Agua con limón: ¿es bueno a malo tomarla por las mañanas?

Tiene los beneficios del agua, y seguramente sea una bebida con más virtudes de las que crees, y también las propiedades del limón. Pero quizá te aburre tomarla sola y buscas trucos para beber más agua, consciente de lo buena que es para el bienestar. Uno de los más socorridos es «darle sabor» y ponerle unas gotas de limón es una opción. No solo conseguirás añadirle gusto, sino que agregarás un buen cóctel de propiedades beneficiosas. Y más si es por la mañana. Pero también debes tener en cuenta que no siempre puede ser todo lo saludable que quisieras.

Muchos restaurantes lo sirven de forma rutinaria y algunas personas ya saludan los primeros rayos del sol con su vasito de agua con limón en lugar de café o té. No hay duda de que los limones son deliciosos, pero existen dudas sobre si se trata de una combinación saludable. Lo es, descuida. Por ejemplo, y como primer efecto notable, promueve la hidratación porque agregar limón mejora el sabor del agua, lo que ayuda a beberla más. Y como es una buena fuente de vitamina C gracias al limón, tendrás un antioxidante que te ayudará a proteger las células de los radicales libres dañinos.

Es rigurosamente cierto: los antioxidantes polifenólicos que se encuentran en los limones ayudan a vigilar tu peso, compensan los efectos negativos que puedan encontrarse en los niveles de glucosa en sangre y mejoran la resistencia a la insulina, factores principales en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Por otra parte, el agua tiene efectos saciantes y te hace sentir más llena. Igual te echa una mano para quitarte las ganas de comer cosas poco saludables en el desayuno.

Otro efecto físico que puedes incorporar ya desde por la mañana al beber agua con limón es mejorar la calidad de tu piel. De nuevo, por cortesía de la vitamina C del limón. Combinado con agua, te ayudará a reducir las arrugas, la posible sequedad por efecto del envejecimiento y protegerte del daño de los rayos del sol. Si tu piel pierde humedad, se vuelve seca y propensa a las arrugas.

Algunas personas beben agua con limón como laxante matinal para ayudar a prevenir el estreñimiento. Sin duda, beber agua tibia o caliente y añadirle un chorrito de limón al despertar puede ayudar a que tu sistema digestivo comience a trabajar ya en plenitud. Digerirás los alimentos con mayor facilidad y te ayudará a prevenir la acumulación de toxinas.

¿Y quién no se ha horrorizado alguna vez con su aliento por las mañanas? ¿Y si resulta que vas a tener una importante reunión en apenas un rato? Pues aquí llega esta bebida estupenda para darte un respiro. ¿No te has frotado alguna vez las manos con un limón para eliminar el olor a ajo o algún otro olor fuerte? Pues el mismo remedio casero lo puedes aplicar para el mal aliento. Bebe un vaso de agua con limón a primera hora de la mañana y podrás comprobar cómo la fruta estimula la saliva al tiempo que el agua te ayuda a evitar la sequedad de tu garganta y eliminar el mal aliento causado por bacterias.

Como habrás podido comprobar, en general el agua con limón solo te aportará estupendos beneficios para tu bienestar en el día a día. Es una bebida que ofrece una gran seguridad, pero también debes tener cuidado con los efectos no deseados que se puedan producir. Así, el limón contiene ácido cítrico, lo que puede erosionar el esmalte de los dientes. Para limitar ese riesgo, lo que puedes hacer es beber con una pajita y luego enjuagar la boca con agua corriente. (enlace)

Es cierto que ese ácido cítrico también puede provocar acidez de estómago en algunas personas, pero del mismo modo es verdad que hay gente que experimenta alivio de ese mismo síntoma porque esas gotitas de limón se vuelven alcalinas en tu cuerpo, lo que puede ayudar a reducir la acidez en la digestión. Nadie como tú conoce el efecto que genera el ácido cítrico en tu estómago. Es cuestión de ensayo y error. También se desaconseja levantarse con un vaso de agua con limón si tienes anemia o carencia de algún mineral como el calcio, sufres dientes débiles, te han salido llagas o heridas en la boca o lengua o si padeces artrosis, osteoporosis o enfermedades reumáticas.