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La familia real inglesa está repleta de herederas con alma de Instagramers, como Eugenia de York, o con ganas de protagonizar su propio cuento de hadas, como lady Kitty Spencer, pero sin hay uno que ha destacado por encima de todos los demás a ojos del Reino Unido, la comunidad digital y el corazón de la reina Isabel II ese es su sobrimo nieto Arthur Chatto... aunque muy posiblemente los británicos lo admiren por sus músuclos y posados sin camiseta y la reina porque el joven ha tomado una decisión que enorgullece a todos los Windsor.
El nieto de la princesa Margarita, hermana de la reina, es también el hijo menor de lady Sarah Chatto y Daniel Chatto. Arthur Chatto ocupa desde su nacimiento el puesto número 27 en la línea de sucesión del trono inglés, pero como tiene claro que el trono no es su destino ha intentado forjarse su propio futuro.
Recursos, desde luego, no le han faltado: ha podido acudir al exclusivo colegio de Eton para después recalar en la Universidad de Edimburgo para especializarse en Historia y geografía... y de paso ha dado rienda suelta a su amor por el fitness. Mientras su hermano mayor Samuel decidió encaminar sus esfuerzos hacia el arte de hacer jarrones y alfarería y desentrañar los misterior del yoga acudiendo a retiros espirituales en la India, Arthur ha preferido cincelar sus músculos a base de dominadas, curls de brazos y la práctica regular de deportes extremos como el buceo bajo hielo o la escalada en los Alpes.
Los resultados de su historia de amor con el gimnasio y la actividad física están bien a la vista en su cuenta de Instagram con casi un millón y medio de seguidores y su formación en este campo le ha servido para trabajar como entrenador personal en el gimnasio BoundFitness de la localidad escocesa en la que estudiaba.
Pero si algo destaca de la trayectoria del joven y veinteañero Arthur es su amor por la casa real inglesa. Desde bien pequeño ha desempeñado el papel que le correspondía en la corte de los Windsor: durante siete años fue paje de honor de la reina encargado de portar la cola del vestido de la reina en las ocasiones especiales, como por ejemplo en la ceremonia de apertura del Parlamento británico.
Ahora, a pesar de tener solo 22 años, Arthur ha conseguido ser seleccionado para hacer el curso de oficiales de los Royal Marines británicos, una formación no al alcance de cualquiera por lo exigente que resulta completar todo el curso. De superar esta formación que de 32 semanas de duración será el primer miembro de la familia real que es aceptado en los Royal Marines, una hazaña que ni el príncipe Eduardo consiguió completar en su día, cuando lo intentó hace más de 30 años. De conseguirlo, no cabe duda de que Arthur pasará a ser el paje de la reina al favorito de Isabel II (e incluso puede que le perdone que haya visto The Crown).
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