Relación prohibida
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En abril de 1966 la prensa rosa aseguraba que al corazón de Karim Aga Kham había retornado su primer amor. La baronesa alemana elegida por el amigo íntimo del rey Juan Carlos era una elegantísima, joven y hermosa mujer llamada Dolores Maria Agatha Wilhelmine Luise von Fürstenberg-Herdringen. Dolores Fürstenberg para abreviar.
A primera vista podría parecer la noticia de un romance con final feliz, pero en realidad, esos tibios titulares reavivaron un escándalo que fue la comidilla de las cortes europeas durante una década. Porque Dolores, amor adolescente de Karim, se había casado en 1955 en una iglesia católica parisina con su propio hermanastro que, para rizar aún más el rizo, también era medio hermano del propio Aga Khan, Patrick Guinness.
En el complicado mundo matrimonial de los ricos y un pelín endogámicos, en algún punto del camino tanto la madre de Dolores como la madre de Karim se casaron con el mismo hombre, Thomas Loel Guinness. Por eso, cuando en septiembre de 1966 se vio a la baronesa y sus hijos en el yate privado del Aga Khan en las costas de Cerdeña, saltaron todas las alarmas. ¿Pero fue este un reencuentro con final feliz?
Semejante carambola amorosa no entraba en las quinielas del Gotha. Que tras un flechazo adolescente con el heredero del título religioso musulmán Dolores Fürstenberg escogiera como esposo para toda la vida a un multimillonario tan cercano a la propia familia del Aga Khan fue visto como una de las traiciones amorosas más jugosas de la época.
Pero tampoco está de más recordar que en el momento en el que Dolores pronunció el «sí, quiero» y se convirtió en la señora Guinness tenía tan solo 18 años y poca o ninguna posibilidad de convertirse en la Begum. Diez años después de aquella boda y tres hijos más tarde, Dolores ya era viuda y el interés de Karim por ella se reavivó en un momento en el consejo de líderes ismailíes que intentaban ejercer de casamenteros estaban desesperándose por su soltería.
Y no es que el Aga Khan estuviera, de hecho, poco ocupado amorosamente hablando. Desde 1959 vivía un romance público y más o menos estable con Annouchka von Meks. Annouckka era de ascendencia rusa, jovencísima (tenía 16 años cuando comenzó su relación) y también demasiado rubia y demasiado poco musulmana para los ismailíes que respondieron a este amorío dejando en el escritorio de la casa parisina del Aga Khan un portfolio de fotos de mujeres musulmanas más aptas para el puesto de esposa.
Finalmente Karim abandonó a Annouchka, pero no fue por contentar a sus seguidores sino porque el 5 de octubre de 1965 su hermanastro chocó su coche contra un árbol y murió dejando libre acceso a Dolores. En abril de 1966 ya se les veía juntos por Saint-Moritz y en septiembre surcaban el Mediterráneo de vacaciones con toda la familia mientras el consejo del Aga Khan discutía si la hija del Sha de Persia, divorciada y con una hija, era suficientemente buena para su líder (spoiler, no).
Menos despistada que el entorno musulmán del Aga Khan, la columnista de sociedad Suzy Knickerbockers informó al mundo que Karim y Dolores estaban «juntos todas las noches, como lo han estado durante más de un año». Y lo que decía Suzy, iba a misa, tanto que en 1967, hasta la revista ¡Hola! en su número 1214 presentaba a Dolores como la prometida de Karim mientras otros medios afirmaban que los enamorados se habían casado en secreto.
Nada más lejos de la realidad. Al final, el Aga Khan se casó en 1969, pero no fue con Dolores ni con una princesa persa, sino con una modelo británica convertida al Islam llamada Sally. Dolores se convirtió en su romance del quiero y no puedo. Eso sí, no fue el más escandaloso. Ese dudoso honor le pertenece a Annouchka von Meks que tuvo un hijo soltera al que todos encontraban parecido con Karim.
HORÓSCOPO
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