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Concha Velasco cumple 84 años: de Juan Diego a Pedro Marsó, los cuatro amores que cambiaron su vida

José Luis Sáenz de Heredia, Fernando Arribas, Juan Diego y Paco Marsó fueron cruciales para Concha Velasco. Hoy, que la artista cumple 84 años, recordamos sus historias de amor junto a ellos.

Concha Velasco junto a Paco Marsó. gtres
Los amores clandestinos y polémicos que han marcado la vida de Concha Velasco
Juanra López
Juanra López

Este 29 de noviembre, Concha Velasco cumple 84 años y, según nos dice su hijo mayor, Manuel Martínez Velasco, este día será una «celebración de amigos y familia». La nominada al Goya por Esquilache y Más Allá del Jardín, dos de sus películas más celebradas, vive rodeada de cariño en una residencia desde febrero de 2022, donde suele recibir la visita de sus dos hijos, sus seres más queridos, y amigos y compañeros de profesión.

Resulta difícil resumir en un solo artículo el periplo personal y profesional de una de nuestras máximas estrellas del cine, la televisión y el teatro. No podemos sustraernos tampoco a que ha sido uno de los personajes más seguidos por la crónica social y la prensa del corazón, pues el público se ha sentido muy identificado con ella a nivel personal y, además, ha sido muy generosa a la hora de compartir su vida privada.

Respecto a su vida sentimental, el periodista Manuel Román habla de Enrique Ortega, un hijo de Manolo Caracol, como su primer amor, que, al parecer, quedó reducido al ámbito platónico. Si hay un mayor consenso en cuál fue su primera pareja, el director de cine José Luis Sáenz de Heredia, primo hermano de Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange.

Los amores (clandestinos y polémicos) que han marcado su vida

Fue una historia clandestina entre una emergente actriz de 21 años (había intervenido en éxitos como Las chicas de la Cruz Roja, Los tramposos y El día de los enamorados) y un director consolidado de 49, que realizaba películas para arraigar los valores del régimen franquista. Sáenz de Heredia estaba casado en la época con María Asunción Casado Iturbide, un matrimonio que no estaba dispuesto a romper bajo ninguna circunstancia.

Concha Velasco y José Luis Sáenz de Heredia se conocieron en el rodaje de El indulto, en 1960, y a partir de entonces más allá de la relación sentimental, hubo también un reparto de roles como en la célebre obra Pigmalión de George Bernard Shaw, él como el profesor Higgins y ella como Eliza Doolittle.

Sin embargo, más allá de la historia del mentor y la alumna aventajada, lo cierto es que su relación era muy asimétrica para Concha, porque estaba forzaba a vivir en la clandestinidad y sin ningún futuro a su lado para formar una familia. Aun así formaron un tándem profesional muy lucrativo, pues algunas de las películas que rodaron juntos se convirtieron en las más taquilleras de la historia de nuestro país.

Velasco y Sáenz de Heredia trabajaron juntos en Historias de la televisión, Pero… ¡En qué país vivimos!, Relaciones casi públicas, Juicio de faldas, La decente y Me debes un muerto, pero sería el teatro el que marcaría el rumbo vital de la actriz y sería en las tablas donde surgiría su siguiente amor, en las antípodas ideológicas del anterior, por cierto. Hablamos de Juan Diego, con quien estrenó en el teatro Lara de Madrid el 17 de septiembre de 1971 la obra La llegada de los Dioses de Buero Vallejo.

La actriz contó en sus memorias que Sáenz de Heredia no se tomó nada bien este nuevo amor de Concha Velasco y que incluso se personó en el teatro, pero la suerte ya estaba echada… La protagonista de Pim, pam pum.. ¡fuego! y Tormento tenía intención de casarse, pero Juan Diego no y esa circunstancia fue determinante para que la relación no saliera adelante. Rompieron en 1975, pero siguieron siendo grandes amigos.

«Se ha convertido en algo tan mío que es como mi hermano. Estuvimos mucho tiempo sin tener contacto, sabía de él porque seguía su carrera… De pronto un día me llamó por teléfono y como no me encontró me dejó un mensaje en el contestador. Cuando llegué a casa, lo conecté y cuando escuché con enorme sorpresa para mí 'Concha, soy Juan', se me cayó el teléfono de las manos. El amor es algo único», manifestaba la actriz en el libro El éxito se paga.

Concha Velasco junto a su hijo, Manuel M. Velasco. gtres

Posteriormente llegaría a su vida Fernando Arribas, prestigioso director de fotografía con quien trabajó en la película Las bodas de Blanca, que se rodaba en Burgos. Nuevamente, la actriz se encontró con que su pareja estaba casado, por lo que decidió no desvelar su identidad cuando nació su hijo en común, el dramaturgo, novelista y cineasta Manuel Martínez Velasco.

Concha Velasco esperó a su muerte para desvelar este secreto sobre el que no había trascendido nada. Fue en una entrevista en Deluxe en marzo de 2021, donde dejó claro lo que había sucedido: «Queríamos proteger su identidad, no queríamos que la prensa le persiguiera. Está siendo muy duro sobrellevar la muerte de Fernando, me acuerdo mucho de él, era un hombre maravilloso».

La otra gran historia de amor de Concha Velasco es la que mantuvo con Paco Marsó, a quien había coincidido en 1964 en una función de Don Juan Tenorio, pero con quien no tendría nada hasta doce años más tarde, en 1977, cuando trabajaron juntos de nuevo en Los arrecogíos del beaterío de Santa María Egipcíaca, escrita por José Martín Recuerda. Estuvo prohibida por la censura hasta entonces. Dirigida por Adolfo Marsillach y estrenada el 4 de febrero de 1977 en el Teatro de la Comedia con un reparto espectacular encabezado por Concha, María Luisa Ponte y Pilar Bardem.

La boda de Concha y Paco se celebró el 18 de abril de 1977 y cada uno aportó un hijo al matrimonio. La actriz a Manuel, a quien Paco dio su apellido y a quien siempre consideró su padre, y Paco a Diana Patricia Martínez, fruto de una relación de juventud con una alemana llamada Brigitte, quien sería protagonista de la crónica de sucesos en 2006 al ser acusada junto a su novio de asaltar distintas entidades bancarias.

El devenir del matrimonio de Concha Velasco y Paco Marsó es de sobra conocido. Su ruptura definitiva llegó en 2005 y para la actriz fue un golpe durísimo. Vivió situaciones financieras muy complicadas que finalmente logró resolver y en la actualidad cobra su pensión de jubilación fruto de tantos años tributados, con absoluta tranquilidad en este sentido.

Marsó volvió a ser padre con Diosi, una joven de 30 años, con la que llevaba tres de relación. La niña nació en 2009 y le pusieron el nombre de Gabriela. El productor teatral se planteó incluso casarse, pero no cambiaron su estado civil. Al año siguiente, el 5 de noviembre de 2010, fallecía a los 63 años después de haber sufrido un derrame cerebral que no logró superar.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.