facial son fundamentales para obtener la mayor producción de colágeno y, por lo tanto, el mayor beneficio de un tratamiento de inductores de colágeno».
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.