La cara B de los Windsor
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Hoy en día, la niñera más conocida en la Familia Real británica es la palentina María Teresa Turrión, al cuidado desde hace años de los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Pero en los años noventa, el papel de la nanny más mediática del Reino Unido recayó en Alexandra Legge-Bourke, conocida cariñosamente como Tiggy. Esta británica de origen aristocrático fue la encargada de velar por el bienestar de Guillermo y Harry, pero acabó siendo víctima de los celos de Diana de Gales y de las mentiras de Martin Bashir, el célebre autor de la entrevista de la fallecida royal en 'Panorama'.
Legge-Bourke, que esta semana ha cumplido 59 años, ya tenía estrechos vínculos con los royals británicos antes de recibir la llamada del entonces aún príncipe Carlos para cuidar de sus dos hijos. Su padre había servido en la Guardia Real, su madre fue dama de honor de la princesa Ana en 1987 y su hermano, Harry Legge-Bourke, había sido paje de honor de la difunta reina Isabel II entre 1985 a 1987.
Así que su elección como ayudante del ahora Carlos III y niñera de Guillermo y Harry, en 1993, fue algo natural. Tiggy llegó al cargo poco después de los príncipes de Gales se separaran. A medida que pasaba más tiempo con los jóvenes príncipes, su estrecho vínculo con ellos provocó crecientes tensiones entre ella y su madre.
Al parecer, Diana desconfiaba del tiempo que Legge-Bourke pasaba con el príncipe Carlos y sus hijos y no le gustaba que fumara cerca de ellos. En febrero de 1996, Lady Di escribió a su ex y le dijo que la niñera «no debería pasar tiempo innecesario en las habitaciones de los niños, leerles por la noche, ni supervisar su hora del baño». Al parecer ella ser refería a los royals como «mis bebés», lo que enfurecía a la difunta princesa.
Tiggy se enfrentó a una controversia adicional, ya que al parecer dijo de Diana: «Ella les da una raqueta de tenis y un cubo de palomitas en el cine, mientras que yo les doy lo que necesitan en esta etapa: aire fresco, un rifle y un caballo».
El asunto empeoró cuando un Guillermo de 13 años le pidió a Tiggy que asistiera a las tradicionales celebraciones de su internado de Eton, en lugar de pedírselo a sus padres. Tanto él como su hermano Harry consideraban a la niñera como su hermana mayor, ya que solía acompañar a la familia de vacaciones y les llevaba de excursión, enseñándoles a cazar, pescar y disparar.
La relación entre los jóvenes y Tiggy se estrechó aún más tras la muerte de su madre en agosto de 1997. Finalmente, se retiró como niñera real cuando se casó con el asesor de seguridad Charles Pettifer, en 1999. A la boda no asistieron ni Carlos ni Camilla, pero sí Guillermo y Harry.
Fruto de su matrimonio nacieron dos hijos: Fred, cuyo padrino es el príncipe Harry y Tom, que es ahijado del príncipe Guillermo. Tom, que entonces tenía ocho años, incluso actuó como paje en la boda de Guillermo con Kate Middleton en 2011.
Aunque ya no trabajara para la Familia Real, Tiggy se ha mantenido como una presencia constante al lado de los príncipes. Por ejemplo, también conoció a Meghan Markle antes de que ella y Harry se casaran y es una de las madrinas de Archie, el hijo mayor de los duques de Sussex. Desde su jubilación, ella y su marido disfrutan de una vida tranquila en Gales, donde dirigen un 'bed and breakfast'.
El año pasado se supo que la BBC iba a indemnizar por daños y perjuicios a la antigua niñera por las falsas afirmaciones que se habían hecho sobre ella para ayudar a conseguir la ahora tristemente célebre entrevista de 1995 a la princesa Diana.
Se dice que el periodista Martin Bashir, caído en desgracia, engañó a Diana haciéndole creer que la niñera se había quedado embarazada de Carlos mostrándole una factura por un falso aborto. El canal público británico se ha disculpado formalmente y ha accedido a indemnizarla en respuesta a «las acusaciones fraudulentas» de que había tenido una aventura con el Príncipe de Gales mientras trabajaba como su asistente personal en 1995.
«La BBC ha acordado pagar una indemnización sustancial a la señora Pettifer y me gustaría aprovechar esta oportunidad para disculparme públicamente con ella, con el Príncipe de Gales y con los Duques de Cambridge y Sussex, por la forma en que la princesa Diana fue engañada y el impacto posterior en todas sus vidas«, dijo el director general de la BBC, Tim Davies, en un comunicado.
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