La princesa Leonor ya está en Nueva York: museos, hamburguesas y las discotecas más exclusivas, su ruta en la Gran Manzana

Después de casi seis meses de travesía, la princesa Leonor acaba de llegar a Nueva York este miércoles 5 de junio, con un día de antelación sobre el plan previsto. Con esta úlñtima escala, la heredera está apunto de terminar su viaje formativo a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano antes de comenzar su regreso a España. Después de pasar por Panamá, donde se encontró con la reina Letizia, y Santo Domingo, la heredera recala en Nueva York.

Estaba previsto que la hija de los reyes Felipe y Letizia, se encontrara en la Gran Manzana con su abuela, la reina Sofía, aunque este encuentro no parece que se vaya a producir. La que sí que se va a encontrar con la princesa es la duquesa de Medinaceli que formará parte de la representación de ciudadanos españoles que la van a recibir en la Gran Manzana.

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Aunque la princesa Leonor ya conoce Nueva York, ciudad que visitó el año pasado en una escapada en solitario, una primera visita a la ciudad que nunca duerme puede ser un tanto abrumadora para el turisra novato. Hay tanto que ver en esta enorme metrópolis que un debut entre sus rascacielos merece cierta preparación previa. Esta guía para principiantes es el primer paso para exprimir a fondo y con éxito la Gran Manzana.

Una de las razones por las que merece la pena visitar Nueva York es su impresionante skyline, formado por la mezcla de emblemáticos edificios de diferentes estilos arquitectónicos. Entre los más destacados figuran el Empire State, el Chrysler Building y el Rockefeller Center. Entre las joyas del pasado que merecen una visita también están la Grand Central Station, la Biblioteca Pública de Nueva York y el edificio Flatiron. Y por supuesto, es muy recomendable coger el ferry desde Manhattan a la Estatua de la Libertad.

Los museos son otra parte fundamental en Nueva York, donde hay tantos que es imposible visitarlos todos. Te aconsejamos quedarte con el MoMa, donde admirar una de las mejores colecciones de arte moderno del mundo; el Museo Memorial del 11-S, conocido como la Zona Cero, situado en el lugar exacto donde se alzaban las Torres Gemelas; el Museo Metropolitano de Nueva York, escenario de la famosa Gala MET cada primer lunes de mayo y el Museo Americano de Historia Natural, inmortalizado en la película Noche en el museo.

Aunque la ciudad presume de parques preciosos, como el High Line y Little Island, el más famoso de Nueva York y quizá del mundo, es Central Park. Con unos 25 millones de visitantes al año, el corazón verde y rectangular de Manhattan se extiende de la calle 59 a la 110 y de la 5ª a la 8ª Avenida.

Y si quieres las mejores vistas de todas la ciudad, lo mejor es que asciendas al Top of Rock. Este observatorio está situado en la azotea del Rockefeller Center y desde allí se puede admirar el emblemático skyline neoyorquino en todo su esplendor.

La ciudad de Nueva York está dividida en varios barrios que se superponen, cada uno con su propia identidad. Uno muy de moda y muy recomendable es Brooklyn, justo al otro lado del puente que lleva su nombre. Es una zona muy divertida y creativa para explorar, con numerosas galerías de arte, cafeterías, panaderías y lugares muy fotogénicos. Desde el Brooklyn Bridge Park también tendrás unas vistas increíbles del puente de Brooklyn y del espectacular skyline de Manhattan.

Aunque por su nombre el Distrito Financiero pueda sonar aburrido, también es una gran zona para explorar. Allí se camina entre los rascacielos más impresionantes que sirven de oficinas a las empresas más importantes de la ciudad y se pueden admirar, entre otros, el edificio de la Bolsa y el One World Trade center.

También merecen una caminata China Town y Little Italy, los barrios donde se asientan principalmente inmigrantes chinos e italianos. Aunque las fronteras entre ambos ya se han difuminado, todavía se puede encontrar allí el ambiente auténtico de sus orígenes, entre interesantes restaurantes y boutiques tradicionales.

Y aunque Times Square no sea el lugar más acogedor de Nueva York, desde luego es algo que hay que ver al menos una vez. Las inmensas pantallas publicitarias, la colorida iluminación de neón, los artistas callejeros, las tiendas gigantescas, las masas de turistas... suman una experiencia inolvidable.

Pese a lo que dijera Mecano, sí hay marcha en Nueva York. Y buena comida. Los perritos calientes, los bagels y la pizza al estilo neoyorquino son una parte indispensable de la street food de la ciudad. Es una obligación pedir un hot dog en uno de los muchos y típicos foodtrucks que encontrarás recorriendo la Gran Manzana.

Para los que prefieran sentarse, un lugar muy de moda es The blue dog NYC, que ofrece uno de los brunches con más fama de la ciudad. Es muy popular, así que se recomienda reservar con tiempo. Cerca de allí también se puede visitar el mercado de Chelsea, una antigua fábrica de galletas, transformada en un impresionante conglomerado de puestos de comida y restaurantes. Y por supuesto, en tu lista no puede faltar el tradicional bocadillo de pastrami en el Katz's Delicatessen, abierto desde 1888.

Y para los más fiesteros no faltan opciones en la ciudad si quieren bailar hasta el amanecer. Petite Disco, en Chelsea, presume de estética opulenta que oscila entre el Art Nouveau y la música disco de los años setenta; Silencio Nueva York, en Hell's Kitchen, está inspirado en el famoso Studio 54 y lleva el nombre de un teatro ficticio de Mulholland Drive, la famosa película de David Lynch; y Jean's, en NoHo, con el eslogan de «solo abierto si tú lo estás», es uno de los locales más in de toda la Gran Manzana.

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