PAREJA FELIZ
PAREJA FELIZ
Sin duda, Norman Foster es uno de los arquitectos más importantes del mundo y específicamente del Reino Unido, donde va a entrar de nuevo por la puerta grande en la historia. Su estudio ha ganado recientemente el concurso para diseñar un memorial para la reina Isabel II que se inaugurará el 21 de abril de 2026, coincidiendo con el que habría sido el 100 cumpleaños de la soberana británica.
Su fama ha trascendido la arquitectura y es un habitual de la crónica social por su enorme relevancia pública y por la pujanza de su mujer, Elena Ochoa, Lady Foster, gran amiga de Marie-Chantal Miller, a quien la prensa británica sigue con gran interés por su labor profesional al frente de Ivorypress, una exquisita editorial especializada en el mundo del arte con oficinas en Londres y en Madrid. También brilla a través de sus exposiciones.
Su historia de amor nació de una manera casual en España en una cena en 1993, cuando sentaron a Elena Ochoa a su lado porque era la única de los invitados que hablaba inglés con el nivel suficiente para charlar con el prestigioso arquitecto de las cuestiones que pudieran surgir en un encuentro de estas características.
«Debió de dejarle boquiabierto», se afirma en una crónica de 2006 del diario The Guardian en el que se rinde a las grandes capacidades profesionales de Elena Ochoa, una figura de gran trascendencia mediática en España cuando presentó el programa Hablemos de sexo, a las órdenes de Chicho Ibáñez Serrador.
Así, en el mencionado artículo podemos leer que «Ochoa ha redefinido a Foster desde que se casaron. Le ha sacado de la órbita arquitectónica, algo desenfadada, y le ha llevado a la estratosfera de los aviones Lear y el personal doméstico con uniformes almidonados, pero no ha tenido ninguna pretensión de decirle cómo dirigir su estudio. Ha evitado cuidadosamente el patrón profesional convencional de las esposas de arquitectos».
Elena Ochoa llegó a la vida de Norman Foster después de un matrimonio fallido con el intelectual Luis Racionero, fallecido el 8 de marzo de 2020. La pareja se casó en secreto en La Torre del Remei, en Girona, en 1991, pero rompieron a los tres años. El último de ellos lo pasaron viviendo en Cambridge.
El que fuera director de la Biblioteca Nacional en Madrid se casó hasta en seis ocasiones, como él mismo recordaba en una entrevista en El Periódico poco antes de morir, pero en ninguno de los casos logró que fueran definitivas pues acabaron con diferencias irreconciliabes.
Antes de enamorarse de Elena Ochoa, Norman Foster había estado casado en dos ocasiones. La primera con la arquitecta Wendy Cheesman, fundadora de Team 4 y Foster Associates. Falleció en 1989 a los 51 años, víctima de un cáncer. En 1991 contrajo matrimonio con Begum Sabiha Rumani Malik. Solo estuvieron juntos cuatro años.
Padres de dos hijos, Paola y Eduardo, de 25 y 22 años, respectivamente, el momento más duro de su vida fue cuando diagnosticaron un cáncer de colon en 1999, pero el tratamiento de quimioterapia fue un éxito. En una entrevista con The Telegraph recordó cuando los médicos le dijeron que podía haber sido peor, podía haber sufrido un infarto. Y también lo acabó sufriendo tres años más tarde. Ahora, a sus 90 años, Norman Foster goza de muy buena salud.