Control de daños
Control de daños
Han sido cinco años de relación, pero quizá no tantos meses de felicidad. La separación más que discreta de la pareja formada por Telma Ortiz, hermana de la reina Letizia, y Gavin Bonnar, abogado irlandés ligado al mundo del espectáculo, ha cogido a casi todo el mundo por sorpresa. Dado el ruido y la furia que anunció su relación, parecía que lo suyo sería un amor más fuerte que el destino. Evidentemente, no ha sido así.
Lo del ruido y la furia tiene todo que ver con Sharon Corr, la famosa violinista del grupo irlandés The Corrs y primera pareja de Bonnar. Él ejerció de abogado, amante esposo y padre de dos hijos durante 18 años, hasta que se cruzó con Telma Ortiz y dejó a la famosa cantante compuesta y sin consejo legal. Ella compuso una canción titulada 'El iluso y el escorpión' dedicada a su ex y a la hermana de la Reina, en principio amiga suya.
«La hermana retorcida de la Reina y el camaleón. El iluso y el escorpión. Soy libre, he renacido», cantó Sharon Corr, primero destrozada por el anuncio de un divorcio que no esperaba y, más tarde, decididamente furiosa. Parece que la cantante jamás aceptó la relación con su ex amiga Telma y que ha supuesto un problema añadido a las dificultades de la convivencia. De ahí la sorpresa al conocer que le ha estado pasando una pensión a Gavin Bonnar. Ahora lo explicamos.
Las crónicas del romance Ortiz-Bonnar en sus primeros años de felicidad hablaban de una pareja explosiva por el carácter apasionado de ambos. Claro que Telma, muy consciente de su cercanía a la Casa Real, siempre se ha impuesto la discreción que se espera de la hermana de una reina consorte. Bonnar, sin embargo, enseguida llamó la atención por su uso de las redes sociales, donde lanzaba todo tipo de invectivas políticas contra el gobierno británico. Con tacos e insultos incluidos.
Todo apuntaba a felicidad y lujo, sobre todo tras el nacimiento de su hija, Erin, en 2021. Hasta que el anuncio de separación desveló que la pareja ya no era tal desde hace al menos un año. Cómo no sospechar, tras el desconcierto inicial, que Telma Ortiz y Gavin Bonnar no se parecían a lo que aparentaban. Hasta el mutismo de su ruptura parece forzado, quizá para contener una tormenta.
«Ha sido un proceso muy duro y es mejor no entrar en detalles porque son íntimos y escabrosos», desveló Silvia Taulés en el portal que adelantó la noticia de la ruptura, Vanitatis. Y añade: «El drama familiar ha sido más profundo de lo que ha trascendido». Las crónicas, ajenas en principio a lo peor de esta marejada, aluden a dos motivos de separación conocidos: problemas económicos de lo más insospechados y los deseos de notoriedad de Bonnar.
Parece que el punto de no retorno en la relación de la hermana de la reina Letizia y el abogado irlandés fue la publicación de su primera novela, 'El cuarto poder', un thriller en el que pone en juego oscuras predicciones geopolíticas. Durante la promoción se le vio en su salsa, disfrutando de una atención, en parte prestad, por ser yerno de la reina Letizia. Nótese que Gavin Bonnar ya había estado múltiples veces a la sombra de mujeres poderosas, como abogado de Britney Spears, Oprah Winfrey, Jennifer Lopez o Whitney Houston.
El otro gran conflicto es económico, y esa es una sorpresa no menor, pues la pareja disfrutaba en teoría de una existencia más que acomodada, en su casa en el Soto de la Moraleja. Sin embargo, las fuentes que se han citado en estos días desvelaron que Telma y Gavin tuvieron que abandonar su hogar porque excedía sus recursos económicos, ya que ella sostenía la mayor parte de la economía familiar. Parece que el abogado deseaba un alto nivel de vida, pero sin ingresos a la altura.
Sueños de grandeza, gusto por la fama y un temperamento incontrolable: cómo integrar una personalidad así en una familia que, necesariamente, ha de volar por debajo del radar. Si es cierto que Telma Ortiz y Gavin Bonnar llevan meses tratando de minimizar los daños, ahora queda lo peor. No debe ser fácil convencer de las bondades de la contención a quien anhela notoriedad. De momento, el abogado ya ha dejado mensajes dirigidos a su ex en sus redes sociales. ¿Para qué? ¿Acaso apunta a otra novela o, aún peor, a una memorias?