La trágica historia de la madrastra de Diana de Gales: quién era Raine McCorquodale, la mujer que apoyó a la princesa mucho más que su propia madre

Fue la segudna mujer de su padre. Y de niños, Diana de Gales y sus hermanos la odiaron. Pero cuando inició su amargo divorcio del príncipe heredero, su madrastra estuvo ahí para apoyarla durante todo el proceso mientras su verdadera madre la ignoraba.

La princesa hizo las paces con ella en los años previos a su muerte y compartió confidencias e invitaciones a comer. Pincha para ver ¿Por qué los 10 looks más icónicos e inolvidables de Lady Di son también los más cursis?/Getty images

La princesa hizo las paces con ella en los años previos a su muerte y compartió confidencias e invitaciones a comer. Pincha para ver ¿Por qué los 10 looks más icónicos e inolvidables de Lady Di son también los más cursis? / Getty images

Elena Castelló
ELENA CASTELLÓ

Cuando su padre, Lord Spencer, se casó por segunda vez con Raine McCorquodale, Diana de Gales y sus hermanos la odiaron. La acusaron de apropiarse antigüedades familiares y de decorar la mansión familiar con pésimo gusto. Pero, con el paso de los años, Diana y Raine se convirtieron en grandes amigas. Raine fue su paño de lágrimas durante su proceso de divorcio, mientras su verdadera madre pasaba de ellaFue, según la prensa, la madrastra del cuento.

Vídeo. Diana de Gales y sus hermanas: la complicada relación de la princesa con lady Sarah y lady Jane

Se decía que, de niños, Lady Di y sus hermanos la llamaban «Acid Raine», un juego de palabras entre su nombre y lluvia en inglés (Rain). Pero la historia tiene otra versión y, a pesar de las críticas que recibió del hermano de Diana, la princesa hizo las paces con ella en los años previos a su muerte y compartió confidencias e invitaciones a comer. Una de sus últimas fotos las muestra, en 1997, en una exposición privada en la casa de subastas Christie´s con antiguos vestidos de la princesa que iban a ser vendidos en ayuda del AIDS Crisis Trust y el fondo de cáncer del hospital Royal Marsden, de Londres. Ambas sonríen amistosas y relajadas. Diana lleva un vestido azul cielo, bordado de pedrería, con tirantes.

Raine, la segunda condesa Spencer, era una fuerza incontenible. Se dice que el príncipe Felipe de Edimburgo comentó sobre ella: «Si quieres organizar algo, envía a buscar a Raine». Además de la madrastra de Diana Spencer, Raine también era conocida internacionalmente por su madre, la escritora Barbara Cartland, autora de más de 600 novelas románticas. Pero siempre estuvo decidida a ser más que una «socialité» y lo consiguió dedicándose a la política, aunque había sido educada, según contaba, para no parecer más lista que los hombres y no perder así maridos.

Nacida en Londres, en 1929, Raine fue educada en un principio solo por institutrices, y al comienzo de la Segunda Guerra Mundial fue enviada a Canadá. Su padre, Alexander McCorquodale, un terrateniente de Shropshire, se divorcio de su madre, cuando Raine tenía solo cuatro años. Su objetivo, entonces, era ser una debutante y, en 1947, llegó el momento cuando fue presentada en la corte, siendo nombrada Debutante del Año. Fue también Novia del año, con 12 damas de honor, más que la princesa Isabel, que se había casado el año anterior.

Se casó tres veces. La primera, en 1948, con Gerald Legge, Lord Lewisham y Conde de Darmouth, con el que tuvo tres hijos y una hija. En 1954, con solo 24 años, fue elegida miembro del consejo municipal del barrio de Westminster, en Londres, con los conservadores. Era el miembro más joven del Consejo. Más tarde, fue elegida para el escaño de Lewisham West en el antiguo Consejo del Condado de Londres, y mantuvo su representación hasta 1965. En 1967, fue elegida para representar a Richmond. Por entonces, ya era una de las mujeres más famosas del país, con sus perlas, su peinado «bouffant» y su exquisita educación de clase alta. Sin embargo, no obtuvo un escaño en el Parlamento, algo que había esperado mucho tiempo.

En 1996, Mohamed al Fayed, propietario de Harrods, y padre de Dodi, la última pareja de Diana, que falleció con ella en el accidente de París, la nombró directora de Harrod´s International. Con frecuencia se ponía un delantal de empacador para trabajar en el turno de noche en la planta de distribución de los grandes almacenes, al oeste de Londres, y regresaba a casa en la camioneta de un almacenista.

En 1976, ella y Lord Dartmouth se divorciaron y, ese mismo año, se casó con el Conde Spencer, el padre de la princesa Diana, amigo cercano del ex marido de Raine. La madre de Diana se había vuelto a casar con el granjero Peter Shand Kydd. Diana, entonces con catorce años, y sus tres hermanos, que vivían con su padre, no la recibieron bien. Incluso se cuenta que, en una ocasión, la Princesa de Gales la había empujado escaleras abajo.

La opinión popular decía que Raine se había casado no con el hombre, sino con Althorp, la propiedad de la familia Spencer en Northamptonshire, donde hoy se supone que está enterrada Diana. Instalada en Althorp, cuando el conde heredó por fin la propiedad a la muerte de su padre, inició una restauración de la casa y de la finca. El coste fue muy alto, lo que provocó la ruptura entre ella y sus cuatro hijastros. La acusaron tanto a ella como a su padre de malvender tesoros familiares y casas de la propiedad para pagar la redecoración.

El vizconde de Althorp, el actual conde de Spencer, Charles, hermano de Diana, de 11 años entonces, dijo en una entrevista que la decoración se parecía a «la vulgaridad del pastel de bodas de un hotel de cinco estrellas de Mónaco». Según otros, transformó un caserón abandonado en una casa señorial de primera línea donde la gente quería ir y quedarse a pasar el fin de semana, incluido el Príncipe de Gales, Carlos, que conoció a Diana en una de esas fiestas.

Sin embargo, los lazos de afecto entre Raine y su segundo marido eran reales y muy fuertes, e incluso sus detractores admiraban la forma en que ella lo cuidó tras sufrir un derrame cerebral dos años después de casarse. Fue ella quien consiguió rehabilitar al conde Spencer y gracias a su empeño, el conde pudo llevar a Diana del brazo el día de su boda. Cuando el conde murió de un ataque al corazón en marzo de 1992, ella dejó Althorp y se mudó a su casa en Farm Street, Mayfair, el barrio más elegante de Londres, negándose a hablar de su tormentosa relación con sus hijastros, que la habían echado de casa metiendo todas sus cosas en grandes bolsas de basura.

Su tercer matrimonio se produjo en 1993, con el empobrecido conde Jean-François de Chambrun, más joven que ella. Tres años después se divorciaron amistosamente. Unos años después, logró la reconciliación con Diana, quien la invitó a cenar en su apartamento del Palacio de Kensington y le dijo: «Gracias por cuidar a papá. Sé que lo amabas». La princesa se convirtió en una firme amiga de Raine y no solo porque, como dijo, «tenemos a papá en común». Diana llegó a reconocer la integridad, la lealtad y el buen juicio práctico de Raine sobre las cosas. Raine nunca había intentado alardear de esta amistad poco conocida, que salió a la luz años después en varias cartas y notas. Mientras Diana llegaba a un acuerdo sobre su matrimonio, Raine le había proporcionado un hombro sensato para llorar. Su propia madre, Frances, estaba lejos.

«Ella siempre dijo que yo no tenía una agenda oculta», explicó Raine en una entrevista. 'Mucha gente, porque era tan popular y tan famosa en todo el mundo, quería algo de ella. Fue una vida muy agotadora». Cuando se le preguntaba a Raine acerca de los planes de la princesa para su futuro, ella respondía: 'Los caminos del corazón son imposibles de comprender, ¿no es así, incluso en nuestros amigos más cercanos?». Sobre la atención de los medios, observó: «Supongo que esto sucede con las estrellas del pop, las celebridades y las personas que se llaman a sí mismas celebridades hoy en día». A ella y a Diana les gustaba hablar de sus horóscopos.

Cuando se inició la investigación, en 2007, sobre la muerte de Diana y ella fue llamada a declarar, agradeció a todos los involucrados su esfuerzo para tratar de «averiguar la verdad sobre este asunto». En una entrevista meses antes de morir de cáncer, en 2016, dijo de Diana: «Ella sufrió una presión increíblemente fuerte, pero terminamos siendo grandes amigas. Solía venir y sentarse en mi sofá y contarme sus problemas«. Sus amigos aseguran que nunca dijo una mala palabra sobre nadie. Ese no era su estilo. Desde el principio, Raine siempre tuvo mucha clase.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?