Conversaciones de paz
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Mientras los ojos de los fans de la familia real británica estaban puestos en Kate Middleton en la final de Wimbledon, una cumbre de paz secreta entre los equipos del rey Carlos y el príncipe Harry servía para marcar el camino hacia la reconciliación en el seno de los Windsor. No en vano se trata de la señal más fuerte hasta ahora de que ambas partes quieren resolver de una vez la amarga disputa familiar que mantienen desde hace años.
La noticia la desvelaba The Mail on Sunday, publicando imágenes de las personas de máxima confianza de padre e hijo, reunidas a apenas unos minutos de Clarence House, la residencia del monarca en Londres. Un discreto cónclave que se produce pocos meses después de que el duque de Sussex comenzara a consultar con viejos amigos del Reino Unido sobre la posibilidad de orquestar su regreso del exilio. Se trataba de la primera etapa de una estrategia para rehabilitar a Harry y de paso reparar la relación con el rey Carlos y con el resto de la familia real.
Las conversaciones se celebraron en un club privado londinense cuyo patrón es el propio Carlos III. No ha trascendido si fue el padre o el hijo el que dio el primer paso para organizar el encuentro, pero «por primera vez en años se ha abierto un canal de comunicación«, ha asegurado una fuente anónima al diario británico.
Harry estuvo representado en Londres por Meredith Maines, su jefa de comunicaciones, que voló desde Los Ángeles. Allí se reunió con Tobyn Andreae, secretario de comunicación de Carlos III. También estuvo presente Liam Maguire, que dirige el equipo de relaciones públicas de los Sussex en el Reino Unido.
Maines fue quien organizó la entrevista que Harry concedió a la BBC en mayo, en la que dijo que «estaría encantado de una reconciliación con la familia real», pero que su padre no habla con él «por cuestiones de seguridad». El duque de Sussex se refería a la controvertida cancelación de su servicio de seguridad policial en Gran Bretaña, que calificó de «montaje de la clase dirigente», añadiendo que su padre podría haber resuelto la situación.
A pesar de que esto se suma a un historial de comentarios poco afortunados por parte del esposo de Meghan Markle, los medios británicos instilen en que el rey Carlos todavía tiene esperanzas de reunirse con su hijo menor y poder disfrutar más de sus dos nietos, los príncipes Archie y Lilibet.
La mencionada fuente aseguró que esta cumbre secreta era tan solo el «primer paso hacia la reconciliación entre Harry y su padre, pero al menos es un paso en la dirección correcta. Todo el mundo quiere seguir adelante. Por fin era el momento adecuado para que las dos partes hablaran«.
La muy pública enemistad de los Windsor comenzó poco después de que Harry y Meghan se mudaran a California y concedieran una explosiva entrevista a Oprah Winfrey en marzo de 2021. Ahora, casi un lustro después, el duque de Sussex estaría dispuesto a enterrar el hacha de guerra con una serie de decisiones que incluyen invitar a su familia a los Juegos Invictus de 2027, que se celebrarán en la ciudad inglesa de Birmingham.
Pero mientras tanto, todavía hay obstáculos que superar, como su batalla judicial con el Ministerio del Interior sobre la seguridad. Después de retirarse de sus funciones reales en 2020, Harry perdió su protección policial financiada por los contribuyentes, pero ha impugnado esta decisión en los tribunales, insistiendo en que él y su familia están en riesgo cada vez que visitan el Reino Unido.
Esta espinosa cuestión se ha convertido en un emblema de la profunda desconfianza que define ahora la relación que mantiene con su padre y con su familia en general. Pero con avances como el de esta reunión entre sus respectivos equipos, por fin, la tensa situación podría estar empezando a descongelarse.
HORÓSCOPO
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