La nueva vida de la princesa Leonor en la fragata Blas de Lezo: así serán sus arriesgados ejercicios con misiles y torpedos

La princesa Leonor ya está de regreso en España después de cinco meses de singladura en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. La ciudad de Nueva York fue su última escala en el crucero antes de volver a nuestro país, pero el descanso no durará mucho para la hija mayor de los reyes Felipe y Letizia. El próximo 14 de junio se embarcará de nuevo, en este caso en la fragata Blas de Lezo.

La royal se incorporará en Las Palmas de Gran Canaria a este navío, una de las unidades más avanzadas de la Armada Española, en un exigente despliegue que durará hasta el 3 de julio. La heredera al trono formará durante tres semanas de una dotación de 210 personas, donde también habrá otros cinco compañeros suyos de la Escuela Naval Militar de Marín.

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Tras su paso por la academia gallega y el crucero en el buque escuela, al que se reincorporará a principios de julio en Gijón, esta es la tercera fase en la formación naval de la princesa Leonor, que ahora deberá perfeccionar sus conocimientos en escenarios de conflicto de alta intensidad. Un paso más en su camino hacia convertirse en la jefa suprema de nuestras Fuerzas Armadas.

La princesa Leonor participará durante su estancia en esta moderna fragata en los ejercicios de la Armada con munición real más complejos de los últimos tres años. Incorporándose como guardiamarina, tendrá primero una fase de integración y adiestramiento antes de desarrollar sus funciones en el marco de los ejercicios Sinkex-25, que lidera el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 25, con la utilización de misiles y torpedos.

Leonor será parte integral de estas maniobras desde el Centro de Información y Combate, «el cerebro del barco», que es «donde se lanzan absolutamente todas las armas del barco», ha detallado en una rueda de prensa el vicealmirante de la Armada Juan Bautista Pérez Puig. Estos ejercicios orientados al combate de alta intensidad consistirán en guerra submarina, de superficie y antiaérea.

Tras estas maniobras con fuego real en el Atlántico, la Blas de Lezo atravesará el estrecho de Gibraltar para dirigirse al Mediterráneo central, haciendo escala en Ceuta. Allí, la princesa Leonor y sus compañeros realizarán misiones de disuasión y vigilancia encuadrados en el grupo Dédalo. Durante el trayecto, la Blas de Lezo hará funciones de escolta de naves como el portaviones Juan Carlos I y recalará en varios puertos, ejerciendo lo que se conoce como diplomacia de defensa.

Según explicó en rueda de prensa Pedro Ramos Carbonell, el comandante de la fragata Blas de Lezo, tanto la princesa Leonor como el resto de guardiamarinas «van a complementar su formación naval con múltiples actividades en mar y en puerto y potenciar dos áreas: operaciones y navegación».

Entre la rutina diaria de la primogénita de los reyes de España estará formar parte del «régimen de tres vigilancias del barco en el puente de gobierno», además de pasar por el centro de información y combate. Los tripulantes, como fase de su formación, rotarán por los cuatro servicios del buque para conocer de primera mano las actividades necesarias para su funcionamiento y tendrán la posibilidad de »mandar una brigada«».

Construida en 2004, esta embarcación tiene 146 metros de eslora y 18 de manga y recibe el nombre del teniente general Blas de Lezo y Olavarrieta, héroe de la batalla de Cartagena de Indias y uno de los más ilustres oficiales navales de la historia de España. Considerada como una de las fragatas más capaces de Europa, tiene un diseño moderno y está equipada con diversas instalaciones para la tripulación, incluyendo dormitorios, comedores, áreas de descanso y camarotes optimizados para el descanso y la seguridad.

La fragata volverá al puerto de Gijón el 3 de julio, al mismo tiempo que lo hará el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Los guardiamarinas, incluida Leonor, recogerán su despacho de alférez de la Armada de la mano del rey Felipe VI el 16 de julio en Marín.

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