JEFA DE LA FAMLIA IMPERIAL
JEFA DE LA FAMLIA IMPERIAL
La Gran Duquesa María vive completamente apartada de los medios de comunicación y casi de la vida pública, aunque mantiene una intensa vida social con su familia y amigos, repartidos por varios países. Su único hijo, Jorge Románov, casado con Victoria Romanovna, Rebecca Bettarini de soltera, le ha hecho abuela por partida doble de Alexander, que cumplirá tres años en octubre, y de Kyra Leónida, que nació el pasado 13 de julio en Moscú.
María Vladímirovna Románova reparte su tiempo entre Madrid y la provincia de Alicante, donde tiene su residencia de verano, y viaja ocasionalmente para estar con su familia o para asistir a eventos royals, como lo fue el reciente bautizo de su nieta en la capital rusa, circunstancia que aprovechó para pasar tiempo de calidad con su familia.
«No puede estar más feliz con sus nietos. Los adora a título personal, como cualquier otra abuela, pero es muy consciente del legado que representa y está encantada de tener heredero. Está muy pendiente de los niños y muy unida a su único hijo, al igual que a su nuera», nos confiesan en su círculo íntimo.
«Es una persona muy normal, con unos valores clásicos, igual que sus padres, a los que adoraba. Es una mujer generosa y sensible con los problemas ajenos. Es una excelente embajadora de España en Rusia, donde es una figura muy apreciada, porque ha sabido encontrar el equilibrio institucional perfecto con las autoridades», dicen en alusión, por ejemplo, a las facilidades que pusieron para que su hijo, Jorge Romanov, se pudiera casar en San Petersburgo con todos los honores.
La jefa de la Casa Imperial Rusa es una mujer «cercana y gran amiga, siempre está pendiente de los demás y podría decirse que se comporta como una madre con toda esa gente a la que quiere», nos aseguran, al tiempo que destacan que no le gusta salir en los medios de comunicación porque «considera que gracias a su discreción ha podido desempeñar con eficacia la labor que le corresponde por su linaje».
La Gran Duquesa María es hija de Vladimiro Kirílovich de Rusia, fallecido el 21 de abril de 1992, y Leonida Gueórguievna Bagratión, que murió en Madrid el 23 de mayo de 2010. La vida de sus progenitores fue durísima, pues presenció cómo los bolcheviques fusilaban a su abuelo y a su padre, jefe de la Casa Real de Georgia, disuelta cuando fue anexionada a la URSS.
«La Gran Duquesa siempre valoró la fortaleza de su madre y tuvo también en su padre un ejemplo de rectitud, valores que ha inculcado a su hijo, Jorge Romanov. Esa ha sido su máxima prioridad y la ha llevado a término», nos aseguran.
De sus padres también heredó la Gran Duquesa María el amor por España, país donde nació y con cuya Casa Real siempre ha mantenido gran amistad, además de lejanos vínculos de parentesco. «Adora a la reina Sofía y tenía un enorme afecto por la infanta Pilar. Tenía su propio puesto en el rastrillo Nuevo Futuro, donde vendía matrioskas, sábanas y mantelerías traídas de Rusia, hechas con unos tejidos maravillosos. Le encantaba participar en esta iniciativa filantrópica», aseguran.
María Vladímirovna Románova estuvo casada con el príncipe Francisco Guillermo de Prusia, con quien contrajo matrimonio en la catedral ortodoxa rusa de Madrid el 22 de septiembre de 1976. Se separaron poco después del nacimiento de su hijo, Jorge Romanov, y el 19 de junio de 1985 habían firmado ya el divorcio. «Su relación es cordial. El príncipe ha rehecho su vida en El Cairo y su salud es delicada en la actualidad. Mantienen un contacto dentro de la corrección», afirman.