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Bodas de cristal

Así fue la boda «íntima pero no secreta» de Julio Iglesias y Miranda hace 15 años en Marbella: cinco invitados, dos testigos y tres curas

Aunque sus vidas se cruzaron hace 35 años, Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger tardaron dos décadas en formalizar su matrimonio. Recordamos cómo fue la exclusiva y casi secreta boda del cantante y la ex modelo hace tres lustros.

Julio Iglesias y miranda

A sus 81 años (cumplirá 82 en septiembre), Julio Iglesias celebra este verano sus Bodas de Cristal con Miranda Rijnsburger. Quince años llevan unidos en matrimonio el cantante y la ex modelo holandesa aunque su historia de amor nació mucho antes. Julio y Miranda habían compartido sus vidas durante dos décadas para cuando se animaron a formalizar lo suyo. Pero, ¿por qué tardaron tanto tiempo en pasar por el altar?

En el programa que Lazos de sangre de La 1 dedicó al artista español se apuntaba a que fueron sus propios hijos los que le pidieron dar este paso. Por su parte, el cantante contó en una entrevista para la revista ¡Hola! que en realidad la pareja llevaba años hablando de matrimonio pero ya se sentían como casados. «Ahora hemos decidido formalizar nuestra relación civil y eclesiásticamente. Que se hayan cumplido veinte años desde que nos conocimos no ha sido el motivo. El motivo principal es que era el momento justo», explicó el artista en el momento de dar el 'si, quiero'.

La íntima boda de Julio Iglesias y Miranda

El gran día tuvo lugar el 24 de agosto de 2010. Julio Iglesias tenía 66 años, Miranda Rijnsburger 44 y la pareja ya había traído al mundo cinco hijos: Miguel Alejandro, Rodrigo, las mellizas Victoria y Cristina, y el pequeño Guillermo, que en el momento de la boda tenía solo tres años y este 2025 ha cumplido su mayoría de edad.

La ceremonia religiosa que les unió en matrimonio fue oficiada por el padre Luis de Lezama, asistido por los padres Juan Mari Laboa y Roberto Rojo, en la parroquia de la Virgen del Carmen, de Marbella. «Nos casamos aquí porque tanto yo como mi mujer adoramos España y estamos muy felices en nuestra casa, en Marbella. Mi mujer, por mis raíces españolas, se siente tan española como holandesa, y nuestros hijos se sienten también muy españoles», contaba Julio tras la boda.

El sacerdote que ofició la misa deslizó algunos detalles a la prensa. «En realidad preparábamos la boda desde hacía más de un año. El día elegido fue lo de menos. Fuimos a la iglesia el martes por la mañana. Nadie los vio entrar. Fue tan sencillo como emocionante. Los niños siguieron la ceremonia muy atentos, el resto fue hermoso y mágico», explicaba el sacerdote.

Como rezaba la crónica de ¡Hola!, cabecera que publicó la boda en exclusiva, «no se casaron en secreto, sino en la intimidad». Y razón no les faltaba porque el ambiente no podía ser más íntimo: a la ceremonia religiosa solo acudieron los cinco hijos de la pareja y el matrimonio que estaba con la familia desde hacía 30 años administrando sus propiedades, que ejercieron como testigos. La celebración posterior tuvo lugar en Cuatrlo Lunas, la finca que los Iglesias tienen en Ojén, localidad de la Costa del Sol.

De blanco y con el servicio cogiendo el ramo

La novia fue, como manda la tradición, de blanco. El novio también fue de blanco, un color que hemos visto mucho a Julio Iglesias. Los hijos de ambos, de blanco también. Y los invitados, es decir, el servicio que atiende a la familia en la casa, de blanco también. Aunque la boda tuvo lugar en Málaga, cualquiera podría pensar que era una boda ibicenca.

Julio Iglesias lució aquel día pantalón de algodón y camisa de lino. Miranda llevó dos trajes de novia firmados por Oscar de la Renta. La exclusiva de la revista ¡Hola! ocupó cuarenta páginas en las que se podía ver, paso a paso, los detalles del enlace, incluido el momento en el que la novia se colocaba de espaldas para lanzar el ramo de flores (blanco también) a las personas de servicio (que incluían a las tres niñeras de los pequeños y Omar, el fiel mayordomo del cantante) que les acompañaron en tan mi importante día.

Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger celebran este año sus Bodas de Cristal. Gtres

Quince años después de aquel día, la pareja continúa junta, pero no revuelta. De hecho, desde hace unos años, el matrimonio vive en casas separadas: ella reside en Miami, en la casa de Indian Creek, con los cinco hijos de la pareja mientras que el cantante se ha afincado en su residencia de Punta Cana, en la República Dominicana, por razones de salud y trabajo.

Miranda además pasa los veranos en Marbella, y aunque mantiene un perfil público muy bajo, la hemos podido ver estos días junto a sus hijas en un homenaje a Niccolo, el fallecido sobrino nieto de Julio Iglesias. De él, hace tiempo que no se tienen imágenes ni muchas noticias. Su ostracismo es tal que el pasado mes de abril se vio obligado a emitir un comunicado (a través de su revisat de cabecera) para desmentir que se hubiera retirado.

«Me han matado mil veces, me han retirado unas 20.000, me han enfermado otras tantas… Esta es la historia de siempre», declaraba el artista. Yo he elegido esta vida. Convivo a las mil maravillas con la soledad. Es mi compañera. Pero es una compañera elegida, no impuesta, a la que te acostumbras y con la que cada día soy más feliz«. Veremos si para sus bodas de Cristal, volvemos a ver a la pareja unida.