Una brillante coincidencia
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La princesa Charlotte, junto a sus hermanos George y Louis, hizo las delicias de los aficionados al universo royal cuando apareció junto a sus padres, Kate Middleton y el príncipe Guillermo, en el tradicional paseo junto al resto de miembros de la familia real británica rumbo al servicio religioso de Navidad en Sandringham. Pero un detalle sobre la pequeña de nueve años pasó desapercibido entonces.
Charlotte estaba adorable con un abrigo a cuadros, que combinaba perfectamente con la bufanda de su madre, pero en el cuello lucía un bonito y delicado collar de rubíes que ahora ha sido identificado como parte de una colección de joyas muy especial. Concretamente, es obra de Chelsy Davy, la que fuera «peligrosa novia» del príncipe Harry unos años antes de empezar a salir en serio con Meghan Markle.
Esta singular pieza, que tiene un valor estimado en 1.750 euros, conecta de nuevo a Chelsy Davy con Kate Middleton, ahora buenas amigas tras arrancar su relación con mal pie. Según cuenta Katie Nicholl en su libro 'Kate: la futura reina', la princesa de Gales trató de ganarse el cariño de la zimbabuense invitándola a salir de compras, pero ella rechazó sus avances. «Eran caracteres completamente diferentes y Chelsy se llevaba mejor con Pippa«, afirma la escritora.
No fue hasta 2008 cuando las dos finalmente estrecharon lazos, después de que ambas fueran invitadas a la boda de Peter Phillip y Autumn Kelly, en la capilla de San Jorge, donde más tarde el príncipe Harry se casaría con Meghan Markle. Pero Kate y Chelsy tenían otra cosa en común ese día, ambas estaban nerviosas porque iban a ser oficialmente presentadas a Isabel II por primera vez.
Esta pieza en el joyero de la princesa Charlotte pertenece a la colaboración de la marca de joyas de Chelsy, AYA, con Gemfields. La hija de Kate Middleton lo combinó con una selección de pulseras de la amistad y una banda de oro con divertidas borlas rojas. Desgraciadamente para los fans de la joven royal, el collar ya no se puede comprar en la actualidad.
Chelsy Davy fundó su marca en 2016, especializada en joyería basada en diseños de inspiración africana. Utiliza piedras preciosas de origen ético de todo el continente africano en sus diseños de oro de 18 quilates. Hablando de su fundadora, en la página web de la marca podemos leer: «AYA fue fundada por Chelsy Davy, una abogada convertida en gemóloga con un amor por la joyería y una fascinación por las piedras preciosas«.
Coincidencia o no, con este discreto detalle alrededor del cuello de su hija, Kate Middleton puede haber querido lanzar un dardo más hacia sus cuñados, con los que los príncipes de Gales mantienen una guerra fría desde hace años.
Harry y Chelsy empezaron a salir en 2004 tras conocerse en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) durante el año sabático del hijo menor de Carlos III. Su romance continuó, y la joven asistió al 60 cumpleaños del ahora rey de Inglaterra e incluso conoció a la difunta reina Isabel II. Pero su largo y mediático romance llegó a su fin tras casi siete años en 2011, después de que Chelsy no pudiera aguantar más estar en el punto de mira constante de los tabloides.
En sus polémicas memorias 'Spare', Harry reflexionaba sobre su relación diciendo: «Apreciaba el espíritu despreocupado y auténtico de Chels. Nunca le preocupó lo que pensaran los demás. Llevaba faldas cortas y botas altas, bailaba con desenfreno, bebía tanto tequila como yo, y yo apreciaba todas esas cosas de ella... pero no podía evitar preocuparme por cómo se sentiría la abuela al respecto«.
Hija de un millonario sudafricano que quiso enviar a su primogénita a los mejores colegios británicos, fue tratada por la prensa como poco más que una 'stripper', hasta que ella no pudo soportar más la presión. La joven decidió dejar Londres y volver a su casa familiar en Zimbabue, muy cerca de las cataratas Victoria. Casada con el empresario Sam Cutmore-Scott y con un hijo, Chelsy ha dejado atrás su vida de eterna soltera y ejerce de madre millonaria fuera del alcance de la prensa.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.