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Quién es Lady Helen Taylor, la polémica royal británica con la que mejor se llevaba Rosario Nadal en su vida en Londres

Lady Helen Taylor, sobrina de la reina Isabel II, fue uno de los apoyos de Rosario Nadal en Londres (y sigue siendo una de las mejores amigas de Kyril de Bulgaria).

Lady Helen Taylor con su esposo, Timothy Taylor. gettyimages

Los años en los que la impresionante Rosario Nadal era la princesa de Preslav y vivía junto a su actual ex, el príncipe Kyril de Bulgaria, en Londres dieron para mucho. Incluso le sirvieron a la modelo y actual experta en arte para hacer los mejores contactos con la familia real británica posibles, y de todos ellos Lady Helen Taylor era el más interesante.

Única hija de los duques de Kent, Eduardo y Catalina de Kent, Lady Helen Taylor llegó al mundo hace ya 58 años. A pesar de ser una auténtica lady y criarse durante gran parte de su niñez y adolescencia en la principesca Anmer Hall (la residencia actual de los duques de Cambridge), para su desgracia durante mucho tiempo fue conocida en la prensa británica como la «Melones».

Sin demasiada fortuna, tacto ni imaginación, sus compañeros del internado escocés de Gordonstoun en el que cursó la secundaria le pusieron ese apodo por sus voluptuosas curvas (y por su afición por tomar el sol en top less).

Nada sorprendente si tenemos en cuenta que Lady Helen fue de las primeras niñas en estudiar en este internado hipermasculino (solo había 20 niñas) y que es el mismo centro en el que el príncipe Carlos fue acosado por sus compañeros. Al futuro rey de Reino Unido hasta le grabaron mientras roncaba para vender la cinta a la prensa.

En contra de la opinión de Carlos de Gales, y a pesar de ser «Melones» durante una parte de su vida por culpa del bullying, Lady Helen Taylor no le guarda rencor a su antiguo centro escolar y habla con cariño de las duchas frías, la ausencia de calefacción en invierno y las escapadas para fumar y beber una pinta.

En Escocia Lady Helen se ganó fama de «salvaje» y fiestera, sus profesores le predijeron que solo tendría éxito laboral haciendo de reponedora en un súper y ella misma reconoció que aquellos años no le sirvieron, académicamente, para mucho: «Nunca tuve una educación. En Gordonstoun sólo me dediqué a conocer chicos».

A pesar de los malos augurios de sus profesores, a Lady Helen Taylor las cosas le han ido bastante bien. Dejó el internado rumbo a Londres dispuesta a ganar dinero y lo encontró con un trabajo como recepcionista en una galería de arte en Cork Street. Pero lo que encontró, además, fue el amor de su vida.

Era el año 1983 y tenía solo 19 años pero Timothy Taylor entró en la galería de arte en la que trabajaba y los astros se empezaron a alinear. Antes de que en 1992 hicieran público que la sobrina de la reina iba a cambiar el apellido Windsor por el muy plebeyo de Taylor, lady Helen había tenido montones de novios en el internado e incluso le había robado uno a su prima Lady Sarah Armstrong-Jones: el comerciante de arte Gerard Faggionato.

Pero finalmente sentó la cabeza al lado de Timothy en una boda que se celebró en julio de 1992, ante la atenta mirada de la reina Isabel II y la reina madre. La novia iba vestida de una de las diseñadoras favoritas de Lady Di y el velo lo sujetaba la misma tiara de diamantes que usan todas las duquesas de Kent cuando se casan. Dos años más tarde la pareja tendría a su primer hijo, Columbus, al que, con el tiempo, le darían tres hermanos más.

La llegada de los niños marcó un antes y un después en la vida de Lady Helen que, oficialmente, dejó de trabajar para ser solo madre, aunque nunca fue así en realidad. Fue durante décadas una activa embajadora de Armani en Reino Unido (antes lo había sido de Calvin Klein y de Bulgari).

Por su labor como embajadora de la moda la prensa británica la incluyó en la categoría «rent-a-Kent» de la realeza británica en alusión a esa rama de la familia de la reina a la que criticaban por mezclar su pertenencia a la familia real con su trabajo. En 2018 Lady Helen Taylor dejó de trabajar para Armani y pasó a ayudar (sin cobrar) a su marido en su galería de arte, dejando la etiqueta rent-a-Kent tan lejos como quedó la de Melones en cuanto adelgazó.

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Lo que no quedó atrás fue su vida social tan activa como cuando era una adolescente fiestera pero con una pátina mucho más elegante y royal. Durante años no había cita elegante en Londres que no incluyera a un trío de princesas especialmente deslumbrante: Marie-Chantal Miller, princesa de Grecia, acompañada de Lady Helen Taylor y Rosario Nadal, princesa de Preslav.

Lady Helen y su marido contribuyeron a despertar en Rosario Nadal su interés por el mundo del arte y juntos acudieron a citas sociales relacionados con este mundillo, como la boda del coleccionista de arte (y presidente de Sotheby's) Manfredi della Gherardesca. A día de hoy, Kyril de Bulgaria sigue considerando a Lady Helen Taylor una de sus mejores amigas de Londres.