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Han pasado ya unos días desde que Aretha Franklin falleciese a los 76 años víctima de un cáncer, dejando un largo legado musical y una gran familia, formada por sus cuatro hijos, y el hombre con el que ha compartió sus últimos 30 años de vida, Willie Wilkerson.
Aunque en los últimos momentos de vida de la cantante todos estuviesen junto a ella, ahora, tras su muerte, la familia ha quedado completamente rota. Al parecer, la causa de su desunión no es otra que la herencia. Y es que, son muchas las ocasiones en las que una herencia millonaria rompe una familia.
Según ha afirmado 'RadarOnLine.com', la cantante murió sin haber hecho testamento y habiendo dejado una fortuna valorada en 70 millones de euros. Al parecer, la familia está luchando para que ese patrimonio se quede en la familia y no pueda obtener nada de él Willie Wilkerson, el hombre que nunca quisieron como pareja para su madre.
- Muere Aretha Franklin, la reina del soul