Una salud de hierro
Crear una cuenta
Iniciar sesiónUna salud de hierro
Multiplicando sus apariciones públicas y privadas en las últimas semanas, la infanta Elena se ha dejado ver de nuevo en un evento, el primero desde que se publicaran en Francia las memorias de Juan Carlos I. Por culpa o no de este lanzamiento editorial, la primogénita de los eméritos decidía no acudir este fin de semana a las regatas de Sanxenxo para apoyar a su padre (como sí hizo, de incógnito, su hijo Froilán) y, en cambio, se escapaba a Sevilla para disfrutar de los caballos y la buena mesa junto a uno de sus mejores amigos, Luis Astolfi.
De regreso en Madrid, ha querido prestar su apoyo a la Fundación Kike Osborne, acudiendo a una entrega de premios de esta iniciativa encabezada por Fabiola Martínez y Bertín Osborne, que tiene como objetivo ayudar a familias con niños que sufren parálisis cerebral. Muy sonriente, la infanta Elena habló por sorpresa para los medios sobre la autobiografía de su padre, su orgullo por Victoria Federica y la buena salud de la reina Sofía a sus 87 años recién cumplidos.
Sobre Reconciliación, el libro de 500 páginas que ha escrito Laurence Debray, su biógrafa de cabecera, la hermana del rey Felipe se mostraba reacia todavía a dar su veredicto. «Todavía no he leído el libro, porque no ha salido a la venta», era su respuesta ante las preguntas de la prensa que recogían medios como la revista Diez Minutos. Tendremos que esperar para saber qué opina sobre la decisión de su padre de bautizarla en honor a una princesa francesa, Elena de Orleans, que, según confiesa en sus memorias, fue «un amor imposible».
A cambio de no hacer declaraciones sobre la autobiografía del emérito, su hija no esquivó las preguntas de los reporteros presentes en la entrega de premios sobre otros de sus familiares. Interrogada sobre la faceta de influencer y rostro cada vez más habitual en la televisión de Victoria Federica, la infanta Elena mostraba su orgullo por su carrera, asegurando que «mi hija lo está haciendo muy bien».
También tuvo palabras de admiración la royal para su madre, que acaba de cumplir 87 años en plena forma, como demostraba con su agenda exigente en las Islas Baleares hace unos días. En Ibiza visitó las instalaciones del Banco de Alimentos y posteriormente inauguró el XI Congreso Nacional de Alzheimer y el XV Congreso Iberoamericano.
Ante los medios, la infanta Elena aseguraba que los años no pasan por doña Sofía y no dudaba en explicar de un modo de lo más divertido el secreto de su buena salud y gran energía a su avanzada edad, asegurando que «mi madre ha hecho un pacto con el diablo».
Como «la reina más pura de toda Europa». De este modo calificaba Nacho Duato a su buena amiga doña Sofía en su reciente visita al programa de Marc Giró. Y aunque no hay duda de que su sangre azul se remonta a numerosas generaciones reales, es más sorprendente la salud de hierro de la que hace gala la que fuera consorte del rey de España durante casi cuatro décadas.
De hecho, si exceptuamos su ingreso en el hospital el año pasado a causa de una infección urinaria y cuando se contagió de coronavirus en 2022, la reina Sofía llevaba sin pisar una clínica desde los años 60. Un sorprendente récord que contrasta con la frágil salud de su hermana, la princesa Irene.
Pero, pactos con Satanás aparte, ¿cuál es el secreto de sus energías aparentemente inagotables? Todo indica que gran culpa de ello la tiene su sano estilo de vida. La emérita puede presumir de su buen estado de salud gracias a la milenaria medicina ayurvédica y a su alimentación, que consiste en una dieta prácticamente vegetariana, desde que en 1964 falleciera su padre, el rey Pablo I de Grecia, debido a un cáncer de estómago. ¿Su único capricho? El chocolate.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.