lo quemaron todo
lo quemaron todo
Don Juan Carlos lo consideró como un «padre adoptivo», además de su «fiel consejero». Nicolás Cotoner y Cotoner, XXII marqués de Mondéjar, con Grandeza de España, estuvo siempre cerca de él durante los años de su educación y luego como jefe de la Casa del Príncipe, a partir de 1969, y como jefe de la Casa del Rey desde 1975 hasta 1990. Su perfil de anciano venerable siempre cerca de don Juan Carlos, pero en segundo plano, marcó su imagen
Su consejo fue crucial para el rey emérito en una época difícil, durante la Transición y el golpe de Estado de 1981. Don Juan Carlos y doña Sofía acudieron a su casa cuando falleció, el 6 de marzo de 1996, a los 90 años de edad, para dar el pésame a su viuda y a sus cinco hijos. Solo cerca de la una de la madrugada regresaron a La Zarzuela. Su afecto hacia el marqués de Mondéjar llevó a don Juan Carlos a nombrarle jefe vitalicio de la Casa del Rey.
Nicolás Cotoner y Cotoner nació en Palma de Mallorca, el 19 de octubre de 1905. Estudió Derecho y, durante la Guerra Civil, obtuvo el grado de teniente en el bando franquista. Fue herido gravemente, por lo que le concedieron la medalla militar y, más tarde, se convirtió en general de Caballería.
En 1945, contrajo matrimonio con María de la Trinidad Martos y Zabálburu, vizcondesa de Ugena. Tuvieron cinco hijos: Marta, Iñigo, Nicolás, María y José Luis. Heredó el título de conde de Tendilla y fue, a partir de entonces, cuando se convirtió en uno de los preceptores encargados de la educación del entonces príncipe Juan Carlos, que tenía 17 años. En 1956, heredó el marquesado de Mondéjar, al fallecer su madre.
Su relación con don Juan Carlos fue muy estrecha. Se encargó de preparar al joven príncipe para su ingreso en la Academia Militar de Zaragoza. En 1969 fue nombrado jefe de la Casa del Príncipe y, en diciembre de 1975, jefe de la Casa Civil del rey Juan Carlos I, cargo que desempeñó hasta enero de 1990, cuando fue sustituido por Sabino Fernández Campo.
El contacto entre Mondéjar y el monarca era constante y directo. Tanto don Juan Carlos como doña Sofía no dudaron, por ejemplo, en interrumpir sus vacaciones en Marivent para viajar a Madrid y visitarle al cumplir 90 años. Fue una emotiva sorpresa para quien fue, sin duda, uno de los consejeros más cercanos de don Juan Carlos y su mano derecha.
La relación de amistad de don Juan Carlos con Cotoner se trasladó también a su familia. El monarca estuvo refugiado en la finca familiar de La Escorzonera, situada a las afueras de Madrid, antes del viaje que le llevaría a Abu Dabi. Según contaba «Vanity Fair», hace unos años, una de las mayores muestras de lealtad de la familia hacia la Corona fue quemar, siguiendo la voluntad de su padre recién fallecido, toda la documentación que Mondéjar había reunido en sus 15 años como Jefe de la Casa del Rey: más de 100 cartas personales y documentos que contenían valiosa información sobre aquellos años en que España pasó de una dictadura a una democracia y cómo ésta fue consolidándose.
El marqués de Mondéjar también pidió a sus hijos que cuidaran de don Juan Carlos como si fuera un hermano más. En La Escozonera, situada muy cerca del Palacio de La Zarzuela, viven cuatro de los hijos de Mondéjar. Antes de salir de España fue allí a cenar don Juan Carlos en varias ocasiones.
Y allí encontró siempre cariño y mucha discreción, como cuando se formaba para ser rey en los años cincuenta y sesenta. Victoria Federica escogió este lugar para celebrar su puesta de largo en 2019. Marta, la hija mayor, viuda del empresario Valeriano Barreiros, es una de las amigas más cercanas de la Reina Sofía.
El marqués de Mondéjar también presidió el consejo de administración de Patrimonio Nacional, a partir de 1976. Además de marqués de Mondéjar, fue conde de Tendilla, marqués de Adeje, marqués de Ariany, conde de Coruña y conde de la Gomera. El Rey le concedió el Toisón de Oro en 1977.