NO TE PIERDAS

La reina Letizia rescata su traje gris de cuadros más elegante de Hugo Boss para la reunión con la Fundación Princesa de Girona

HIja de Estefanía

Por qué Pauline Ducruet es la Grimaldi más infravalorada: así es la complicada relación con su tía Carolina de Mónaco

De crecer en un circo a convertirse en heredera de estilo de su abuela, Grace Kelly, la hija de Estefanía de Mónaco ha tenido una vida fascinante.

Carolina de Mónaco junto a su su sobrina Pauline Ducruet. GTRES

El pasado 19 de julio, el clan de los Grimaldi casi al completo, se reunía para celebrar los 20 años de reinado de Alberto de Mónaco. Sus compatriotas no faltaron a la señalada cita para honrar a su soberano, al igual que la familia principesca. Pese a que todos los ojos estaban puestos en su esposa Charlène, resplandeciente con un vestido rosa empolvado de Oscar de la Renta, o en sus hermanas Carolina y Estefanía, una joven royal permanecía en un discreto segundo plano: Pauline Ducruet.

A sus 31 años, la hija de Estefanía de Mónaco y su exmarido (y antiguo guardaespaldas) Daniel Ducruet, está más alejada del foco mediático que su prima Carlota Casiraghi o incluso que su hermanastra Camille Gottlieb, que recientemente copaba titulares por homenajear a su abuela Grace Kelly con un icónico vestido de cine en el Baile de la Cruz Roja.

Pero Pauline Ducruet, que en estos momentos ocupa el decimoctavo lugar en la línea de sucesión al trono monegasco, está logrando labrarse una sólida carrera profesional en el mundo de la moda, mientras destaca como empresaria, se mantiene lejos de escándalos y hace gala de una estabilidad sentimental poco habitual dentro de la familia Grimaldi gracias a su sólida relación con el empresario Maxime Giaccardi. Y tampoco entra en rumores sobre los muchos asuntos delicados que sobrevuelan al principado. Méritos de sobra para que la consideremos la princesa monegasca más infravalorada.

La infancia poco convencional de Pauline Ducruet

Aunque se podría suponer que pertenecer a la casa Grimaldi es garantía de una juventud dorada, la educación de Pauline no fue en absoluto convencional. Tras el divorcio de la princesa Estefanía y Daniel Ducruet, la hija pequeña del príncipe Rainiero mantuvo una relación con un domador de animales de un circo ambulante suizo, seguido de un acróbata portugués, por lo que Pauline se mudó a una caravana a la edad de siete años.

Según confesó la joven en una entrevista al diario británico Telegraph, aquel fue «un momento de pura libertad que no creo que muchos niños lleguen a tener«. Pero con Grace Kelly como abuela y Carolina de Mónaco como tía, la moda pronto llamó a su puerta. A los 16 años fue admitida en el prestigioso Instituto Marangoni y posteriormente fue becaria en Louis Vuitton y en la revista Vogue, en Nueva York.

Pauline Ducruet, icono de estilo. GTRES

En 2017, Pauline Ducruet lanzaba, junto a su amiga Maria Zuco, la marca Alter Designs, con la que no llegó a triunfar. Pero no dejó que este tropiezo la desalentara y dos años después reunía a su familia para presentar su colección unisex a la que bautizaba con un nombre similar: Altered Designs. En aquel importante momento familiar no estuvieron presentes sus primos, sus tíos Alberto y Charlène, ni su tía Carolina, levantando comentarios sobre lo distanciado de la relación entre ambas.

Sin embargo, durante el reciente lanzamiento de su colección de bañadores Pool Position, inspirada en los bikinis que llevaba la princesa Estefanía en los años ochenta, la joven parecía lanzar un mensaje de unidad familiar dirigido a todas las mujeres del clan. «Ha habido mujeres icónicas en mi familia y, obviamente, todas ellas son mi inspiración. Y aunque mi madre ya no sea considerada un icono, sigue influyendo en mi vida«, aseguraba Pauline.

Su relación con las princesas Estefanía y Carolina

Es de sobra conocido que los tres hijos de Estefanía de Mónaco, Louis y Pauline Ducruet, fruto de su matrimonio con el guardaespaldas Daniel Ducruet, y Camille Gottlieb, de su relación con el instructor de esquí Jean-Raymond Gottlieb, están muy unidos. También que es poco habitual que coincidan con sus primos maternos: Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi y Alexandra de Hannover.

Pauline mantiene una muy estrecha relación con su madre, sobre la que se deshace a menudo en elogios. La joven admira y respeta a la princesa Estefanía, a la que en la mencionada entrevista con el Telegraph calificaba de «mujer fuerte» y «mi roca», y a la que coloca con su abuela, la princesa Grace, como dos «iconos de estilo de su época», que «decían lo que pensaban».

Más intrigante es la naturaleza de su conexión con su tía Carolina. Unidas por su amor común por la moda y por un sentido innato de la elegancia, lo cierto es que se las ha visto compartir a menudo galas benéficas, cada una luciendo su particular estilo a la hora de vestir. Pero el hecho de que Estefanía, mucho más unida a su hermano Alberto, y Carolina de Mónaco no se lleven especialmente bien, ha podido contribuir también a enfriar la relación entre tía y sobrina.