La monja demoníaca

Taissa Farmiga, habitual de ‘American Horror Story’, es la protagonista de ‘La monja’, película de terror que es secuela de ‘Expediente Warren: El caso Enfield’ (aquí la protagonista era Vera Farmiga, hermana mayor de Taissa, e interpretaba a Lorraine Warren, la investigadora de fenómenos paranormales). No sabía James Wan que con su productora Atomic Monster iba a crear un malísimo de culto con ese Valak conocido como ‘La monja’.

1952, en un convento de clausura rumano se suicida una joven monja. El Vaticano envía para investigar a un sacerdote que estuvo poseído (Demian Bichir) y una novicia a punto de tomar los hábitos. Allí descubren el secreto de la orden. Ambos se enfrentan al mal en forma de monja demoníaca, arriesgando sus vidas y su fe.

En ‘Independencia en la granja’ (Renacimiento) veremos personajes como Puerquimón, un marrano que lucha por liberar a su pueblo de la tiranía de la Granja Ibérica (‘la Granja Ibérica ens roba’), a la oveja aranesa Forcamiel o al dóberman Junquito. José Serralvo (Jerez, 1984) ha tirado de Orwell para satirizar el ‘procés’, con una narración que empieza con el nombramiento de Puerquimóncomo líder de los independentistas y acaba después del 1 de octubre. Podremos leer cómo Puerquimón adoctrina y denuncia el robo del Quijote, importante obra catalana de principios del siglo XVII, por los secuaces de Felipe III, que destruyeron el manuscrito después de traducirlo al castellano.

Entre ‘jijí’ y ‘jajá’, también se recuerdan las políticas proteccionistas en beneficio de Cataluña que duraron 300 años. Lo que Stendhal escribió tras visitar España en 1837: “Los catalanes exigen que cada español que usa telas de algodón pague cuatro francos el paño porque en el mundo hay una Cataluña. Es preciso que el español de Granada, Málaga y La Coruña no compre, por ejemplo, los tejidos de algodón ingleses que son excelentes y cuestan un franco la vara…”.

Dan Marshall (Salk Lake City, 1982) estudió en Berkeley y trabajó en el departamento de comunicación de una empresa en Los Ángeles. A los 25 años su vida cambió y tuvo que volver a Utah para cuidar de sus padres. Todo pasó a ir mal en esa casa.

Su padre, que corría maratones, casi no se podía mover, su madre tenía un cáncer e iba todo el día en bata, una hermana que estudiaba y trabajaba a la vez se quiso meter a monja, otra amenazaba con fugarse con su entrenador de lacrosse 25 años mayor que ella... Como el propio Marshall dice, hay desgracias que sólo se pueden combatir con la risa. Y eso es lo que él hizo al escribir ‘Arde tu casa’ (Blackie Books), llevando al lector a la carcajada con su tragedia familiar. Solo con humor se pueden soportar algunas pesadillas.

Entre tanto programa cansino de cocina o de comida, todavía se pueden aguantar algunos. ‘El gourmet samurai’ no es una novedad, es una serie de 2017 basada en el tebeo ‘El gourmet solitario’ (1997), de Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi,  magnífico retrato de Japón y su riqueza gastronómica. Japón siempre se ha explicado de manera extraordinaria en tebeo (‘Pies descalzos’ es lo mejor que se puede leer sobre Hiroshima y sobre el carácter nacional).

En la serie, el protagonista, un recién jubilado, se dedica al placer de comer (no se me ocurre otro superior). Y a comer solo: “Una mesa para uno es el único lugar donde el hombre puede ser verdaderamente libre”.  La serie que se puede ver en Netflix tiene 12 capítulos de 20 minutos que se pasan volando mientras la boca se te hace agua y conoces Japón. A Ruth Benedict le habría venido muy bien ver esta serie para ‘El crisantemo y la espada’.

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