Marie-Chantal Miller se va de boda: su sobrina, la princesa Talita von Fürstenberg, se casa con su novio millonario

En un calendario huérfano de bodas royal, más allá del inminente enlace de Marie Caroline de Liechtenstein, acaba de saltar una alerta con el compromiso de una joven pareja con fuertes conexiones reales y familias muy acaudaladas. La socialité y glamurosa it girl Talita von Fürstenberg y el heredero de la banca Rocco Brignone de Brabant acaban de anunciar su compromiso como mandan los cánones en el siglo XXI: con unas románticas imágenes en Instagram.

Talita, de 26 años, nieta de la legendaria diseñadora Diane von Fürstenberg,premio Mujerhoy 2024, es la hija del príncipe Alexander von Fürstenberg, que estuvo casado con Alexandra von Fürstenberg, hermana pequeña de Marie-Chantal Miller. Su prometido, con el que lleva saliendo seis años, pero al que conoce desde que ambos eran pequeños, es el heredero de una importante dinastía franco-italiana dedicada a la banca que también es propietaria de un complejo turístico en México.

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«¡Para siempre! Te quiero tanto que mi corazón está a punto de estallar». Con estas emotivas palabras compartía la joven con sus 233.000 seguidores en Instagram que se había comprometido con el gran amor de su vida. El mensaje venía acompañado de varias fotos de la pareja celebrando la noticia junto al océano.

La propia Diane von Fürstenberg, que ha calificado a Talita en ocasiones como «su musa», también se hizo eco de la alegría de toda la familia al publicar en sus redes una foto de ambos que acompañaba de la leyenda: «¡Talita y Rocco están comprometidos! Él le propuso matrimonio. Ella aceptó. Únanse a mí para desearles una feliz y alegre vida juntos. El amor es la vida».

Talita creció en Los Ángeles antes de mudarse a la costa este de los Estados Unidos en 2017 para asistir a la Universidad de Georgetown con su primo, el príncipe Constantino Alexios de Grecia. Pero más tarde se trasladó a la Universidad de Nueva York para estudiar moda y marketing.

La joven es la hija mayor de la diseñadora de interiores Alexandra (de soltera Miller) y su exmarido, el príncipe Alexander von Fürstenberg, hijo a su vez de Diane y de su exmarido, el príncipe Egon von Fürstenberg. Es del aristócrata alemán, que estuvo casado con la diseñadora durante catorce años, del que proviene su herencia real. Diane y el príncipe, fallecido en 2004, tuvieron dos hijos durante su matrimonio: Alexander, padre de Talita, y la princesa Tatiana von Fürstenberg.

Pese a que los destinos de los von Fürstenberg y la familia real helena se separaran después de que en 2002 se divorciaran los padres de Talita, esta mantiene una relación muy estrecha con su prima, la princesa Olympia de Grecia, con la que comparte a menudo escapadas. Por eso es más que probable que veamos una nutrida representación royal en una ceremonia que de momento no tiene ni fecha ni lugar de celebración.

A pesar de su conexión con la realeza, Talita siempre ha asegurado que evitaba utilizar su título cuando era pequeña en Los Ángeles porque no quería que la gente «se asustara» al conocerla. En una entrevista concedida a la revista británica Hello!, añadió que la situación podría haber sido diferente si se hubiera criado en Europa, donde existe «una mejor comprensión de la realeza». También relató que «en Los Ángeles, donde crecí, si decía que era una princesa la gente se volvía loca».

Sin embargo, los actuales lazos familiares de Talita son más que suficientes para asegurarle un futuro prometedor. Durante los últimos veranos, la joven ha sido visto junto a su abuela Diane y el marido de esta, Barry Diller, surcando las aguas de Ibiza en el megayate Eos del empresario, valorado en 150 millones de euros. A Diller se le calcula una fortuna en torno a los 4.000 millones de euros.

Pero Talita von Fürstenberg quiere labrarse su propio camino. Ya ha lanzado su propia firma de ropa, a menudo se la ha visto en las primeras filas de los desfiles de moda más importantes y es una invitada habitual de la famosa Gala del MET en Nueva York. Su papel de socialité recuerda al de su madre Alexandra, que era una fija en la escena social neoyorquina de los noventa junto a sus hermanas Pia Getty y la princesa Marie-Chantal de Grecia.

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