El príncipe Harry abandona una tradición familiar por amor

El príncipe Harry dejó claro que su esposa Meghan Markle está por encima de todo, incluso de una tradición familiar que se mantiene viva desde 1853. Aunque la que más cosas ha tenido que dejar ha sido la exactriz, el sexto en la línea de sucesión al trono británico también se ha visto forzado a dejar cosas. Para ser más específicos: la cacería. Actividad que la duquesa de Sussex condena y aborrece.

Hace unas semanas el menor de los hijos de Carlos y Lady Di decidió no acudir a la caza del urogallo real, una tradición que data desde hace 165 años. Harry se encontraba junto a Markle en Escocia, disfrutando de unas vacaciones en el castillo del Balmoral y según informan medios británicos el príncipe no participó en la actividad, a la que sí acudieron otros miembros de la familia real británica, para evitar conflictos con su pareja, quien es activista de los derechos de los animales desde hace años.

Según el diario británico Express, Harry realizó su primera caza de urogallos a los 12 años.

No es la primera vez que el menor de los hijos de la fallecida Lady Di omite una cacería de esta magnitud. En diciembre de 2017, durante la realización del Boxing Day, el príncipe Harry rehusó participar en otra cacería -en este caso la del zorro-. Coincidió justamente con el anuncio de su compromiso con Meghan Markle.

"A Harry le encanta y siempre ha estado en el Boxing Day. Pero prefiere romper con tradiciones reales de largo tiempo y molestarla", indicó una fuente al tabloide The Sun.

El pasado agosto se dio a conocer que la duquesa de Sussex había tenido que cambiar algunos hábitos como comer ajo. Al menos, en banquetes oficiales, debido a que a la reina Isabel II no le gusta.