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SALUD MENTAL

El truco del psicólogo Nicolás Salcedo para dejar de sobrepensar y salir del bucle: «Tenemos que elegir a qué pensamiento le damos importancia»

Darle demasiadas vueltas a las cosas puede ser un foco de estrés y ansiedad que te lleve a desarrollar trastornos muy graves como depresión.

Dejar de sobrepensar no siempre es fácil, pero es importante tratar de conseguirlo. Foto de Kate Gundareva en Pexels.

El exceso de demandas y estímulos del mundo actual hace que nuestro cerebro esté en constante actividad, apareciendo uno de los problemas mentales más extendidos: el sobrepensamiento y la rumiación mental. ¿Cuántas veces no has podido dormir porque no paras de darle vueltas a una idea en tu cabeza? ¿Sabías que este problema puede ser la razón de otros trastornos físicos, especialmente en el sistema digestivo?

Como ves, sobrepensar puede acarrear más problemas de los que podías pensar en un primer momento. Es por eso que nos hemos fijado en un vídeo publicado por el psicólogo Nicolás Salcedo, en el que trata de ayudarte a dejar esta costumbre tan nociva. Y lo primero en lo que quiere poner en foco, es en que, si te obsesionas en dejar de sobrepensar, es probable que consigas el efecto contrario.

«Meditar no es dejar la mente en blanco. Para dejar de sobrepensar no tenemos que poner la mente en blanco, tenemos que elegir a qué pensamiento le damos importancia«, afirma en sus redes sociales. No, no vas a poder evitar que tu mente piense en algo, pero sí le puedes dar algo en lo que pensar, algo que te haga poner los pies en el momento presente, y no tanto en el pasado o el futuro.

Consecuencias del sobrepensamiento

Este problema mental es más peligroso de lo que crees. Para empezar, es un foco constante de estrés y ansiedad, lo que puede llegar a desencadenar en una depresión o en trastornos del estado de ánimo, como tristeza, ira o irritabilidad. Y también afecta al correcto funcionamento de ciertas funciones cognitivas, como la memoria y la concentración ya que, si el erebro está trabajando constantemente de forma innecesaria, no funciona bien en otras tareas para las que está programado.

Pero también tiene consecuencias físicas. Para empezar, afecta la respuesta del sistema inmune, lo que te hace más propensa a sufrir determinadas enfermedades. Por no hablar, claro, de que incrementa tu presión arterial y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Y, como hemos dicho, esta costumbre nociva también puede ser origen de ciertos malestares digestivos que, a la larga, causen otros más graves como el síndrome del intestino irritable o IMO.

Un ejercicio fácil para dejar de sobrepensar

No te imagines complicadas herramientas psicológicas que impliquen ayuda profesional. Nicolás Salcedo te anima a que realices un ejercicio muy sencillo, pero igualmente efectivo. Primero tienes que buscar una posición cómoda en un sitio donde no te vayan a molestar. Cierra los ojos y concéntrate en la respiración o en un pensamiento hacia el que quieras redirigir la atención.

Según aclara Salcedo, el objetivo de esta práctica no es evitar que la mente divague, ya que eso es prácticamente imposible, sino entrenarla para que sepa volver al momento presente cuando eso ocurra. «Cada vez que notas que tu mente divaga y vuelves al presente, es como una repetición», comenta en el vídeo, comparando el entrenamiento mental con una rutina de ejercicio en el gimnasio.

Y es que el cerebro también se entrena, como todos y cada uno de los músculos que forman parte del cuerpo. Con el tiempo, este número de repeticiones mentales fortalece tu capacidad de concentración y autorregulación emocional, que son elementos clave para reducir el exceso de análisis que lleva a la rumiación mental.

Eso sí, tienes que tener en cuenta que este tipo de herramienta tiene que acompañarte en tu día a día, ya que nos encontramos en una sociedad llena de estímulos que te hace muy complicado relajar la mente. «Nuestra mente está tan estimulada hoy en día que intentar estar en silencio es un acto de rebeldía y es muy difícil», concluye Nicolás Salcedo.

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Psicología