Lady Gaga: la cantante que se creía 'la reina del universo'

sin dramas. Así ha sido la ruptura de Lady Gaga con Christian Carino, con el que llevaba dos años y con el que tenía previsto casarse este verano en Venecia. "Las relaciones a veces se acaban", ha confirmado a la revista 'People' una fuente cercana a la pareja.

Al menos, en la gala de los Oscar triunfó… Pero solo a medias. Se llevó el premio a la mejor canción original y protagonizó una brillante actuación. Lástima que se quedara sin la estatuilla a la mejor actriz principal.

Aunque su verdadero triunfo es haber dejado los disfraces y las polémicas atrás, ese afán permanente por llamar la atención que marcó su ascenso a la fama. O sea, ya no necesita vestirse con unos cuantos kilos de filetes, como en la gala de MTV VMA de 2010. Seguro que lo recuerdan.

Vinieron, antes y después, muchos otras excentricidades. Como su reverencia ante la mismísima reina de Inglaterra con un traje de látex rojo y la cara pintada. O cuando dijo que iba a sacar un perfume que contendría sangre y semen. O algunos de sus vídeos más polémicos, como Alejandro y Judas, en los que mezclaba sexo y religión. O cuando una bailarina fingió vomitarla encima en una actuación y la acusaron de ‘glamurizar’ los trastornos alimenticios. O la sospecha permanente de que todo eso ya lo hizo décadas antes Madonna. Incluso la ambición rubia se lo ha recriminado. "Ella es inferior", llegó a decir.

Y respecto a la ruptura, también ha ganado la cantante con los años. No parece que Carino vaya a plantearle ningún problema, aunque solo sea porque además de su ex, se trata de su mánager. Un trabajo que desempeña como empleado de la agencia que también representa a artistas como Miley Cyrus, Justin Bieber o Jennifer Lopez.

La separación de Robert Fusari resultó mucho más traumática. Empezaron a salir en 2006, cuando ella era una desconocida, y él compuso y produjo algunas canciones de su primer disco, por lo que se adjudicó el título de descubridor de la artista. Según Fusari, también se inventó el nombre de Lady Gaga y recondujo su carrera desde el rock a la música electrónica. Tras romper, él amenazó con una demanda de 30 millones de dólares por los servicios no pagados. A lo que ella respondió que el contrato que ambos habían firmado no tenía ninguna validez legal y que él estaba dañando su imagen.

También Jennifer O’Neill, una exasistente personal, la denunció. Reclamaba casi 400.000 dólares por más de 7.000 horas extras que no le había pagado. Su nivel de exigencia llegaba hasta tal punto, que la empleada debía estar siempre disponible y hasta dormir con ella porque tenía miedo de quedarse sola. La declaración de la cantante en 2013 fue todo un espectáculo. Perdió los papeles y proclamó: «Ella se cree la reina del universo y no quiere ser una esclava, pero en mi trabajo y en lo que hago, yo soy la reina del universo».

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