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Rania cumple 55 años: la metamorfosis de la reina más bella de Oriente en la embajadora global de Jordania

La reina Rania de Jordania cumple 55 años en plena metamorfosis de su papel familiar, cada vez más parecido al que ejerció la reina Noor como embajadora ante el poder global.

La reina Rania de Jordania, en una foto reciente. INSTAGRAM (@QUEENRANIA)

No se puede minusvalorar el poder de las reinas, aunque sean consortes. Las crónicas diplomáticas resaltan la importancia de su papel como figuras de máxima confianza de los titulares de las Coronas, a los que pueden susurrar en el oído cosas que otros jamás osarían pronunciar. La espectacular reina Rania de Jordania figura, sin duda, como una de esas consortes poderosas, y no solo por una apabullante elegancia que continúa imbatible a sus 55 años.

La cincuentena le ha sentado bien a la reina Rania, a la que muchos pensaron en retirada con la irrupción de nuevas caras femeninas en la corte hachemita: las princesas Imán (28) y Salma (24) y su nuera, la princesa Rawja (31). Sin embargo, esta circunstancia no ha hecho más que reforzar la inteligencia y armonía con la que se moviliza estratégicamente la familia real, donde cada quien hace lo que mejor se le da hacer. Y, de momento, ninguna otra figura femenina puede rivalizar con la experiencia diplomática de la Reina.

Sin duda, el poder de Rania de Jordania se sustenta en un matrimonio insumergible y aparentemente perfecto. El pasado junio se cumplió el 32 aniversario de su boda con el rey Abdalá, entonces solo un hijo más del rey Hussein I. Las redes sociales fueron testigo de la excelente salud de esta pareja coronada. Junto a una fotografía en la que se les ve abrazándose, Rania escribió: «¡Cómo no apoyarme en tu corazón si todo un país se apoya en ti! Cada año, eres mi apoyo y compañero. Siempre serás mi hogar. Feliz Aniversario».

La familia real de Jordania al completo. De izquierda a derecha, el príncipe Hashem; el príncipe heredero Hussein y su mujer, la princesa Rawja; los reyes Rania y Abdalá; la princesa Imán y su marido, Jameel Aléxandros Thermiótis; y la princesa Salma. INSTAGRAM (@QUEENRANIA)

Rania Al-Yassin entró en la vida de la familia real jordana como invitada de la hermana de su futuro marido a una cena. Claramente, hubo flechazo. Solo era una joven kuwaití de origen palestino, nacida en una familia de clase media, con estudios universitarios y una importante conciencia social. Sin embargo, en tiempo récord, seis meses, se Abdalá y Rania se prometieron y se casaron. Entonces, los novios no podían imaginar que terminarían sentados en el trono de Jordania.

Rania y Abdalá se casaron sin pretender la corona

Desde 1965, el heredero designado por el rey Hussein había sido Hassan, el primer hijo que tuvo con su cuarta esposa, Noor. El monarca se casó cuatro veces y tuvo hijos con todas sus esposas, cosa que complicó enormemente el tema de la sucesión. Sin embargo, poco antes de morir el monarca cambió de opinión y designó como su heredero a Abdalá, su primogénito, el hijo que tuvo con su segunda mujer, la princesa británica Muna. La legendaria rivalidad entre Rania y Noor viene de ahí, aunque ahora la primera siga en tantas cosas los pasos de su archienemiga.

Puede que uno de los secretos de la estabilidad de este matrimonio fue, precisamente, que se casaron cuando ninguna corona se ceñía en sus cabezas. De hecho, Rania ni siquiera llevó tiara en su boda, sino una sencilla diadema de cristal alrededor de un moño alto. Aunque con el tiempo se convertiría en una exigente conocedora y clienta de la alta costura, entonces aún tenía muy presente su origen, el de una familia que tuvo que huir de su país casi con lo puesto durante la Guerra del Golfo.

La reina Rania suele participar en foros internacionales, en representación de las organizaciones benéficas que patrocina. INSTAGRAM (@QUEENRANIA)

Puede que este recuerdo de una guerra, del sufrimiento que provocan los desplazamientos, los bombardeos y las muertes siempre sin sentido, estén en el fondo de los esfuerzos que Rania de Jordania ha realizado y realiza para conseguir la paz en Gaza. La monarca no ha dudado en utilizar todos los resorte de su poderosa agenda internacional para pedir una solución pacífica y el fin de las hostilidades.

Hemos visto a Rania de Jordania en distintos canales de la televisión estadounidense, concediendo entrevistas para tender puentes de comprensión entre sociedades muy, muy lejanas. De hecho, puede ser la personalidad jordana más popular en Estados Unidos, precisamente por prestarse asiduamente a representar los intereses de su país y las causas benéficas que representa.

Rania triunfa en las misiones internacionales

La reina Rania es, por así decirlo, la cara amable de una Corona que gobierna ciertamente con mano firme. Pero las misiones diplomáticas, sobre todo las que se producen en los medios o frente a los medios, vuelan mucho más alto si es la Reina la que aparece. Aunque no haya que perderse jamás de vista que, tras su belleza, está el rey Abdalá de Jordania.

Para quieres duden del poder de convicción de Rania, recordar su reunión el pasado enero con Melania Trump, con la que comparte una gran preocupación por la situación de los niños en conflictos bélicos o en precariedad económica. Es una de las pocas consortes que conoce la mansión del magnate en Florida.

Entre los llamados' dueños del mundo', los magnates de las tecnológicas, la reina Rania también está muy bien relacionada. Acudió a la sonada boda de Jeff Bezos en Venecia, junto al príncipe heredero Hussein, su esposa (Rajwa) y su hija (Imán, de diez meses), y su hija la princesa Imán junto a su esposo, Jameel Alexander. Fue, por descontado, una de las invitadas más elegantes de la cita.