ACONTECIMIENTO FAMLIAR
Este 4 de octubre en la iglesia de los Gitanos de Sevilla se va a producir un acontecimiento social de primera magnitud, la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan. Durante estas semanas previas muchas han sido las especulaciones en torno a los invitados que asistirán a este enlace. Ayer supimos que no acudirá el conde de Siruela, pero sí su hijo, Jacobo Fitz-James Stuart.
Siempre hemos dado por hecho que dos de los hermanos no se lo perderían en la boda y así será. Eugenia Martínez de Irujo estuvo incluso en la quiniela para ser la madrina, algo que ella desmintió enseguida, pues la elegida era Amina Martínez de Irujo, hija de Cayetano Martínez de Irujo y la socalité mexicana Genoveva Casanova.
También se contaba con Fernando Martínez de Irujo, gran mediador en las diferencias familiares, hombre conciliador y de talante, que desvelaba recientemente en su reaparición tras unos meses apartado de la vida pública que se encontraba muy recuperado de sus problemas de salud y que solo le quedaba someterse a una sesiones de radioterapia.
Otra incógnita ya resuelta es la presencia del duque de Alba, que confirmó él mismo en Sevilla. El aristócrata y Cayetano Martínez de Irujo ya habían acercado posturas hacía tiempo y habían dejado atrás algunas de sus diferencias que incluso habían llegado a los medios de comunicación. No deja de ser una excelente noticia que entre ellos vuelva a reinar la cordialidad.
El gran tándem Jacobo Siruela-Inka Martín
El pasado martes, sin embargo, surgía otra noticia que no era tan sorprendente. No estarán presentes en el enlace Jacobo Siruela y su segunda mujer, la periodista y editora Inka Martín. El digital Vanitatis a través de la periodista Paloma Barrientos daba tres argumentos que estarían presentes en una carta que había hecho llegar a Liria para excusar su ausencia. Las relaciones entre ambos hermanos nunca han sido fáciles, pero se desconoce cuál es el estado actual de las mismas.
En el mencionado artículo se daban tres argumentos que explicaban esa ausencia. El primero, la celebración el próximo 6 de octubre, dos días después de la boda del duque de Arjona, del 20 aniversario de la creación de la editorial Atalanta que el conde de Siruela puso en marcha con su mujer, Inka Martí. También del 45 aniversario de Jacobo Siruela como editor.
Otro de los motivos es que el pasado fin de semana estuvieron en Gran Canaria donde Inka Martí recibió un premio por su compromiso con la cultura, la paz y la ecología. Circunstancia que aprovecharon, según el mencionado medio, para mantener reuniones con libreros.
La última de las razones es que están preparando un importante viaje para reunirse con la fundación CBA, The Circular Bioeconomy Alliance, una organización benéfica de marcado carácter ecológico creada por el rey Carlos III, porque Siruela y Martí están inmersos en un gran proceso de renaturalización de la finca que el aristócrata heredó de su madre, la duquesa de Alba, en Salamanca.
Ayer mismo, Jacobo Fitz-James Stuart, hijo del conde de Siruela con su primera mujer, María Eugenia Fernández de Castro, manifestaba a Gtres que él no habla de asuntos familiares, pero sí confirmó su asistencia al enlace. Conviene recordar que su madre, María Eugenia Fernández de Castro, fue durante muchos años la nuera favorita de la duquesa de Alba, y siempre han mantenido unos lazos muy estrechos con la familia, por lo que es de toda lógica que el galerista asista a la boda de su tío.
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