Letizia impresiona en los Reales Alcázares de Sevilla con melena Hollywood y el vestido más bonito de 2025: estilo lady, en un azul con flores de oro bordadas

Nos esperábamos la mejor Letizia posible y, efectivamente, la Reina no defraudó. Cosa que prueba la importancia que los Reyes conceden a cumbres internacionales como la que presiden en Sevilla: dedicada a discutir la financiación para el desarrollo en el marco de Naciones Unidas. La reina Letizia encaró el besamanos con un look de ensueño que no veíamos desde 2019: un vestido verde azulado (teal o azul pato) de silueta clásica, pero con multitud de detalles de dorado salpicándolo. Es, probablemente, su mejor 'outfit' en lo que va de año.

Todo es espectacular en la propuesta que la reina Letizia y su equipo preparó para recibir a los 70 jefes de Estado y de Gobierno, representantes de organizaciones internacionales y de 150 países que asistirán desde mañana a la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que, por primera vez, se celebra en un país del llamado 'primer mundo'. Será en Sevilla, pero la cena de bienvenida, la que motivó a la Reina a recuperar uno de los vestidos más bonitos de su armario, se celebró en los Reales Alcázares. Un lugar inolvidable.

Con el idiosincrático azulejado del Patio de Doncellas como fondo y los icónicos arcos almohades sobre sus cabezas, la reina Letizia recuperó un vestido que soñábamos con volver a disfrutar. Posee la silueta que más realza la fisionomía de su portadora: tirantes y escote en pico para alargar el talle y realzar los brazos y falda midi con vuelo para darle empaque y un punto de romanticismo. En un tono intenso de verde azulado que, efectivamente, va como anillo al dedo a la colorimetría (¿invierno?) de la Reina.

La propuesta, así contada, parece clásica y hasta aburrida. Queda por contar el increíble efecto joya de una serie de detalles dorados (flores) que parecían haber caído sobre el vestido como una lluvia: cuajando la parte superior y derramándose sobre la falda. Para rematar lo encantador de la propuesta, un pequeño lazo del mismo tono que el vestido realzaba el corte bajo el pecho. Si esto no es lo mejor que ha dado Carolina Herrera al armario real, que nos detengan. La elección de una cartera de mano dorada, estilo sobre, y de unos zapatos bajos destalonados, también dorados, no pudo ser mejor.

La reina Letizia, siempre tan práctica, decidió prescindir de la cartera de mano una vez iniciado el besamanos, pero el impacto inicial de una silueta recubierta de dorado quedó en la retina. También de una melena claramente aumentada, con un volumen increíble y unas suaves ondas laterales que gritaban Hollywood. No necesitaba mucho más, además de su bronceado habitual y unos pendientes que apenas pudimos ver, tapados por su peinado.

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