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“Me costó salir del 'famoseo', pero fue aposta”

Su última obra literaria, ‘La hija de Cayetana’, la devuelve a la vida pública, de la que desaparecerá por voluntad propia cuando termine la promoción. Mientras tanto, la escritora nos desvela cómo se desenvuelve en su papel de abuela.

Carmen Posadas acaba de publicar 'La hija de Cayetana'. / Roberto Garver

Beatriz Cortázar
BEATRIZ CORTÁZAR

Volcada en su faceta de escritora y muy al margen de salones y fiestas de postín, Carmen Posadas está disfrutando como una niña con su última creación literaria, La hija de Cayetana, con la que descubre uno de los capítulos más desconocidos de la Casa de Alba, la adopción de una niña negra por parte de la que fuera musa, y posible maja, de Goya.

  • Corazón Muy pocos debían de saber que la duquesa de Alba había adoptado a una niña negra, otorgándole sus derechos incluso en el testamento que dejó escrito. ¿Cómo llegó esta información y por qué decidió investigar para este libro? Carmen Posadas Llevaba un año y medio en otra novela que para mí fue un fracaso, ya que no sabía hacia dónde tirar. Se trataba de la biografía de una discípula de Freud, Josefina Bonaparte, y tenía una trama de lo más freudiana, con asesinatos y otras curiosidades. Quise escribirla desde su punto de vista, pero notaba que todo me chirriaba. Incluso a los que enseñaba lo que había preparado pensaban como yo. Entendí que después de estudiar mucho a Freud, sus ideas no encajaban nada conmigo. Me parece que tiene cosas de charlatán, y de ahí que no avanzara. Dejé todo lo que tenía escrito y entré en un drama personal pensando que era mi fin y que nunca iba a poder acabar un libro. Hasta que una amiga me habló de la adopción de una niña negra por parte de la duquesa de Alba y que había dos cuadros de Goya que reflejaban esa relación. Me abrió los ojos y decidí que iba a escribir la historia de las dos madres, la de Cayetana y la de la madre que deja a su hija. En el siglo XVIII en España los esclavos eran un símbolo de lujo y el colmo de la sofisticación era tener un negro de librea. También estaba de moda regalar una ‘esclavita’, que era más elegante que un perrito o un guacamayo. En el caso de Cayetana, me resultaba muy atractivo porque, aparte de su lado frívolo de mujer caprichosa, también tenía un gran corazón. Al no poder tener hijos, se enamoró tanto de esa niña que acabó convirtiéndola en su hija, hasta el punto de que, cuando muere joven y en misteriosas circunstancias, le dejó una herencia que la convirtió en una mujer muy rica. Quería contar las dos historias, la de la duquesa revolucionando a la Corte paseando con esta niña y, por otro, la vida de la mujer a quien roban esa niña. Una historia de arriba y de abajo, del mundo de la esclavitud y del de la aristocracia.

  • Corazón Una historia real, pero novelada. ¿Qué ha averiguado de esta niña? ¿Le ayudaron los Alba actuales a conocer más esta historia? Carmen Posadas Llamé a Carlos Alba porque me interesaba ver el testamento de la duquesa. Él conocía esta historia y el cuadro de Goya donde se ve a su antepasada con la bebé en brazos. Aprovecho para agradecerle las facilidades que me dieron y que me sirvieron para mucho, porque he podido certificar que era verdad que la incluyó en su testamento. En cuanto a la niña, se ha sabido muy poco. Era una esclava que venía de Cuba y que le regalaron a Cayetana como si fuera un juguete. Están los testimonios de la gente que las veía. Se vestían iguales y en esa época la duquesa estaba considerada muy extravagante, ya que lo que se estilaba era hablar francés y tomar el té o dar grandes meriendas de amigas. Pero Cayetana no pensaba así. Había nacido en Lavapiés y hacía gala de ser muy castiza. Le gustaba vestirse como las manolas, tenía amigos toreros y cómicos, y siempre decía que era una niña de la calle. Su padre murió cuando tenía ocho años, su madre se volvió a casar y como no la veía mucho por su agitada vida social, al final siempre estaba con las tatas en la calle y bailando detrás de los organilleros.

Cayetana era caprichosa, pero con un gran corazón"

  • Corazón La última duquesa de Alba fue admiradora de su antecesora y la emuló vestida como en el cuadro en la boda de su hijo Cayetano. ¿Sabe que quiso adoptar una niña en La India? Carmen Posadas No tenía ni idea, es la primera noticia, ¡pero qué increíble! Hubiera sido la bomba, ya que son muy parecidas. A las dos les gustaban los toros y el flamenco, eran hijas únicas y muy diferentes al resto de su época.

  • Corazón ¿Y no lo ha hablado con su viudo, Alfonso? Carmen Posadas No, lo conozco muy poco. Tan solo hablamos en una boda en la que coincidimos en una ocasión.

  • Corazón ¿Va a acabar con el misterio de saber si fue Cayetana la que posó para las majas de Goya? Carmen Posadas No quiero desvelar la intriga del libro, como tampoco los misterios de su muerte. Falleció a los 40 años, por una extraña enfermedad que solo aguantó una semana. Como tenía gran rivalidad con la reina María Luisa de Parma, siempre existió el rumor de que la había envenenado, al igual que se dijo que le quemó el palacio. En 1945, el abuelo del actual duque decidió hacer un estudio post mortem para acabar con ese misterio y, al abrir su tumba, vieron que le faltaba un pie. Un misterio que nadie entendía y por el que se abrió una investigación que también desvelo en la novela. Hay muchas sorpresas en el libro, y eso que siempre quise ajustar la historia de la duquesa a la realidad, porque han circulado mil leyendas sobre su vida y ahí está la novela Volaverunt, que tiene una teoría sobre su muerte sobre la que difiero.

No soy una abuela gagá porque mi suegra era así"

  • Corazón ¿Los Alba no saben qué fue de esa niña? Carmen Posadas Carlos no tiene ni idea. Y este desconocimiento me ha permitido novelar algunos capítulos que me han dado mucho juego.

  • Corazón ¿Cómo han reaccionado ellos ante su libro? Carmen Posadas Aun no lo sé. Se lo envié a Carlos y a Eugenia, pero no tengo respuesta.

  • Corazón ¿Por qué cree que en la sociedad actual los asuntos de reinas y esclavos siguen interesando? Carmen Posadas He intentado describir los dos mundos. Pienso que las pasiones son iguales en todas las clases, solo cambia el decorado. El comportamiento de las clases altas en el siglo XVIII no difiere tanto del de la actualidad. En ese siglo las mujeres eran más libres que 50 años atrás. Los matrimonios se hacían por conveniencia, pero después cada uno era libre para hacer su vida. La libertad que tenían esas mujeres para estudiar o hacer lo que quisieran no se recuperó hasta mediados del siglo XX, con la revolución del feminismo.

  • Corazón Aborda un asunto poco tratado en nuestro país, como es la esclavitud. Carmen Posadas Como sudamericana siempre pensé que la esclavitud estaba en las colonias españolas, pero no en la propia España. Cervantes, en el XVII, habla de Sevilla como el «damero de Europa», porque había un diez por ciento de negros. También había esclavos, pero en el siglo XVIII los negros eran un objeto de lujo y aquí tenían una vida un poco más llevadera. Muchos estaban en el mundo del teatro, y eso lo sé porque me he basado en el libro La corte de Carlos IV para contar la historia de los artistas de la época, y ya aparecían muchos esclavos. Había de todo. Mi pobre protagonista lo había pasado fatal, pero otros tenían una vida mas fácil. Estuve investigando qué fue de la población negra que contaba Cervantes y después de hablar con historiadores, el único rastro que he hallado es en Gibraleón (Huelva). Si ves las imágenes compruebas que tienen rasgos africanos, pero el resto desapareció. Es curioso porque quedan rastros de los árabes, gitanos y hasta de los orientales, pero solo vi ese pueblo como recuerdo de la población negra.

  • Corazón ¿Cree que la llegada de pateras a nuestras costas es la nueva esclavitud? Carmen Posadas Me ha recordado mucho a lo que he investigado, aunque con ciertas diferencias. Pienso que la esclavitud ha sido el mayor genocidio de la historia, ya que ni siquiera hay cifras que puedan contabilizarlo. No sabemos qué va a pasar con todas las personas que huyen de sus países y desconocemos cuál va a ser su futuro. Es muy probable que haya un brote xenófobo.

  • Corazón Una novela que requiere tanta investigación la mantendrá aislada de la realidad, ¿cómo se organiza? Carmen Posadas Soy una persona muy solitaria, necesito estar sola la mitad del día para no angustiarme. Por eso me encanta meterme en archivos y viajar para inspirarme.

  • Corazón ¿Imaginaba que su vida le iba a llevar por estos derroteros literarios? Carmen Posadas Es el camino que siempre deseé, pero reconozco que todo tiene que ver con la suerte. Hay muchas personas con talento que escriben y nunca consiguen vender, y otros que arrasan con novelas horrendas. Reconozco que soy trabajadora, pero a mi favor también ha jugado la suerte.

  • Corazón ¿Qué sensación le queda tras acabar una novela así? Carmen Posadas Hay escritores que dicen que se sienten solos, pero son cuentos chinos. Yo estoy encantada de acabar, porque me ha dado mucho trabajo. A partir del mes de enero veré en qué me centro. De momento, estoy volcada en la promoción.

  • Corazón Y a qué dedica su tiempo libre cuando lo tiene? Carmen Posadas A mis libros, a mis hijas y a mis nietos, que tengo cinco y me absorben mucho tiempo. Hago una vida muy familiar.

  • Corazón Lo cierto es que se la ve menos por las fiestas... Carmen Posadas Ese mundo nunca me interesó porque, recuerda, soy una persona muy solitaria. Me costó mucho salir del famoseo, pero fue algo deliberado porque no me interesaba nada. Ahora estoy feliz con mi vida literaria y solo resurjo cuando hago las promociones, para luego desaparecer otra vez.

  • Corazón ¿Cómo es como abuela? Carmen Posadas No soy una abuela gagá, porque mi suegra era así y se dedicaba a ‘desprogramar’ a mis hijas. Tampoco entiendo esa moda de decir que las abuelas están para malcriar y dar caprichos. Yo los disfruto mucho y respeto lo que digan sus madres.

  • Corazón ¿Quizá lo hace porque son nietos de hijas? Carmen Posadas Con una nuera tampoco lo haría porque me odiarían.

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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