La situación es, como poco, delicada. La presencia en los medios de comunicación de Iñaki Urdangarin se ha convertido ya en una constante, ya sea por las visitas a sus hijos o por escenas románticas con Ainhoa Armentia. Sin embargo, vemos muy poco ya en España a la infanta Cristina, quien prefiere el perfil bajo, prácticamente invisible, cuando está en su país. Paradójicamente, últimamente la vemos más en el extranjero, por ejemplo en la India.
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Cuesta muchísimo fotografiar a la infanta Cristina cuando está en España, algo que por ejemplo no ocurre con la infanta Elena, que hace vida absolutamente normal. Por eso ha sorprendido tanto que se deje inmortalizar tan tranquilamente tanto en su viaje a Perú, donde acudió como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa, como en la India.
A la vista de estos desplazamientos internacionales de la infanta Cristina, parece que ha encontrado en su agenda de trabajo solidaria una escapatoria a los problemas de su vida personal. Cristina aparece sonriente y feliz en las fotos de estos viajes, lejos, muy lejos de las negociaciones de divorcio que mantiene con Iñaki Urdangarin. Parece que han acordado firmar los papeles en verano de 2023, cuando su hija pequeña cumpla 18 años.
En su reciente viaje a la India, la infanta Cristina ha vuelto a visitar proyectos que están a su cargo, como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa. Incluso pronunció un discurso ante las mujeres emprendedoras de la Organización de Productores Agricultores de Basant Mahila, en Jhansi. Vestida con vaqueros, deportivas y una camisa blanca, su sencillez llamó mucho la atención.
Obviamente, la misión internacional de la infanta Cristina la coloca en el lugar mediático en el que se encuentra cómoda y quisiera verse de aquí en adelante. Nada que ver con las informaciones relacionadas con la crónica rosa que protagoniza su aún marido Iñaki Urdangarin o las persecuciones de los paparazzi a su novia, Ainhoa Armentia. Sin duda, estos viajes de trabajo le permiten marca una distancia sustancial con la nueva vida de su inminente ex.
La presencia de la infanta Cristina en la India es, además, familiarmente significativa. La familia real griega ha tenido en la India, sobre todo en la zona de Madrás, un lugar de retiro, descanso y sanación muy querido, pues es allí donde la reina Federica y la princesa Irene se mudaron tras el referéndum de proclamación de la república en Grecia, en 1974. Ambas estuvieron viviendo, estudiando y trabajando allí hasta el fallecimiento de Federica de Hannover en 1981.
La infanta Cristina no es de ninguna manera ajena a esta relación tan especial de la familia real griega con la India, ya que ella misma tuvo la ocasión de viajar a Madrás cuando era pequeña: solo tenía diez años. Fue en un momento vital bastante dramático para la reina Sofía, que no tuvo más remedio que acudir corriendo al amparo de su madre cuando se dio cuenta de la realidad de su matrimonio.
Sofía de Grecia ya llevaba trece años casada y había cumplido con su deber sucesorio: Elena, Cristina y Felipe ya iban al colegio. Sin embargo, la estabilidad estaba lejos de su horizonte, pues Francisco Franco acababa de morir y abría un momento de incertidumbre para la familia real. Fue entonces, en 1975, cuando descubrió que el rey Juan Carlos I le era infiel.
Ni corta ni perezosa, la reina Sofía hizo las maletas, cogió a sus tres hijos y voló a Madrás. Imposible saber si la infanta Cristina guarda algún recuerdo infantil de aquel viaje a la India que, seguro, debió ser emocionante para los tres hermanos. Hoy sabemos que el refugio Indio de la familia real griega no le alcanzó para tanto a la reina emérita Sofía, pues la reina Federica instó a su hija a volver a la Zarzuela y resignarse. A la reina Sofía no le quedó más remedio que olvidar al príncipe azul con el que se casó y consolarse con un rey.
Pero no es la reina Sofía la única royal española que ha estrechado lazos con la India. De hecho, el hijo mayor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, Juan Valentín, también también ha cambiado vacaciones por trabajo voluntario en una zona de la India cercana a Nepal, con la Fundación Entreculturas. Parece que madre e hijo tienen en común entregarse al trabajo benéfico para olvidarse un poco de los dramas personales.
«Ha estado muy cálida y simpática con nosotros. Es una persona bien fundada y muy sencilla», escribió en su perfil de Instagram Khalid Chaudhry, responsable de desarrollo de Action Aid India, sobre la infanta Cristina. «Fue inspiradora», insistió. Quizá es cierto que ha pasado página de su relación con Iñaki Urdangarin. Quizá volcarse en el trabajo, sobre todo en estos viajes, es su manera de desdramatizar.
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