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Las nueve bodas de Zsa Zsa Gabor

Repasamos la vida conyugal de la actriz, que ha fallecido a los 99 años la pasada madrugada.

Zsa Zsa Gabor el día de su boda con Joshue Corden. / gtres.

CARLOS GONZÁLEZ

Nunca pasará a la historia del cine como una de las grandes, pero sí a la del cotilleo. Y es que su vida se cuenta mejor recordando sus matrimonios y sus explosivas declaraciones sobre los hombres, que las películas que rodó. Una vez, eso sí, ganó un Globo de Oro, pero en la extraña categoría de actriz más glamurosa.

El pasado 6 de febrero cumplió 99 años. La actriz se ha quedado a las puertas de los 100, porque fallecía esta noche en su casa de beverly Hills. Le rendimos homenaje repasando los nueve grandes amores de su vida.

1. El matrimonio que nunca llegó a consumar

"Los diamantes son un leitmotiv en nuestra familia", decía Zsa Zsa refiriéndose a su obsesión por ellos y al vínculo que siempre ha establecido entre hombres y joyas, pero también al hecho de que nació en Budapest, en el seno de una próspera familia de joyeros. Con 19 años consiguió el título de Miss Hungría y poco después se casó con Burhan Belge, diplomático, intelectual y político turco al que conoció en casa de su abuela.

Era tan divertido como alguien que se encuentra en pleno ataque de apendicitis"

"Era tan divertido como alguien que se encuentra en pleno ataque de apendicitis, pero su aire sofisticado y de misterio, y su oscura belleza, me intrigaban", así le definió. Y parece que no andaba muy desencaminada. En su noche de bodas, entró al dormitorio, vio que el perro de la actriz estaba en la cama con ella y se marchó a otra habitación. Ni consumaron entonces ni en ningún otro momento. Se instalaron en Ankara y allí Zsa Zsa perdió la virginidad con Atatürk, fundador de la Turquía moderna, quien la sedujo valiéndose de una espectacular joya. O, al menos, eso es lo que contaba ella en sus memorias. «Me deslumbraba con su destreza sexual y me seducía con su perversión», escribió sobre su primer amante. Cuatro años después, Zsa Zsa abandonó Turquía y a su primer marido con destino a EE.UU., donde vivía su hermana Eva.

2. El padre de todos los Hilton

Al llegar a Los Ángeles conoció a Conrad Hilton, fundador de la cadena de hoteles y 30 años mayor. "Este hombre es América, áspero y dominante. Un texano de ojos azules que va por el mundo con sombrero enorme y espuelas, y siempre se sale con la suya".

Este hombre es América, áspero y dominante"

Es lo que Zsa Zsa pensó al conocerle, aunque le dijo: "Creo que voy a casarme con usted". Él, soltero empedernido, se rió. Cuatro meses después la intuición de la húngara se hacía real. La relación nunca fue fácil, entre otras cosas porque Hilton siempre sospechó que ella estaba con él por su dinero. Zsa Zsa sufrió una fuerte depresión, pasó siete semanas en un sanatorio y, al salir, se lió con su hijastro Nicky Hilton. "Era sexy y excitante, pero no como Conrad", comentó. Esa aventura se mantuvo en el tiempo, incluso cuando él se casó con Elizabeth Taylor y ella, con George Sanders. El matrimonio terminó con una violación de Conrad, de la cual nació Francesca, única hija de la actriz.

3. El gran amor de su vida

Solo seis semanas después de dar a luz, Zsa Zsa fue a un fiesta y ahí estaba él, el hombre que más deseaba, el actor George Sanders. "Estoy locamente enamorada de usted", le dijo. Y él respondió: "No sabe cuánto la entiendo". Pero también cayó, y de qué manera. La actriz le describió así: "Era irritante y encantador, inteligente y educado, un canalla y un caballero, un hombre que sabía cómo tratar a las mujeres y cómo torturarlas".

O sea, un maltratador que ya en la luna de miel casi la tira por una ventana del hotel Formentor de Mallorca por culpa de los celos. Era, además, tacaño y no terminaba de entender el concepto de fidelidad cuando se refería a él. Tuvo aventuras, entre otras, con Marilyn Monroe o la rica heredera Doris Duke. Aunque en ese caso, le salió el tiro por la culata. Zsa Zsa lo descubrió y quiso vengarse de los dos. ¿Solución? Seducir al 'playboy' Porfirio Rubirosa, ex de su rival y del que Doris aún seguía enamorada. Coincidió con Rubirosa la noche del estreno de Moulin Rouge, y la 'hipnotizó'. Luego, en la cama, Zsa Zsa contó que perdió "todo sentido de la realidad" y que se volvió "adicta" a él.

Sentía que George no era suficiente para mí porque no era Rubi... y viceversa"

A partir de ese momento, se estableció un triángulo aireado por la prensa y ante el que ella era incapaz de decidir: "Sentía que George no era suficiente para mí porque no era Rubi y que Rubi no era suficiente para mí porque no era George".

Sanders decidió divorciarse en 1954. Ella lloró en el juicio, él luego fue a su casa para consolarla, se abrazaron, se besaron y acabaron en la cama. "Fuimos amantes para siempre, hasta el día de su muerte", contó ella. Este culebrón no ha acabado. En 1970, Sanders, mayor, deprimido y enfermo, le pidió a su ex que volvieran a casarse. Ella le responde que no, pero le comentó que la mitad de las mujeres de Estados Unidos aceptaría esa proposición. Hasta le sugiere un nombre: el de su hermana Magda. A Sanders le gustó la idea y Zsa Zsa, loca de celos y sin haber encajado el golpe, asistió poco después a la boda.

"Dentro de mi mente, George continuaba siendo mío", escribió en sus memorias. El matrimonio duró solo seis semanas, ya que él no paraba de pedirle a su ex que fuera a verles, llamaba Zsa Zsa a su nueva mujer y hasta la madre de ambas se quejó un día ante la primera esposa: "¡Toda la ciudad habla de que estás saliendo con el marido de tu hermana!". Dos años después, él se suicidó en Castelldefels (Barcelona). "Nunca superaré a George ni su muerte", dijo.

4. El único hombre al que no amó

Tardó ocho años en volverse a casar. Aunque Zsa Zsa no se quedó quieta durante todo ese tiempo. Frank Sinatra, Richard Burton o Sean Connery son algunos de los hombres que pasaron por su vida entonces. Conoció al banquero Herbert Hutner en una fiesta benéfica y solo dos semanas después, ella le daba el ‘sí, quiero’ sin estar enamorada. El matrimonio, en realidad, lo había decidido su masajista. Estaba con ella cuando recibió el anillo con un diamante de 23 quilates que llegó a estar valorado en tres millones de dólares. La masajista lo vio claro: "No podemos devolverlo", dijo.

Necesitaba un sinvergüenza para amar de veras"

Y Zsa Zsa le hizo caso. Su cuarto marido lo tenía todo, era perfecto, aunque quizá demasiado. "Era tan amable, bueno y considerado, que yo me deprimí profundamente. Muy pronto dejé de hablarle. Necesitaba un sinvergüenza para amar de veras", comentó y hasta organizó una cena para intentar colocárselo a Gina Lollobrigida o a la princesa Soraya. Pero eso tampoco funcionó. Siguieron juntos hasta que a ella se le cruzó el siguiente y cuando le dijo a Herbert que se divorciaba, él se echó a llorar.

5. El gran error

"Nunca volverás a encontrar a otro Herber Hutner", le advirtió su madre, y ella, siempre supersticiosa, supo que dejar a su cuarto marido suponía abrir la puerta a la mala suerte. Así fue. Joshua Cosden era un "príncipe texano" muy rico había estudiado en la Sorbona y se parecía a James Stuart. Tenía también un cáncer y poco después de casarse le quitaron un pulmón.

Cosden era "un príncipe texano"

No fue el único que pasó por quirófano: a Zsa Zsa le operaron de urgencia durante el viaje de novios. A él no le gustaban los modales de la actriz ni los de sus amigos, tampoco los judíos ni los negros. "Nunca podré volver a Texas", dijo Cosden cuando ella besó a Sammy Davis Junior en un programa de televisión. Se divorciaron a los seis meses. Al llegar a México para firmar los papeles, esperaba a la actriz una pancarta que ponía: "Bienvenida otra vez, Zsa Zsa".

6. Una Barbie para el inventor de las Barbies

Era ingeniero y muy inteligente. Jack Ryan empezó diseñando misiles y luego se pasó a los juguetes. Inventó a Barbie. ¿Cómo no iba a enamorarse de Zsa Zsa? Eran, además, vecinos y la actriz no podía dormir por las fiestas que él organizaba. "Tuve que casarme con ella para que no se quejara", dijo.

Practicaba el intercambio de parejas y diversas experiencias sexuales más"

Al día siguiente de la primera cita, en lugar de un regalo, empezó a construir una segunda planta en la casa de Zsa Zsa. Pero tenía también un lado oscuro. En la luna de miel fueron a Tokio e intentó que ella se liara con el guía. "Practicaba el intercambio de parejas y diversas experiencias sexuales más", contó la actriz. De hecho, él nunca dejó del todo su casa ni las dos amantes con las que vivía, tampoco la mazmorra que tenía en el sótano para divertirse. Cuando se divorciaron, a los siete meses, Ryan aún no había terminado las obras de esa segunda planta en el hogar de ella.

7. Su matrimonio más caro

Esta vez no tuvo que ir muy lejos para encontrar a su siguiente marido: se casó con el abogado que le divorció de Jack Ryan. " En el momento que le puse los ojos encima, me quedé embelesada. Sugerí que fuéramos a cenar. Tras lo cual nos casamos allí mismo, en Las Vegas, en la misma capilla en la que me había casado solo siete meses antes", contaba ella.

Michael y yo nos casamos en el mismo sitios que me había casado siete meses antes"

Lástima que Michael O’Hara no resultara muy divertido y lástima que Zsa Zsa no hiciera caso del consejo que le dio una amiga: no te cases con un abogado porque puede costarte muy caro. En efecto, así fue. Ella misma reconocía que nunca supo qué había pasado entre ellos y por qué se torció su matrimonio, tan precipitado como la separación. Fue el único con el nunca volvió a hablar tras el divorcio.

8. La boda que no llegó a existir

Zsa Zsa no se fiaba de él. Definía al actor y abogado mexicano Felipe del Alba como "un hombre que parecía no tener otra ocupación más que ser el novio de mujeres ricas o famosas". Aún así, se dejó querer y hasta se embarcó en el yate de su cuñado con un vestido color salmón de Oscar de la Renta y una banda de mariachis para casarse por octava vez.

No parecía tener otra ocupación que ser novio de mujeres ricas o famosas

O no exactamente, porque el divorcio de Michael O’Hara aún no estaba cerrado del todo. Y además, el cuñado, conociéndola, le hizo un favor y celebró la boda a menos de 12 millas de la costa, donde el capitán no tenía poderes para casarles. La ceremonia fue solo una pantomima. O la excusa para montar una fiesta más.

9. El final más triste

"Nuestro matrimonio es colorido, volátil y poco convencional", aseguró Zsa Zsa. Dicho así suena bonito. Pero quizá no tanto. El alemán Frédéric Prinz von Anhalt presume de un título de príncipe que no tiene la menor validez legal y que adquirió tras ser adoptado de forma más que dudosa. La actriz y su último marido se conocieron cuando les presentó un fotógrafo al que él pagó 5.000 dólares por la gestión.

Nuestro matrimonio es colorido, volátil y poco convencional"

Se casaron en 1986 y desde entonces, él ha protagonizado unos cuantos escándalos y polémicas, como cuando reclamó la paternidad del hijo de Anne Nicole Smith alegando que habían tenido una relación de diez años o cuando fue acusado de adoptar de forma fraudulenta a todo aquel que quisiera lucir su apellido y su falso título a cambio de una cantidad de dinero. Entabló una batalla legal con Francesca –la hija de Zsa Zsa– por controlar las finanzas de la actriz. Francesca murió en 2015, a los 67 años, sin poder ver a su madre y con graves problemas económicos.

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