El secreto de la eterna juventud de Anne Hathaway y Lindsay Lohan: «Yo no envejezco jamás»

Pocas, muy pocas estrellas de Hollywood pueden permitirse ignorar el mandato de eterna juventud que pesa sobre ellas. Y, por qué no decirlo, sobre todas las humanas de este planeta, aunque las anónimas podemos ignorarlo con mucha más facilidad. Por eso aplaudimos sin parar las canas de la reina Letizia o Salma Hayek, aunque sus facciones permanezcan perfectamente apuntaladas.

Cada vez más conscientes de la presión estética, un concepto que hace un par de décadas no pasaba de círculos académicos, no nos cansamos de celebrar a Meryl Streep o Susan Sarandon, ambas propietarias de sendos rostros sin intervenciones. Sin embargo, no podemos parar de alucinar con las caras de Anne Hathaway (42) o Lindsay Lohan (39), increíblemente paradas en el tiempo. ¿Cómo lo hacen?

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La contraposición entre lo que celebramos y lo que anhelamos se plasmó esta semana en dos titulares de impacto. En la edición británica de 'Harper's Bazaar', Mariah Carey (56) dejó una de sus sentencias inapelables: «Yo no envejezco jamás», le soltó a una previsiblemente atónita periodista. E insistió: «No lo permito. Sencillamente es algo que no me sucede. No conozco el paso del tiempo. No sé de números. No le echo cuentas al tiempo».

En 'The Guardian', Jamie Lee Curtis (66) soltó otra bomba, esta cargada de verdad: «La cirugía ha causado el genocidio de una generación de mujeres. Se han desfigurado a sí mismas», dijo la actriz, hija de dos bellezones inolvidables del cine de Hollywood: Tony Curtis y Janet Leigh. «En una o dos generaciones, hemos finiquitado la apariencia humana natural», explicó. Y añadió:

«El hecho de que puedas alterar tu aspecto a través de productos químicos, procedimientos quirúrgicos, rellenos… está desfigurando a generaciones de mujeres, sobre todo de mujeres, que alteran su apariencia». Digamos que Jamie Lee Curtis está promocionando 'Ponte en mi lugar de nuevo', una comedia familiar en la que comparte cartel con Lindsay Lohan. Precisamente la propietaria de la cara que más ha dado que hablar en los últimos meses.

Medio Los Ángeles continúa preguntándose qué se ha hecho en la cara Lohan, aunque tras leer a Jamie Lee Curtis cabe preguntarse si estas facciones estilo Dorian Grey, las mismas que luce Anne Hathaway, funcionan más en foto que en vivo y en directo. El aspecto de las caras de ambas es tan brutalmente juvenil, que hasta Kris Jenner (69) reconoció en Instagram su deseo de averiguar qué cirujano se encarga de ellas, para sumarse a su lista de espera. Al final encontró un bisturí a la altura, pues en mayo reapareció con una cara que ni a los 50.

Casualmente, Anne Hathaway también coincide en su último rodaje con una mujer alérgica a la cirugía estética que ya hemos citado: Meryl Streep. Embarcadas en el 'reboot' de 'El diablo viste de Prada', Streep desveló en una entrevista en televisión que antes de comenzar a rodar le pidieron a Hathaway que bajara de peso. La querían no solo rejuvenecida (ya lo estaba), sino lo más delgada posible.

La respuesta cargada de sensatez de Streep fue taxativa: le aconsejó a Hathaway que no adelgazara y la invitó a una hamburguesa. Evidentemente, cuando eres la actriz más admirada de tu generación puedes enviar el mandato de la belleza a hacer gárgaras. Hathaway, sin embargo, solo confiesa mascarillas, protección solar y masajes como secreto de belleza.

En 2024, Anne Hathaway se quejó amargamente de que no pararan de preguntarle si había recurrido a la cirugía estética para lograr su fascinante rostro sin edad. «Es como querer saber si has mantenido relaciones sexuales. La pregunta es extremadamente íntima», se justificó en la edición francesa de 'Vogue'.

Este año, los rumores se multiplicaron tras su aparición en el 'front row' de Ralph Lauren en abril y en la posterior Gala Met, con la cara que tenía hace dos décadas. «Es como un vampiro», se escribió. «Tiene el síndrome de Benjamin Button», se dijo. «Se ha hecho lo mismo que Lindsay Lohan», se predijo.

Lo de Lohan ya se ha calificado de «renacer beauty», porque ni a sus 20, cuando la fotografiaban divertidamente borracha y con el 'rimmel' corrido junto a Britney y Paris, tenía tan tirante cara. En su caso, el secreto de la eterna juventud tiene nombre propio y es la doctora Radmila Lukian, con consulta en Dubai, donde vive la actriz desde 2022, cuando se casó con el millonario kuwaití Bader Shammas. Por su consulta han pasado otras divas sin edad: que sepamos, Naomi Campbell, Eva Longoria y las hermanas Mona y Huda Kattan.

Digamos que una de las claves de Lukian es disolver los rellenos que se van poniendo a lo largo de los años para detener rápidamente el tiempo y tomar medidas más sostenibles a largo plazo, además de diseñar un régimen de tratamientos regulares adaptado específicamente a la piel de cada una de sus famosas clientas. Que sepamos, Anne Hathaway no ha pasado por su consulta, así que la incógnita alrededor de la hacedora de su estirada faz continúa.

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