Cómo seleccionar el limpiador según el tipo de piel madura

Con la llegada de la menopausia, la piel madura experimenta cambios visibles que hacen que esta sea más frágil y que tengamos que prestar atención a su cuidado. Entre ellos podemos encontrar que la renovación celular se ralentiza, la producción de sebo disminuye y la barrera cutánea se vuelve más frágil. Por estas razones, la limpieza cobra aún más importancia, ya que no solo elimina impurezas y restos de maquillaje, sino que también prepara la piel para recibir de manera óptima los tratamientos posteriores.

Con este contexto, elegir el limpiador adecuado y aplicarlo con la técnica correcta es clave para mantener la piel madura saludable, equilibrada y evitar la pérdida de luminosidad que se produce con la llegada de la menopausia. No es necesario utilizar fórmulas agresivas, sino de apostar por texturas suaves y respetuosas que preserven los lípidos esenciales de la epidermis. Un primer paso clave del que nos explican más Arturo Álvarez – Bautista, químico y doctor en nanomedicina, además del creador de la firma Arturo Alba y la doctora Ana Revuelta, médico aeronaútico, especialista en medicina estética con su clínica y fundadora de la marca Renare.

Si la limpieza es esencial en todo tipo de pieles, en las maduras es todavía más importante. La doctora Revuelta explica que «una piel madura necesita estar libre de impurezas para que los activos que aplicamos después puedan penetrar correctamente». Detalla que «con la edad, la renovación celular se ralentiza y la piel tiende a acumular residuos, maquillaje y contaminación, lo que favorece la pérdida de luminosidad y la aparición de textura irregular«.

Por ello, Arturo Álvarez – Bautista es tajante y afirma que «la piel madura ya tiene bastantes dramas hormonales como para añadirle residuos, polución y un maquillaje que se aferra a los poros». El experto recomienda que «si vas a hablar de activos, sérums y péptidos, empieza por lo obvio: la limpieza» destacando que «es el primer gesto de respeto cutáneo». La razón de esto es porque «en una piel que ha perdido lípidos, elasticidad y a veces paciencia, limpiar bien no es un capricho: es un manifiesto».

Dentro de los cuidados que hay que prestarle en la limpieza es importante ser conscientes de que no tenemos la piel de antaño. Para el químico y cosmetólogo «a cierta edad, lo que menos necesita tu piel es un limpiador espumoso con alma de lejía. Lo que sí necesita es un respeto» con «fórmulas ricas en lípidos afines a la piel, texturas que limpian sin erosionar y activos que no sólo limpian, sino que nutren». Por ello, el experto considera «los bálsamos puros de aceite bien formulados», la razón de esto es que «disuelven residuos lipofílicos, maquillaje y fotoprotector, a la vez que restauran la barrera cutánea sin dejar sensación grasa, si están bien emulsionados o se retiran con un paño mojado adecuado».

Coincide en este punto Ana Revuelta y recomienda «texturas que limpien sin resecar como emulsiones, leches o geles suaves» y que tengan fórmulas que «aporten confort, antioxidantes y activos calmantes». La médico advierte sobre los «limpiadores agresivos o deslipidizantes que alteren la barrera cutánea». En el caso de Arturo Álvarez – Bautista se deben de «evitar los sulfatos y los activos astringentes».

Cuando conocemos el tipo de limpieza que necesita la piel madura, debemos de centrarnos en la selección del limpiador. Para la doctora Revuelta es importante ver el estado de la piel «si es seca, reactiva, con tendencia a manchas o apagada», además de «la textura deseada porque algunas pieles prefieren leches y otras geles espumosos suaves». Por último, destaca «la rutina de activos posterior, ya que una buena limpieza evita interacciones indeseadas y favorece la absorción».

En el caso de Álvarez – Bautista, recomienda que «no irrite, no reseque y que deje algo bueno tras su paso». El químico se centra en los tipos de pieles y menciona que si es seca buscaría «leches o bálsamos emolientes», si es mixta «geles suaves sin sulfatos», si es grasa afirma «no caigas en el error de desengrasarla con jabones alcalinos». Por último, si existen rosácea o cuperosis opta por «fórmulas sin perfume, con activos calmantes (niacinamida, madecassoide o alantoína)».

¿Está indicada la doble limpieza en pieles maduras? Ambos expertos coinciden que sí, «si sabes lo que haces» matiza el químico y fundador de la firma Arturo Alba. El profesional añade que esta «tiene sentido si usas fotoprotector, maquillaje o vives en una ciudad con polución» y sus pasos serían con «un limpiador graso para disolver, luego uno acuoso para retirar» y sin «fricciones agresivas, ni toallas como lija». Este tipo de limpieza considera la doctora Revuelta «ayuda a eliminar tanto impurezas liposolubles (como el maquillaje o protector solar) como las hidrosolubles (sudor, polvo, etc)».

En el caso de la exfoliación, la profesional la recomienda siempre y cuando se haga con «delicadeza y regularidad. En pieles maduras se recomienda exfoliar entre una y dos veces por semana, preferente con exfoliantes químicos suaves (como AHA, PHA o enzimas) para evitar dañar la piel». El motivo de esto destaca el químico es porque «la piel madura se regenera más lentamente».

De la mano de la limpieza encontramos pequeños gestos que harán que la piel tenga un aspecto cuidado. La doctora Ana Revuelta recomienda «usar agua tibia, nunca caliente, evitar herramientas abrasivas o secar con toques suaves sin frotar». Considera también «incorporar tónicos o lociones que reequilibren el pH tras la limpieza». En el caso de Arturo Álvarez – Bautista menciona «no olvides el cuello y el escote» y que la limpieza «con dos veces al día es suficiente». Por último, advierte sobre la piel tirante y la limpieza, ya que «esa sensación de chirriante no es pureza, es un grito de socorro».

Arturo Alba

La Manteca de Primera Limpieza y Desmaquillante es perfecta para aquellas pieles que necesiten una limpieza nutritiva y restauradora. Además, calma y repara la piel, incluso aquellas que son más reactivas. Se recomienda usar con la Limpiadora Espumosa Reparadora de la marca. (29 euros)

Renare

Limpiador al Aceite es un gel oleoso que se transforma en una emulsión al contactar con el agua. Su fórmula combina aceites de jojoba, cáñamo, ricino, miel, vitamina E y aceites esenciales de lavanda y limón. Limpia la piel y la nutre. (55 euros)

Lico

En formato bálsamo, Calm Cleanser Polynessian Essence está indicado para pieles sensibles. Ayuda a regenerar la piel, mientras que reduce imperfecciones, rojeces y manchas. Además, actúa como antiinflamatorio. (37,90 euros)