Invitado en el hormiguero
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Después de firmar con Torrente la saga más taquillera del cine español, Santiago Segura (Madrid, 1965) echa el cierre ahora a otra mina de oro en la gran pantalla con el estreno de la quinta y última entrega de la comedia familiar Padre no hay más que uno, ya que, como el propio cineasta ha admitido, «es mejor irte a que te echen». Del rotundo éxito de esta franquicia para todos los públicos dan testimonio los 9 millones de espectadores acumulados entre sus cuatro primeras entregas. Un día antes de su llegada a los cines el 26 de junio, Santiago Segura estará en el plató de El Hormiguero para hablar de su esperado último proyecto.
Rodada entre Madrid y Gran Canaria, Padre no hay más que uno 5 vuelve a reunir a Santiago Segura con Toni Acosta como Marisa, su esposa, con otros nombres muy conocidos de nuestra comedia como Loles León, Leo Harlem o Silvia Abril. Neus Asensi, se suma también a esta gran familia de cine.
Un reparto coral donde una vez más figurarán Calma y Sirena, las dos hijas que ha tenido el cineasta con su pareja, María Amaro, a la que conoció cuando esta era maquilladora en el rodaje de la primera entrega de Torrente, en 1998. Ellas forman parte de la familia más mediática de Santiago Segura, cuyos padres fallecieron ya hace años, aunque siempre están en su recuerdo, como ha manifestado en varias entrevistas.
Santiago Segura nació en el barrio madrileño de Carabanchel, con un padre que trabajaba en una fábrica de tuercas y tornillos. Sus progenitores fueron testigos de excepción de los primeros intentos de su retoño por triunfar en el cine, grabando sus primeras películas con una cámara super-8 a los 12 años. También de cómo utilizó sus premios participando en concursos de la tele o doblando películas para adultos para financiar sus primeros proyectos.
La fama le llegaría al fin con la película El día de la bestia de Álex de la Iglesia por cuya interpretación ganó el Premio Goya al mejor actor revelación en 1995 y su consolidación definitiva fue con Torrente, el brazo tonto de la ley. Una película que pese a su enorme éxito no gustaba a su madre, ya que le decía: «Se te ve muy feo».
En declaraciones a Europa Press tras el estreno de la primera película de Padre no hay más que uno, reconocía que sus padres «se sentirían orgullosos y aliviados» por lo que ha conseguido, ya que siempre tuvieron «ese resquemor a que acabara pidiendo en una esquina», ya que en su familia no había precedentes en el mundo artístico. «Lo verán desde el cielo que dicen los entusiastas», añadía de forma emotiva.
Precisamente a su padre le dedicaba desde su cuenta de Instagram una emotiva publicación hace unos meses, que acompañaba de unas imágenes suyas cuando era pequeño. «Gracias, papá. No te lo comuniqué verbalmente en vida, pero gracias. Gracias por tenerme, por cuidarme, por ayudarme, por preocuparte, por enseñarme, por traerme… Gracias de corazón», eran sus tiernas palabras.
Después de perder a su padre, Santiago Segura tuvo que lamentar también el fallecimiento de su madre con solo 64 a causa de un cáncer. Sobre aquel doloroso momento se sinceraba el actor y director en la alfombra roja de la película Mi otro Jon, asegurado que «el cáncer es algo que está ahí, es como algo abstracto hasta que de repente mi madre falleció de cáncer y entonces ya te das cuenta».
Lamentando que su madre no llegara a conocer a su hija pequeña, recordó ante los medios que cuando le diagnosticaron la enfermedad a su madre, él estuvo dispuesto a «vender la casa y llevármela a Houston», pero los médicos le dijeron «llévala a donde quieras, pero es que no hay nada que hacer».
«Me pareció tan terrible que te desahucien así… pero bueno, ahí fue cuando me di cuenta de que las estadísticas son terroríficas», admitió antes de lanzar un importante mensaje: «Tenemos que luchar contra eso».
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.