La reina Letizia cumple hoy 53 años y hay cinco fotos espectaculares de estos últimos 12 meses que definen su momento vital

Qué puede pasar por la cabeza de la reina Letizia hoy, en el día de su 53 cumpleaños. Su móvil personal estará repleto de felicitaciones: no olvidemos que algunas de las personas más importantes de su vida (su madre, sus hijas Leonor y Sofía) están lejos. Además, es altamente improbable que pueda escapar de Zarzuela para una fiesta sorpresa con amigos o incluso una celebración discreta con el rey Felipe, pues el martes inicia un viaje de Estado a Egipto que tiene sus complicaciones.

Aunque el día no sea memorable, los últimos doce meses sí han tenido momentos muy significativos, de esos que la reina Letizia recordará a lo largo de los años. Fechas clave en su biografía que, además, han quedado registradas fotográficamente y figuran ya en el archivo digital de agencias, medios de comunicación y Zarzuela. Algunas imágenes merecerían, también, un lugar en el álbum familiar de los Borbón Ortiz.

No las hemos colocado por orden de aparición, sino por su probable peso en la memoria de la reina Letizia. Por eso su despedida de Leonor en el puerto de Cádiz en enero de este año, un momento madre-hija que enterneció a media España, se lleva el primer lugar. Recordemos: la hija mayor de los Reyes se embarcaba en el buque-escuela Juan Sebastián de Elcano, para una travesía de cinco meses.

Aquella despedida parecía de película, con la Reina enjugando lágrimas y preguntando: «¿Dónde está mi chica?» y el rey Felipe, enfundado en su uniforme de capitán general de la Armada, apuntando: «En el mismo sitio que antes». Allí estaba Leonor, formada en cubierta y agitando su gorra de plato en señal de despedida. Quizá los ojos llorosos de Letizia le impedían distinguir con claridad a su hija entre tanto uniforme. «Van a ser muchos meses sin verla, a ver qué tal va», dijo a los periodistas al despedirse.

Vayamos ahora a un momento histórico: la misa de inicio de pontificado del nuevo papa, León XIV, en mayo. La reina Letizia hizo uso del 'privilège du blanc' (privilegio del blanco) que permite a las mujeres de la realeza católica vestir este color ante el pontífice. Lo cierto es que la Reina cumplió sobradamente con las expectativas con un diseño de Redondo Brand y una mantilla de encaje y tul blanca de la casa sevillana Lina, un elemento que Letizia suele evitar.

Otro momento muy significativo en el que el look de la Reina devoró la atención de la mayoría fue la presentación del retrato de los Reyes que Banco de España encargó a Annie Leibovitz, en noviembre de 2024. Celebraba los diez años de la proclamación del rey Felipe VI y logró que se formaron colas de fans y curiosos en una institución bancaria habitualmente solitaria. El monarca estaba imponente, pero Letizia lucía estelar gracias, en parte, a un vestido vintage de Balenciaga.

Como destapó nuestra compañera en Mujer Hoy Ángeles Castillo, el vestido de tul negro con escote palabra de honor que luce Letizia en el ya famoso retrato de Annie Leibovitz salió de la Fundació Antoni de Montpalau. De hecho, perteneció a Maria Junyent, hija del pintor, escenógrafo y coleccionista Oleguer Junyent, que eran vecinos del taller de Balenciaga en Barcelona. La capa abullonada color frambuesa perteneció a la condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert, que lo estrenó en 1962 para la boda de Juan Carlos y Sofía en Grecia.

En febrero de este año, el rey Felipe fue investido doctor 'honoris causa' por la Universidad de Alcalá. Acudió vestido con toga negra y muceta roja, con lo que la Reina decidió coordinarse con una vestido carmín y una capa negra de Carolina Herrera: por si hubiera alguna duda acerca de su eficiencia como equipo. «Impone la toga ¿eh?», dijo, simpático, el monarca a los periodistas.

Mientras el acto transcurría, Letizia no podía ocultar su orgullo. La manera en la que miraba al rey Felipe, sencillamente arrobada, viralizó las fotos de este evento. La ceremonia, cargada de pompa y solemnidad, incluyó juramento y discurso del monarca, quien a su vez recibió el birrete laureado, el diploma acreditativo, el libro de la Ciencia, el anillo y los guantes blancos. Sin embargo, toda la conversación giró en torno a una Letizia prácticamente hechizada.

La última imagen se tomó durante el viaje de Estado a Italia que los Reyes iniciaron en diciembre de 2024. Fue un triunfo de moda para Letizia, que recibió todo tipo de alabanzas a su elegancia en la prensa italiana. Esto no es nada extraordinario, pues la Reina suele rozar la excelencia precisamente cuando viaja al extranjero en misión de representación de la Corona. Sin embargo, la fotografía denota algo más que su elegancia: carácter.

Debemos imaginar, aunque la imagen nos ofrece algunas pistas. Se tomó en el Palacio del Quirinal, donde los Reyes acudieron para reunirse con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y su hija Laura, en funciones de primera dama. Contemplamos a Letizia en compás de espera, ya no acompañante, sino observadora desde un lateral. Con un dos piezas rosa de Carolina Herrera, lucía impecable. Y, por su gesto, diríamos que impaciente. Uno de esos raros instantes en los que se trasluce su humanidad.