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Y Preysler se midió a Pé

La 30ª edición de los Premios Goya nos deja a la Reina de Corazones haciendo sombra a la estrella internacional salida de Alcobendas.

Isabel Preysler posa con Mario Vargas Llosa en la alfombra de los Premios Goya./gtres.

Isabel Preysler posa con Mario Vargas Llosa en la alfombra de los Premios Goya. / gtres.

Miriam Rubio
MIRIAM RUBIO

La edición 30 de la gala de los premios Goya será recordada durante años. Por unos, porque estuvo un señor muy alto y muy simpático llamado Tim Robbins y una señora muy agradable y elegante llamada Juliette Binoche. Por otros, por ser la primera en la que Penélope y Javier Bardem posaron juntos, y por otros por la mala organización y el hacinamiento de los periodistas. Pero para muchos será la gala en la que Isabel Preysler se codeó con las grandes estrellas de cine y, como siempre, salió airosa del duelo de estilo. Y no era fácil: Penélope Cruz tiró de Atelier Versace –como lleva haciendo esta semana para los estrenos de ‘Zoolander 2’ en media Europa-, Juana Acosta de Baldasúa, y muchas invitadas de Pronovias, puesto que el blanco fue el color predominante de la noche.

Cristina Brondo –académica, por si no lo sabían- no eligió el blanco, sino el color champagne para su vestido. Fue la más ‘madrugadora’ junto a Natalie Seseña. Tras ellas, comenzaba su periplo por la alfombra Dani Rovira, que presenta la gala por segundo año. Habló con TVE y poco más. La prensa escrita se quedó con un 'lo siento', por toda declaración.

Con Penélope tuvimos más suerte. También con Inma Cuesta. La primera más nerviosa que la segunda, y nostálgica, recordando la edición de 'Belle Epoque'. Natalia de Molina, feliz, encantada de volver a estar nominada. De Juliette Binoche no podemos decir nada. Que estaba estupenda en su vestido de Loewe, pero no pudimos hablar con ella. Cosas del directo y las prisas.

Pero entre unas y otras, pasaron decenas de invitados y de nominados. Entre ellos una tranquila Mabel Lozano. La directora, nominada por su documental sobre la trata, aseguraba que en casa también se lo habían tomado con mucha calma. De hecho asegura que su hija le preguntó antes de salir de casa: "¿A qué hora te dan a ti lo tuyo?". Así se lo toman. Con alegría y humor.

El mismo que mostraron Úrsula Corberó y Verónica Echegui, que se paraban juntas ante nosotros y posaban. Para amenizar el momento, además de hacer la famosa mirada ‘acero azul’ de la película ‘Zoolandeer’, decidieron cambiar de entrevista. Es decir, que Verónica respondía a las de Úrsula, y Úrsula a las de Verónica. Un lío y una risa, pero también unas declaraciones para leer entre líneas, porque Verónica, respondiendo por Úrsula, soltó perlas como “Velencoso no tiene nada bueno”. Mientras la Corberó se reía sin parar de las ocurrencias de su amiga.

La 'cobra' de Echegui a la prensa

Por cierto, que Echegui consiguió zafarse sin explicar si hay reconciliación con Álex García. El actor también estaba en la gala –también Manuela Vellés, con quien se le ha relacionado recientemente- y vestido. No, no nos hemos vuelto locos. No es que hubiera visos de que viniera desnudo (aunque más de un/una fan lo desease), es que había llevado el traje al tinte y al ir a recogerla esta mañana, la tintorería estaba cerrada. Menos mal que gracias a las redes sociales (y a los vecinos) consiguió localizar a la dueña de la tienda y ponerse su traje de Miguel Viera.

Faltaba el cuarto en esta historia de idas y venidas que se ha contado en la prensa: Miguel Ángel Muñoz. Muy feliz, muy sonriente y tan amable como siempre con la prensa, el actor no desveló cómo se encuentra su corazón en este momento pero sí dejó claro que está feliz (por si no se habían dado cuenta por sus post en las redes sociales) y que en lo profesional está encantado.

Penélope Cruz estaba más nerviosa que Inma Cuesta, recordaba la edición de 'Belle Epoque'

Lo mismo que Juana Acosta y Amaia Salamanca, dos de las más elegantes de la alfombra, que este año volvía a ser roja por obra y gracia de su patrocinador. Una elección no exenta de polémica, puesto que el sector de la perfumería no aceptó de buen grado que Saphir fuera el patrocinador porque, según recogía 'El Confidencial' hace unas semanas, están en guerra abierta con la firma.

Los que siguen también con el hacha de guerra en alto son los políticos, aunque se vean condenados a entenderse por el resultado de las elecciones. Tres de los líderes políticos estaban en la gala: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Los dos primeros incluso charlaron entre ellos. Se echó de menos a Rajoy para terminar el cuarteto, pero se ausentó.

Y eso que hubo quien creyó que iba a asistir. También que, dada la seguridad, los Reyes iban a asistir finalmente. Pero no, la única reina que vino fue la del baldosín y los corazones, Isabel, del brazo de su nobel, Mario Vargas Llosa, y generaron más expectación que los mismísimos Pe y Bardem. Por cierto, si aún se preguntan qué hacían allí… Él entregaba un premio: a mejor guion. Aunque el motivo, una vez que Preysler posa en la alfombra roja, se diluye entre tantas y tantas historias de alfombra roja.

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