El reencuentro de Letizia y Máxima de Holanda: de su pasado plebeyo al motivo que las distanció, cómo se llevan las dos reinas

Esta semana, los reyes Felipe y Letizia viajan a Holanda en su primera visita de Estado en este 2024. Los padres de Leonor y Sofía se reunirán con Guillermo y Máxima de los Países Bajos, y Amalia, heredera de aquel país, estará presente por primera vez en una cena de Estado. Los reyes ponen rumbo a su destino el martes, 16 de abril, en un vuelo que deja el aeropuerto madrileño sobre las 15.30. Permanecerán dos días con una intensa agenda.

La visita ha generado todo tipo de expectativas por sus damas protagonistas, con permiso de Amalia: las reinas Letizia y Máxima, dos de las royals más estilosas y elegantes del mundo que comparten origen plebeyo, lengua y… ¿amistad?

Son muchos los expertos en monarquía los que vuelven a recordar que entre ambas reinas no existe lo que podría ser denominado «amistad». Por lo que este próximo encuentro hace salivar ya a los royal watchers más exigentes –y morbosos, por qué negarlo– para ver en qué queda el «duelo» entre ambas reinas.

Según cuenta la periodista Pilar Eyre en 'Al aire', su canal de YouTube, la realidad es que la reina Letizia no siente especial simpatía por Máxima a consecuencia de la buena amistad que existió entre la monarca holandesa y la infanta Cristina durante la estancia de ambas en Barcelona. De todos es sabidos que la relación entre la mujer de Felipe VI y las hermanas de éste, las infantas Elena y Cristina, nunca ha sido muy estrecha.

Los escándalos de los divorcios de ambas, las polémicas que afectan a sus sobrinos Froilán y Victoria Federica o los delitos cometidos por su ex cuñado Iñaki Urdangarin y que le llevaron a la cárcel, han hecho que Letizia Ortiz Rocasolano sea incapaz de verlo como algo «normal». Además de las cuestionables relaciones y actuaciones del rey emérito don Juan Carlos.

Letizia tiene una familia política salpicada por las conductas de algunos de sus miembros y le cuesta mantener una relación más estrecha con ellos. Les ve cuando no queda otra y se mantiene lejos de ellos siempre que puede. Algo que parece estar haciendo exactamente igual con la reina Máxima de Holanda, cercana durante una etapa de su vida a la infanta Cristina. Un motivo más que suficiente para que, al perecer, la reina española le haya puesto la cruz.

Y eso que la monarca holandesa fue una de sus primeras «amigas» cuando la asturiana se comprometió con el entonces príncipe Felipe. Máxima se volcó en ayudar a Letizia y fue quien la introdujo en el círculo de futuras reinas plebeyas, con Mary de Dinamarca y Mette-Marit de Noruega junto a ellas. Pero se ve que esta primera incursión en el círculo de royals novatas, impulsado por Máxima Zorreguieta, quedó en un bonito intento.

Aun así, la próxima vista de los reyes Felipe y Letizia a Holanda tendrá varios e importantes gestos de cariño y respeto tanto para Máxima y Guillermo como para la princesa heredera Amalia. La mayor de las tres hijas del matrimonio acompañará por primera vez a sus padres en una visita de Estado de una monarquía extranjera (lo que también demuestra el aprecio de los Orange-Nassau hacia los Borbón).

Don Felipe le concederá la banda de la Orden de Carlos III a Guillermo y Máxima de Holanda, la misma que recibió la princesa Leonor el día de su jura de la Constitución. Además, el BOE ya ha publicado que el rey de España entregará a la princesa Amalia la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, la primera distinción extranjera que recibirá la joven heredera.

Que las reinas Letizia y Máxima de Holanda tienen mucho en común es incuestionable. Ambas tienen una edad similar –la española nació en 1972 y la argentina-holandesa en 1971, son de origen plebeyo y proceden de familias que nada tienen que ver con la realeza. Y ambas se enamoraron de dos de los «solteros de oro» de las monarquías europeas. Pero más allá de estos detalles, las similitudes entre ambas monarcas escasean. En el caso de la reina holandesa, procede de una familia argentina plebeya, pero burguesa.

Su padre, Jorge Zorreguieta, fue ministro del dictador Videla y disfrutó de una acomodada vida de la que se benefició su familia. Como sus hermanos, Máxima estudió en selectos colegios bilingües, en la Universidad Católica Argentina, donde se licenció en Economía, y pronto se marchó a trabajar en distintas instituciones de EE.UU. y Bélgica, aunque fue en la Feria de Abril de Sevilla, donde conoció a su futuro marido, el entonces príncipe Guillermo. En el caso de Letizia Ortiz Rocasolano, es hija de un periodista y una enfermera, ambos ya jubilados, divorciados y de clase media.

La actual reina y periodista siempre se educó, al igual que sus dos hermanas, en centros públicos. Y su única experiencia internacional conocida, antes de ser reina, fue la que vivió con 23 años en Jalisco (México), como estudiante de posgrado en la Universidad de Guadalajara, después de haberse licenciado en Periodismo por la la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. También encontró trabajo durante este periodo en el periódico Siglo XXI.

De 16 al 18 de abril veremos qué pasa entre Letizia y Máxima. Si saltan las chispas para bien, o para regular. Será una visita de Estado importante y que, pese a la buena relación que durante años mantuvieron los entonces príncipes de Asturias con los herederos holandeses –Felipe y Letizia han acudido a los cumpleaños de Guillermo, a su coronación como nuevo rey de Holanda y a otros fastos relevantes aquel país–, dejará entrever cuál es la relación real entre las dos reinas.

No olvidemos que la primera visita de Estado de Felipe y Letizia tras su nombramiento como reyes de España fue, precisamente, a Holanda. Veremos qué pasa en esta próxima ocasión.