Las vacaciones de Máxima de Holanda, enturbiadas por un misterioso suceso: «Nunca volvió, ahí encontraron la camioneta...»

Tras protagonizar su tradicional posado de verano familiar en los jardines de su palacio de La Haya, la reina Máxima de Holanda y su familia ya se encuentran de vacaciones. Pero su periodo de reposo se ha visto enturbiado por un aciago suceso que guarda relación con Villa Angostura, su casa de vacaciones en la Patagonia, y que afecta a una persona muy cercana a los royals de los Países Bajos.

Se trata de la desaparición en la cordillera de Chile de Carlos Ancapichun, de 76 años, que era muy conocido por haber dedicado buena parte de su vida a trabajar como cuidador de la residencia de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda en el exclusivo country Cumelén.

TAMBIÉN TE INTERESA

Alexia, la hija rebelde de Máxima de Holanda, cumple 20: compañera de Leonor, polémica en redes y gran apoyo de Amalia

El gran susto de Máxima de Holanda: la princesa Amalia, hospitalizada tras sufrir un accidente

Las autoridades siguen buscando intensamente a Ancapichun a ambos lados de la cordillera desde que el pasado 13 de junio, cuando cruzó desde Argentina al municipio chileno de Entrelagos. Allí planeaba visitar un terreno que pretendía recuperar. Desde entonces no se han tenido noticias de él, tras buscarle con drones, brigadas de rescate y voluntarios. Su vehículo fue encontrado cerrado, con su ropa y botas en su interior, pero sin ningún rastro que indicara su paradero.

Ha sido su nieto, Mirko Ojeda Hidalgo, el que ha reconstruido los últimos movimientos del desaparecido. «Al llegar a Chile, visitó a su hermanastro en Entrelagos y dos horas después le dijo que iba a recorrer el terreno. Nunca volvió. Ahí encontraron la camioneta», según publicó el diario Clarín, añadiendo que en su pueblo, la gente sigue conmocionada por este suceso.

Ancapichun era el encargado de mantener en buen estado la propiedad de Máxima Zorreguieta en el country Cumelén, una exclusiva zona ubicada a tres kilómetros del centro de Villa Angostura. Además, solía llevar a navegar a la familia real por el lago Nahuel Huapi.

Según asegura la prensa local en Argentina, el vínculo entre Carlos Ancapichun y la familia real holandesa era de extrema confianza, e incluso, casi familiar. «Ella [Máxima] conoce muy bien a esta persona. Hablan muy bien de él, hace muchísimos años que trabajaba para ellos», aseguraba el periodista Guido Zaffora en el canal América TV.

Pero de momento, tanto la reina de los Países Bajos a título personal, como la casa real de forma oficial, siguen guardando silencio sobre este triste suceso. En Villa Angostura, mientras tanto, la comunidad no baja los brazos y siguen organizando cadenas de oración para su esposa, hijos y nietos.

La argentina, en cambio, sí ha roto su silencio sobre sus supuestas burlas a Donald Trump durante la llegada del presidente estadounidense a Holanda para asistir a la cumbre de la OTAN. Mientras conversaban, la reina Máxima pareció mofarse de la forma de hablar del político y puso mala cara antes de volverse hacia las cámaras.

Ante el revuelo que provocaron esas imágenes, amplificado en las redes sociales, durante su posado familiar veraniego la royal quiso aclarar lo sucedido. La reina Máxima explicó a los periodistas que simplemente dijo «gracias» a «alguien que me había ayudado», añadiendo que reunirse con el presidente había sido una «experiencia agradable».

Por su parte, su hija mayor y heredera al trono, la princesa Amalia, trató también de rebajar la tensión al asegurar que había sido «realmente genial» tener la oportunidad de conocer «al presidente de los Estados Unidos».

TAMBIÉN TE INTERESA

El movimiento más valiente de Felipe y Letizia en Sevilla a favor de la solidaridad, la igualdad y el colectivo LGTBIQ+

Cumbre del mal gusto en la boda de Jeff Bezos: «invitadas chonis» y millonarias desesperadas